La medicina avanza a pasos agigantados y en este contexto es necesario que los profesionales de la salud se mantengan al día de estos progresos.
La formación médica continuada (FMC) se regula según la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS. B.O.E. número 280, 22 de noviembre de 2003).
Esta actualización constante constituye un derecho y una obligación ética que afecta a todos los profesionales sanitarios independientemente de la rama de la medicina que ejerzan.
La FMC es clave en el correcto diagnóstico, manejo, tratamiento y seguimiento de los pacientes.
Más allá de las competencias médicas
Actualmente, este aprendizaje constante no solo requiere formación específica para mantener al día conocimientos médicos, sino también para adquirir otras habilidades, como por ejemplo, habilidades comunicacionales.
Del mismo modo que las necesidades de aprendizaje evolucionan, también lo hace la metodología de aprendizaje y lo que se espera de la formación.
Cada vez más se prefieren formaciones donde se puedan compartir experiencias con otros compañeros de profesión, que sean más dinámicas, integradas en las nuevas tecnologías y que sean de utilidad para la práctica clínica.
Los promotores de la formación
Los diferentes agentes que de una u otra forma actúan como «proveedores de salud» (servicios de salud, hospitales, sociedades científicas, etc.), comparten la responsabilidad de favorecer y desarrollar programas de formación continuada que faciliten la competencia profesional de sus miembros.
Desde otra perspectiva, empresas dedicadas a la formación y la industria farmacéutica llevan años corresponsabilizándose de cubrir esta necesidad ofreciendo a los profesionales sanitarios una mayor preparación ante los últimos avances de la medicina.
Formación acreditada, formación de valor
La formación puede ser acreditada o no. En este artículo nos referiremos a la formación acreditada.
Existen organismos acreditadores a nivel europeo y nacional. En España, ante la diversidad de proveedores en formación continuada médica y su heterogeneidad de procedimientos para impartir actividades formativas , el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud decidió impulsar en 1997 (BOCM nº 70, de 24 de marzo de 1998) la formación continuada de los profesionales sanitarios, mediante el establecimiento de un sistema de acreditación, válido en todo el estado español, basado en la coordinación y en la colaboración eficaz entre todas las administraciones públicas.
Para el organismo de formación continuada de las profesiones sanitarias del Sistema Nacional de Salud, la formación médica continuada acreditada tiene como objetivo el de mejorar la calidad de la oferta formativa, ofrecer un mecanismo de valoración que sirva de guía u orientación a todos los agentes del sistema sanitario para seleccionar la oferta, primando las actividades que se consideran más pertinentes y necesarias.
La valoración de la actividad se realizará por parte de evaluadores externos y los créditos concedidos serán reconocidos para la carrera profesional del profesional de la salud según la LOPS.
La valoración pedagógica de una actividad se realiza en base a componentes principlamente cualitativos:
- definición de la necesidad de las competencias a adquirir,
- objetivos,
- pertinencia,
- organización,
- metodología,
- evaluación y medición del impacto y transferencia del aprendizaje al lugar de trabajo.
Los valores de la formación médica acreditada
El organismo acreditador tiene como objetivo fundamental mantener y mejorar la competencia profesional según los estándares de cada momento. Para ello, los valores clave que defiende son:
- Certificación de la independencia comercial acreditando la rigurosidad y actualidad científica y evitando cualquier contenido o promoción comercial.
- Formación en las competencias que sean necesarias para el desarrollo del profesional sanitario y puedan mejorar la práctica clínica.
- Utilización de metodologías adecuadas que permitan alcanzar los objetivos planteados en función de si consisten en adquirir conocimientos o habilidades.
- Promoción de metodologías novedosas, en las que primen el dinamismo, el uso de nuevas tecnologías y la interacción entre alumnos y profesorado.
- Valoración de la calidad del contenido por encima de la cantidad del contenido y/o tiempo necesario a dedicar a la formación.
- Medición del impacto y la transferencia del aprendizaje, es decir, cómo puede verse mejorado el lugar de trabajo.
El organismo acreditador de formación médica continuada vela por que la formación sea necesaria, rigurosa y tenga un impacto en la práctica clínica.
¿Qué conseguiremos con una formación médica acreditada?
Uno de los principales retos de la formación médica continuada es lograr mejoras concretas y reales en la calidad de la asistencia. El objetivo final de toda FMC debería perseguir este objetivo para que el paciente pueda verse directamente beneficiado.