“La clave del éxito está en detectar hacia dónde va el mundo y llegar allí primero”. Fruto de esta reflexión de Bill Gates y de la ocupación (que no preocupación) continua por la búsqueda y desarrollo del talento me gustaría compartir con vosotros reflexiones sobre el marco actual y futuro del “acceso al talento” y su vinculación con el desarrollo de los mapas de talento que actualmente tenemos en nuestras compañías.
Todos nosotros dedicamos muchas horas a definir el significado y objetivos de los mapas de talento en nuestras organizaciones. Partimos de los valores y cultura corporativa y diseñamos su plan estratégico. Es para nosotros la guía en la gestión y el desarrollo de talento; una herramienta que nos ayuda a obtener la excelencia y “asegurar” el éxito y el crecimiento de nuestras compañías.
Por lo anterior y porque como dice Goethe “no todos los caminos son para todos los caminantes”, tenemos que ser capaces de identificar y descubrir nuestras vías más directas y efectivas de acceso al talento, a nuestro talento, al que nos diferencia y nos hace competitivos, alineado perfectamente a las competencias clave sobre las que pivota cada organización.
Debido a que nuestro entorno es cada vez más dinámico y con tendencia a la especialización, que existe una evolución de los perfiles clásicos y por la incorporación de roles cada vez más estratégicos; tenemos que analizar con más detalle aspectos adicionales al perfil que marcarán ese acceso al talento, como por ejemplo:
• Qué nos da el mercado, hacia dónde está evolucionando.
• Cómo se posiciona ese perfil de talento en nuestro mercado/sector (dónde está) o si podemos abrirnos a otros mercados que nos aporten valor.
• Para qué está preparada mi organización, dónde me posiciono y qué desarrollo puedo aportar después.
En todo momento hemos respondido, reaccionado frente a las barreras y obstáculos de nuestro mercado e internos, dentro de nuestras organizaciones, hemos sido capaces de adaptarnos a todos esos momentos de cambio, hemos incorporado fuentes de reclutamiento más ágiles, dinámicas y también hemos aprendido de prácticas que no nos han funcionado en el pasado en esa búsqueda de perfil idóneo.
Por eso como expertos en talento que vivimos con ilusión el reto diario que supone nuestro trabajo, tenemos que ser los Talent Access para nuestros clientes (internos y externos), ser el driver estratégico para conseguir componer con máxima garantía de éxito nuestros mapas de talento, que cada vez son más retadores. Todo ello sin renunciar a un aspecto crítico que multiplica el resultado: la calidad.
De nuevo nuestra profesionalidad y pasión son la fuente inagotable de mejora continua para nuestras organizaciones. Como decía al principio, hemos visto hacia dónde vamos y con seguridad vamos a llegar primero! Porque…
“Los obstáculos no son más que un condimento del triunfo” Mark Twain.