La IRT se inventó inicialmente en la década de 1970 para evitar la inscripción excesiva de pacientes en los centros, reducir los costes por paciente y el desperdicio de kits de medicamentos. Desde entonces, ha tenido una serie de evoluciones que han profundizado su papel en el control de elementos clave de los ensayos clínicos.
La primera evolución de la IRT fue el cambio del uso de sistemas basados en el papel a la gestión de transacciones por teléfono; esto dio comienzo a la era de los sistemas interactivos de respuesta de voz (IVRS). Luego, con la llegada de Internet en la década de 1990, la IRT hizo una nueva transición para comenzar la era de los sistemas de respuesta web interactiva (IWRS). Esta migración digital de los IRT y otros programas informáticos de eClinical, como los EDC (Electronic Data Capture) y los sistemas de gestión de ensayos clínicos (CTMS), permitió la integración de estos sistemas.
Los equipos clínicos han podido almacenar datos en diferentes plataformas y gracias a la integración la gestión de los ensayos es más eficiente y se pueden realizar protocolos más complejos.
Configuración vs. Personalización
Con el tiempo, la IRT se ha hecho cada vez más conocida por el nivel de control que ofrece a los equipos de patrocinadores de estudios, así como a los centros con los que contratan los estudios. Los protocolos de estudio experimentan modificaciones que pueden cambiar componentes críticos de los ensayos, es por ello que los sistemas IRT se han ido adaptando cada vez con el tiempo para dar a los usuarios más flexibilidad a la hora de configurar los cambios según sus necesidades. Los sistemas más configurables reducen el tiempo y los costes de los estudios y al reducir las costosas órdenes de cambio para modificar los componentes del software IRT, los sistemas pueden adaptarse rápidamente a las necesidades cambiantes a lo largo de la realización de cada ensayo.
Estudios oncológicos complejos
El cáncer es un área terapéutica en la que los estudios exigen mucha flexibilidad en los sistemas de IRT. La complejidad de estos estudios ha aumentado considerablemente con el tiempo, algunos de ellos por ejemplo permiten que los pacientes continúen con los tratamientos después de que termine su “ciclo” de visitas inicialmente previsto para el ensayo. Asimismo, muchos estudios de oncología se han vuelto de naturaleza adaptativa para permitir que los brazos de tratamiento y las cohortes se introduzcan y eliminen gradualmente con el fin de probar los tratamientos en una variedad de tipos de tumores y factores genéticos.
Dichas decisiones de modificar los brazos de tratamiento y/o las cohortes se toman a menudo con base a análisis estadísticos provisionales que indican si los tratamientos están funcionando en los diferentes grupos de pacientes, por ende las funcionalidades desarrolladas por la IRT pueden ser muy útiles en este tipo de estudios.
Logística de la temperatura
Los medicamentos de investigación se han vuelto cada vez más sensibles a las temperaturas. Esto se debe en gran parte a que las empresas farmacéuticas y biotecnológicas desarrollan menos fármacos de moléculas pequeñas y, en cambio, se concentran en más productos biológicos de moléculas grandes que son más complejos y delicados por naturaleza.
La IRT se integra con los sistemas de gestión de la temperatura de los centros así como con aquellos relacionados con la gestión de envíos (proveedores logísticos) con el fin de dar a los centros y a los patrocinadores más visibilidad sobre cuándo los kits de medicamentos están dañados y deben ser puestos en cuarentena o destruidos. Esto permite que la responsabilidad de los medicamentos sensibles a la temperatura se gestione de forma más eficiente en los sistemas IRT a lo largo de los estudios y los equipos de cada centro puedan centrarse en los pacientes y en otros aspectos logísticos críticos del estudio.
Logística directa al paciente
En los últimos años, los patrocinadores de ensayos clínicos han comenzado a utilizar los envíos directos al paciente. Este tipo de descentralización de los estudios clínicos puede reducir o eliminar la cantidad de viajes a los centros clínicos a lo largo del ensayo, lo que permite a los patrocinadores reclutar pacientes en áreas geográficas más amplias.
Gracias a que la IRT centraliza la logística de suministros y de pacientes, ha podido incorporar fácilmente el envío directo al paciente a su funcionalidad. Por ejemplo, cuando el COVID-19 dificultó la llegada de los pacientes a los centros clínicos, muchos estudios se adaptaron o incorporaron la capacidad de ofrecer el envío directo a los pacientes según fuera necesario.
Como resultado de la innovación continua, la IRT puede ayudar más fácilmente a gestionar los datos a través de diferentes sistemas de manera más eficiente, puede agilizar y automatizar los flujos de trabajo para los equipos del estudio así como del centro, y puede acomodar protocolos de estudio más complejos para ayudar a los patrocinadores a responder a más preguntas en menos tiempo. A medida que la naturaleza de los ensayos clínicos siga evolucionando, los sistemas IRT seguirán siendo más flexibles y robustos para adaptarse a las necesidades cambiantes de la cadena de suministro, los equipos de estudio y sus centros.