Azierta nació en 2011 de la mano de 4 socios, entre ellos Almudena del Castillo, actual directora ejecutiva de una empresa que en 2017 cuenta con casi 70 empleados. Consolidados como consultoría en España, ahora uno de los objetivos es colocar la marca a nivel internacional. Un camino exigente y laborioso como el que han tenido hasta la actualidad según cuenta esta emprendedora.
"A día de hoy nadie puede decirnos que nos hemos equivocado. Esto ha sido una apuesta aunque con algunos peldaños”
¿Dónde y por qué comienza el storytelling de AZIERTA?
Azierta empieza con una visita a un cliente, curiosamente ese cliente es Ángel Navarro, actualmente mi socio. Ellos tenían un problema de seguridad en su empresa y yo les aconsejé como consultora. Meses después Ángel me llamó para decirme que montáramos una empresa como AZIERTA ya que el mercado lo demandaba.
Dicen que los inicios siempre son difíciles, ¿y el vuestro?
Lógicamente empezamos trabajando desde casa, reunidos en Navacerrada, una de las casas de los 4 socios (ella llevaba temas legales y financieros, no podíamos contratar a nadie para ello) que éramos al principio. Ahora solo quedamos dos, se nos tachó de locos, de arriesgados, pero por otro lado también de valientes. Todos los inicios son difíciles.
Sin oficina…¿cuál era el centro operativo de AZIERTA?
Comíamos en Navacerrada y trabajábamos en nuestras casas. Recuerdo en febrero de 2011 como en la primera auditoría nos pidieron ver nuestras instalaciones. ¿Cuál fue mi respuesta? Salir con las carpetas a la sala de reuniones que teníamos en La Finca y salvar lo que fue la primera auditoría de AZIERTA como pudimos, pero la salvamos y nos contrataron, sabíamos de lo que ofrecíamos, otra cosa no, pero en aquel momento éramos expertos.
¿Cuál ha sido el éxito para llegar donde estáis ahora?
Sin duda alguna la perfecta combinación entre dos personas muy diferentes, no solo por la edad (risas). Yo vine aquí no solo para hacer farmacovigilancia, si no a desarrollar mi vida profesional, tener una empresa y formar un gran equipo. Ángel siempre tuvo la visión y yo la parte operativa, dos papeles muy diferenciados desde el principio. Él siempre ha sido la parte creativa, hace unos años decidió meter a alguien de marketing y comunicación cuando no facturábamos (pensé que estaba loco) pero su explosión y a la vez la diferencia entre ambos nos ha lanzado hasta donde estamos. Somos un grupo de expertos, pero conocidos bajo el paraguas de nuestra marca.
¿Con qué problemas os encontrasteis en este camino de 6 años?
Hubo momentos difíciles, convencer al cliente de que te compre cuando estás empezando de cero no era fácil, pero nos dimos cuenta de que realmente confían en las personas. Al cabo de 3 años nos dimos cuenta de que los otros dos socios no compartían la visión de la empresa. AZIERTA cambió porque necesitaba una estructura societaria fuerte, necesitábamos socios que apostaran y confiaran en nosotros y en nuestro modelo de empresa. Ya no éramos un “chiringuito”, teníamos muchas oportunidades que los clientes nos demandaban para crecer, contratar gente y tirar para adelante.
¿En algún momento pensasteis en arrojar la toalla?
En 2012 me vi haciendo de todo, me tocaba hacer de técnico, formaba a futuros técnicos en la buhardilla de mi casa. Cada vez que sonaba un teléfono en casa mis hijos corrían a por él, sabían que era importante para Mamá y su trabajo (difícil ser Directiva y compaginarlo con la vida personal pese a lo que digan las grandes CEO de multinacionales, pero lo he ido consiguiendo). Llegué a decirle a Ángel que no podía seguir así, nos pasábamos trabajando 24 horas, fines de semana, sin vacaciones y viajando (mejor dicho taconeando).
Pero llegó el punto de inflexión...
Si, a finales de 2013 entran nuevos socios y directivos potentes para crear nuevas áreas. Ana Álvarez para llevar el área de Regulatory o Alberto Carazo más adelante con el área industrial son algunos ejemplos. Así hasta día de hoy hemos ido incorporando a profesionales expertos en sus áreas con conocimiento, y dotándolos de equipo, lo que a su vez ha atraído nuevos clientes y ha hecho crecer la empresa.
Según cuentas vuestra unión y fuerza ha sido clave en el éxito…
Yo le decía a Ángel que no se preocupara porque los clientes siempre están ahí. Si haces las cosas bien y sabes hacer lo que vendes te contratan, eso sí, hay que ser competitivos en un mercado como el nuestro, pero esa ha sido la clave del éxito durante los primeros años. Ahora lo difícil es mantener esto, ya no es lo que ofrece Ángel o Almudena, es lo que ofrece una compañía con muchos directores y un gran equipo técnico.
2017 es un año de cambios para AZIERTA, logístico y de plantilla… ¿cómo lo afrontáis?
Hemos pasado de trabajar desde casa a tener estas oficinas. Sin duda necesitábamos comunicación a la hora de trabajar y esto ha sido el reflejo de la gran evolución y el trabajo bien hecho. En 2013 teníamos unas oficinas pequeñas, de ahí tuvimos que pasar a la planta de arriba. Tras ella, una casa de 300 metros con 30 trabajadores que 2 años después se han convertido en 60. Ahora nos trasladamos al complejo ATICA en Pozuelo de Alarcón, unas oficinas mucho más grandes, en un entorno empresarial. Un concepto distinto, todo diáfano sin despachos y con puntos de reuniones para cuidar a nuestro equipo, hay mucha gente joven. En 6 años hemos tenido 4 mudanzas, hemos conseguido triplicar la facturación y una gran plantilla de casi 70 trabajadores con una gran cartera de clientes.
Mucha gente joven acude a AZIERTA actualmente, ¿por qué?
La mitad de la plantilla está entre los 25-35 años. Es parte de nuestra apuesta, tener gente que se haga a medida de esta empresa, que crezcan con nosotros. Les aportamos mucha formación, pero también hacen suyo esto y nos dan mucho valor. Es como una familia, no todos terminarán trabajando aquí, pero parte de esto es buscar gente con ganas e ilusión y combinarlo con el entusiasmo y la experiencia del resto. Somos muy flexibles y muy cambiantes, nos adaptamos rápido a las necesidades de nuestros clientes, tenemos que aportarles valor y calidad.
¿Dónde está el techo de Azierta?
No tenemos techo, no lo alcanzaremos nunca porque somos bastante atrevidos, creemos que esta empresa puede crecer mucho más. Una vez asentados en España, nos tocan etapas de crecimiento internacional. Desde cada unidad de negocio se trabaja y se ponen recursos localmente. América, Europa y Asia son nuestros objetivos. Todo tiene un sentido y cada área tendrá un foco pero se nos tiene que conocer fuera de España.
Si viajamos en el futuro hasta 2030… ¿dónde sitúas a AZIERTA?
Me imagino a AZIERTA como una empresa de consultoría global. Aunque aquí muchos se ríen me imagino un AZIERTA Boston, Londres, Zúrich, etc. Un gran equipo técnico y humano sin haber perdido la orientación que nos ha llevado a ser grandes.