Existe una idea generalizada, y afortunadamente errónea, sobre la tardía digitalización dentro del sector sanitario y farmacéutico. Esto es debido, sobre todo, a la incorrecta vinculación que hacemos de la misma con la comunicación digital, donde acertadamente podemos concluir que sí se ha llegado tarde. Debemos hacer una distinción entre procesos digitales, tecnología y comunicación y marketing digital.
Al mirar de cerca el sector sanitario en nuestro país, resulta necesario hacer un profundo ejercicio de reflexión acerca de la ralentización que han causado las regulaciones propias del mismo. Mientras que las asociaciones de pacientes han estado alineadas con la tendencia y utilización de herramientas sociales, profesionales sanitarios y la propia industria farmacéutica han ido por detrás a nivel de comunicación digital.
Hemos sido, en muchos casos, pioneros a nivel de transformación a nivel de procesos. Con ejemplos tan claros de multicanalidad como la digitalización de las historias clínicas de los pacientes, las cuales permiten no sólo mejorar la comunicación médico-paciente, sino también optimizar la alineación con las farmacias en pos de la utilización de recetas electrónicas. Dichas recetas electrónicas facilitan el seguimiento y correcta utilización de fármacos. Gracias a avances como los mencionados, una situación tan común y complicada como puede ser ingresar inconsciente en un hospital, puede verse beneficiada. Gracias a la utilización del documento nacional de identidad del paciente se pueden saber al instante y a tiempo real las alergias, tratamientos que se están siguiendo o enfermedades diagnosticadas al paciente, entre otras muchas cosas.
Además, a nivel tecnológico seguimos avanzando con sistemas de monitorización a través de weareables, un punto en el cual el entorno online y analógico se integran a la perfección. La utilización de pulseras o camisetas y su conexión remota con aplicaciones móviles hacen que en todo momento los pacientes sean conscientes de su estado y evolución, permitiendo a los profesionales sanitarios conocer a tiempo real la situación de los mismos.
Sin embargo, el propio sector ha sido consciente de la necesidad de no quedarse atrás a nivel de Marketing y comunicación digital. El paciente que entra en una consulta hoy día, difiere mucho del que entraba hace 5 años. Un gran porcentaje han investigado previamente sus dolencias y síntomas en internet, pasando a ser “pacientes informados”. Este hecho hace que los especialistas deban estar más alerta y hacer diagnósticos más concretos.
De esa manera se ha llevado a cabo el mayor cambio a nivel de digitalización dentro del sector. No un cambio tecnológico sino cultural. Los profesionales sanitarios y las empresas farmacéuticas son conscientes de la necesidad existente de ser fuentes informativas de referencia y líderes de opinión.
Este hecho ha traído consigo una aceleración en el uso de Redes Sociales y la adopción de nuevas herramientas como la gamificación. La cual se enfoca desde el punto de vista formativo (enseñando beneficios de los medicamentos, regímenes de uso o efectos adversos) hasta facilitador en el sentido de tratamientos. Se ha demostrado que el uso de la gamificación sobre niños, ha provocado una mayor adherencia a los tratamientos.
La alineación a la que se está llegando en la utilización de medios sociales, comunicación, tecnología y procesos hace que se abra un nuevo mundo de posibilidades no sólo para los agentes que participan en el ámbito sanitario sino para la población en general.
La digitalización supone un punto de encuentro en el cual las cosas no han hecho más que empezar.