La pandemia ha erigido a la industria farmacéutica como uno de los sectores más importantes de la economía. Gracias a la robustez del sector, los laboratorios de todo el mundo han podido estar a la altura en un momento de crisis como el que hemos vivido, mostrando una gran capacidad de adaptación.
En concreto, los laboratorios españoles han sido un elemento importante en la carrera por encontrar vacuna contra el COVID-19. España, en cuanto a cantidad de ensayos clínicos en los que ha participado, ha sido el primer país en Europa y el cuarto en el mundo.
El hecho de que la industria farmacéutica sea uno de los ejes económicos del país no es nuevo. Es el sector que más invierte en I+D, con unos avances más que evidentes en la salud de las personas, entre otras cuestiones.
Este motor económico y social ha puesto en evidencia la necesidad de formar a profesionales altamente cualificados, capaces de adaptarse a distintas situaciones y de asumir grandes cargas de trabajo. Mantener la calidad en todas las áreas de producción y distribución no es algo sencillo, con una diversificación y especialización cada vez más marcada.
Es, por ello, por lo que la formación continua de estos profesionales es -aún más- fundamental. Sin embargo, esta formación vendrá marcada por las tendencias en e-learning, que ya venían pisando fuerte en otros sectores:
Tendencias de la formación para profesionales de los laboratorios
1. Formación en soft skills como prioridad
Aunque ya se oía el río sonar, tras la crisis sanitaria ha salido a la luz la necesidad de formación en soft skills de los empleados. La inteligencia emocional y las habilidades sociales han cobrado importancia dentro de los equipos de trabajo, siendo imprescindibles para resolver correctamente un puesto de trabajo ante determinadas situaciones.
Bajo nuestra experiencia, programas como Insights Discovery que antes eran un recurso de “team building” ahora han cobrado relevancia dentro de los programas formativos de laboratorios, equipos comerciales, servicios médicos y oficinas de farmacia. Los beneficios en la productividad del equipo que se obtienen gracias a una inversión en soft skills ha resultado ser mucho más rentable que otro tipo de formación aparentemente prioritaria.
2. Formación específica y profunda, adaptada al incremento de productos especializados
Aunque, a priori, esto pueda parecer que contradice el punto uno, no es así. En los últimos años, hemos visto cómo iban incrementando el número de lanzamientos de nuevos principios activos, siendo más del 60% productos especializados. Esto hace que los reyes del mercado –los genéricos– vean estabilizada su cuota.
Esto implica un cambio en la forma de trabajar de los profesionales de los laboratorios, siendo mandatorio una formación constante en cada uno de sus productos especializados y la enfermedad o dolencia a la que buscan solución. Por ello, cabe esperar que poco a poco se destine parte de las jornadas laborales a una formación concreta y exhaustiva de los medicamentos y principios activos.
Además, la tendencia es ofrecer más cantidad de cursos mucho más específicos sobre áreas de trabajo, aunque estén dirigidos a un menor número de empleados. Por ejemplo, uno de los cursos especializados que más nos han demandado nuestros clientes – en su mayoría laboratorios – para equipos concretos (o incluso para personas concretas dentro del equipo o nuevas incorporaciones) ha sido uno específico del acceso al mercado de un medicamento.
3. Aprendizaje acelerado (con gamificación)
La formación específica ha implicado una mayor cantidad de oferta formativa. Esto hace inviable sacar espacios de estudio tan amplios con cursos de cientos de horas. La tendencia nos lleva al aprendizaje acelerado, con cursos de poca duración y específicos, con programas ágiles o a base de píldoras formativas.
Un gran aliado para promover un aprendizaje eficaz en un corto periodo de tiempo es la combinación del contenido con fórmulas de gamificación, permitiendo así una experiencia más rica e interactiva y un aprendizaje más óptimo.
4. El m-learning como valor añadido y diferenciador
Como resultado lógico del punto anterior, cobra importancia el m-learning. Es decir, el aprendizaje a través de los dispositivos móviles. Si cada vez se utilizan más los teléfonos móviles, cabía esperar que llegase el momento donde los profesionales priorizasen las formaciones que les permitan aprender en cualquier lugar y en cualquier “slot” de tiempo que tengan, por pequeño que sea.
Las WebApps temáticas empiezan a ser una tendencia a la hora de ofrecer formación, especialmente cuando es utilizada como incentivo para dar a conocer los diferentes productos del laboratorio a los profesionales sanitarios.
5. El tutor online
En los últimos años -y especialmente a raíz de la pandemia- la formación online ha sido la gran favorita. Sin embargo, aunque las plataformas online han resultado ser una buena herramienta, se ha revelado una necesidad: el tutor online es fundamental. Por muy pro-virtual que sean los estudiantes, esperan encontrar a alguien al otro lado de la plataforma.
Esto ha requerido un cambio en la forma de presentar los cursos online, convirtiéndolos en algo más interactivo, permitiendo la consulta de dudas durante el aprendizaje del contenido.
6. Inteligencia Artificial en los procesos de aprendizaje
Aunque esto no se puede considerar tendencia porque ya lo estamos viviendo, ha llegado para quedarse. Gracias a ella, se han implementado software conversacionales inteligentes (popularmente conocidos como chatbots) como “tutor online inteligente” o dando flexibilidad a las clases.
La IA también permitirá conocer carencias en la formación de un empleado o adaptarse a su aprendizaje, señalando los puntos de mejora de cada estudiante y permitiendo “evaluarles” de forma automática. Por ejemplo, esto permitirá que, en sectores como el de la industria farmacéutica, se pueda dar una formación completa y adaptada a todo empleado que se incorpore a la compañía.
Como conclusión, debemos estar muy atentos a las necesidades de formación que puedan ser útiles a los empleados, a nuestros clientes e incluso proveedores con los que trabajemos habitualmente, para unirlo de una manera efectiva a la tecnología que sea capaz de dar respuesta a este entorno cambiante en el que debemos estar para poder seguir siendo un sector puntero e innovador en cada época.