A algunos proveedores de la industria farmacéutica, nos gusta meternos en proyectos complicados, pero que aporten un valor real al paciente, al clínico y en general a la sociedad.
¿Migraña e I.A.?
A algunos proveedores de la industria farmacéutica, nos gusta meternos en proyectos complicados, pero que aporten un valor real al paciente, al clínico y en general a la sociedad.
Cómo todos sabemos ya, la inteligencia artificial va a traer cambios drásticos. Uno de los cambios que previsiblemente mayor impacten en el sistema (para bien) será la optimización de la ruta sanitaria de algunos pacientes expuestos a tratamientos innovadores.
La migraña es una patología para la que recientemente han surgido nuevas moléculas. Estas moléculas tienen cobertura económica por el Sistema Nacional de Salud para pacientes que sufren migraña episódica de alta frecuencia (al menos 8 episodios al mes) o migraña crónica (al menos 15 episodios al mes) y siendo refractarios a 3 tratamientos preventivos
Surgen, sin embargo, cuestiones organizativas. ¿Cómo apoyar a la ruta sanitaria? ¿Cómo optimizar la identificación de pacientes candidatos a tratamientos avanzados? ¿Cómo ayudar a los distintos tipos de personal sanitario involucrados en el correcto abordaje de la patología?
Es aquí donde entran la inteligencia artificial y los datos.
¿Cómo aporta valor la I.A.?
La inteligencia artificial puede ayudar a resolver problemas en los que la solución no es de variable sencilla tipo “si/no”. Implica mucha más información. La patología no es del todo conocida a pesar de los grandes avances que se han realizado recientemente. Los síntomas cambian de paciente a paciente y no existen marcadores de imagen ni biológicos.
Marcan la pauta el conocimiento y criterio del clínico que esté tratando. El caso es que en el patient journey del migrañoso empieza en la atención primaria. Es el momento en el que empiezan las decisiones. Tenemos un posible tratamiento para este paciente.
La inteligencia artificial puede ayudar a articular bien el sistema y apoyar en sus decisiones a los distintos eslabones asistenciales que el paciente se va a encontrar.
¿Qué se necesita?
Asumir las nuevas tecnologías no es un asunto trivial. Los escollos a sortear serán:
» La aceptación en primer lugar de las administraciones, tanto en la organización sanitaria como en legislación.
» La asimilación de la tecnología por parte de los clínicos y equipo de soporte
» La asimilación por parte del paciente que deberá entender el rol crucial de la nueva tecnología en su tratamiento y en la mejora de su calidad de vida. Deberá compartir muchos datos al inicio de su tratamiento y fiarse.
Y por supuesto, se necesitará:
» Equipos de ingenieros que entiendan bien los casos a tratar y el tipo de algoritmos a implantar.
» Una vigilancia permanente sobre los sistemas.
» Software y hardware seguro, en un mundo en el que la ciberseguridad en la salud es de extrema relevancia.
» Y desde luego, promotores e impulsores que optimicen la llegada de estas tecnologías.
¿En qué me implica a mí?
Es obvio que los proyectos de esta envergadura no pueden ser abordados por grupos aislados de valientes. Son colaborativos. Se requiere agrandes equipos multidisciplinares y de distintos ámbitos. Si eres clínico, puedes convertirte en un “early adopter” y fomentar la aceptación.
Si trabajas en la industria, puedes fomentar el uso y proponer la aportación real de valor al sistema. Si eres un paciente, puedes enrolarte y empoderarte en los distintos programas que están en fase de estudio. Y si eres desarrollador de software o hardware ¡faltan manos y cerebro!
En el caso de la migraña, la I.A. está cada vez un poquito más cerca.