No cabe duda de que estamos viviendo una transformación digital del sistema de salud en plena cuarta revolución industrial, prueba de ello son la multitud de apps existentes que ayudan a la adherencia del tratamiento y seguimiento de patologías.
Dado este contexto podemos aventurarnos diciendo que nuestro doctor pronto nos recetará una aplicación móvil como tratamiento sustitutorio a una medicación.
Las startups son pioneras en dar ejemplo, su objetivo principal es que los sistemas sanitarios sean más resilientes, implementar terapias digitales eficaces combinadas con los clásicos tratamientos farmacológicos y proporcionar a los ciudadanos la oportunidad de tener las herramientas necesarias para gestionar su salud.
En este sentido, las pequeñas empresas y emprendedores han demostrado estar a la altura de esta innovación. Este es el caso de Pablo Prieto, quien forma parte de la compañía que desarrolla ‘Mika’, la primera aplicación de prescripción médica para personas con cáncer que ya funciona en Alemania.
Un 40% de las startups de España son del sector Salud
La personalización es imprescindible, dado que no es lo mismo tratar a una persona que tiene cáncer de próstata que a alguien que tiene cáncer de mama, por lo que los contenidos de cualquier app pueden adaptarse a la situación clínica y personal de cada paciente y a la fase en la que se encuentre.
Todo esto no es novedad para grandes farmacéuticas como Pfizer, Bayer, o Johnson & Johnson entre otras. Es por ello que todas ellas cuentan con programas de aceleración o de innovación como Pfizer Healthcare Hub, Grants4Apps® o Johnson&Johnson que colabora con más de 500 startups en el ámbito de la salud.
Los programas de aceleración son una puerta de entrada de nuevo talento e ideas frescas a través de productos validados y probados en forma de Startups.
Adicionalmente al concepto estricto de startup existen pequeñas empresas con un modelo de negocio que no está basado en la creación de producto propio, sino en ofrecer servicios personalizados para terceros capaces por ejemplo de identificar nuevas terapias de alto valor añadido.
Pequeñas empresas de servicios con gran capacidad creativa de innovación, agilidad y optimización de costes.
Clave en todo esto es la colaboración entre grandes, pequeñas y medianas empresas ya sea de manera tradicional cliente-proveedor, a través de programas de aceleración o cualquier otra fórmula.
En definitiva todos los gigantes farmacéuticos ya están trabajando más allá de los tratamientos tradicionales con pastillas y medicamentos, apostando por incluir transformación digital e innovación.
Seguiremos atentos a cómo mejora la calidad de vida de los pacientes.