El tema de esta edición de PMFarma es de crucial importancia para las empresas del sector de las ciencias de la salud. Durante mi doctorado en gestión empresarial, en marketing de ciencias de la salud, estudié el efecto de las visitas de los delegados de visita médica en el comportamiento de prescripción de los médicos, tanto desde un punto de vista cuantitativo como cualitativo. En cuanto a la primera, ya he tenido la oportunidad de explorar algunos de los resultados aquí, en PMFarma, por lo que dedicaré este artículo a algunos de los resultados obtenidos a través de entrevistas en profundidad realizadas a profesionales de la industria, incluyendo médicos, delegados de visita médica, consultores y reguladores, entre otros.
La mayoría de los profesionales reconocieron la importancia de la formación médica continuada, por diversas razones. La razón principal es la capacidad de proporcionar una atención médica de calidad en las consultas, las prescripciones y los exámenes, lo que requiere una actualización constante de los conocimientos, las técnicas, la información sobre los medicamentos, las directrices, etc., para la seguridad del paciente. Otra razón relacionada es la agilidad del médico que, contando con más información, puede ser más eficiente a la hora de resolver o mitigar los problemas de salud de los pacientes desde una perspectiva más holística y con mejor planificación.
En la investigación que realicé, uno de los puntos que más discusión generó durante las entrevistas fue el hecho de que muchos de los médicos consideraban que el Estado no estaba cumpliendo con su obligación de formar a estos profesionales a lo largo de su vida. Tras su formación médica inicial y su posterior periodo de prácticas, algunos médicos afirmaron que el Estado sólo les concedía unos días al año para su desarrollo profesional, pero que en la mayoría de las situaciones eran los propios profesionales los que soportaban los gastos. Y afirmaron que, como sus recursos monetarios son limitados, a menudo era la industria farmacéutica y biotecnológica la que organizaba y proporcionaba este apoyo.
Esta formación médica continuada -muy valorada por todos los médicos entrevistados- incluía las habituales visitas de delegados de información médica, visitas y reuniones con los medical science liasons (MSLs), sesiones clínicas presenciales con especialistas, ponencias con líderes de opinión en congresos, webinars sobre determinadas enfermedades y sus respectivos tratamientos, manuales, entre otras herramientas.
Esta actividad industrial de formación continuada de los profesionales de la salud, cuyo objetivo principal es permitirles tomar decisiones más informadas en beneficio de los pacientes, ha sido objeto de regulación en varios ámbitos: en primer lugar, la autorregulación a través de los códigos de conducta voluntarios de los laboratorios; en segundo lugar, la misma autorregulación pero ahora a través de las asociaciones nacionales de la industria y también de las asociaciones internacionales (por ejemplo, la EFPIA) a las que están vinculadas las nacionales; luego tenemos la regulación ejercida por entidades gubernamentales nacionales e internacionales, como los límites de promoción impuestos a los laboratorios. Mi investigación reveló que en general los profesionales entrevistados no desean que estos límites se definan de forma exagerada o se apliquen de forma “ciega”, lo que podría limitar significativamente el acceso de los delegados de visita médica a los profesionales de la salud, y llevar a una posible falta de actualización de los médicos sobre nuevos tratamientos, nuevas interacciones de medicamentos, nuevas evidencias aportadas a través de estudios de Real World Evidence y que permitirían a los pacientes recibir un mejor tratamiento, entre otras situaciones comentadas por los profesionales.
Pero, ¿debería haber límites en el apoyo que la industria da a los médicos, especialmente con la formación continuada? La bibliografía así lo sugiere. Por un lado, muestra que algunos profesionales de la medicina pueden, basándose en este apoyo permanente (principalmente con visitas periódicas), demostrar comportamientos irracionales a nivel de prescripción. También sabemos que una mayor presión de las visitas de los delegados (y el apoyo general) se asocia a cambios en el comportamiento de prescripción (no sólo por el hecho de informar mejor al médico, sino también por la reciprocidad). Sin embargo, gracias a la regulación (interna y externa) y a un adecuado sentido de la ética profesional, la gran mayoría de los profesionales de los laboratorios proporcionarán un apoyo de calidad e imparcial a los profesionales que tienen la autoridad para prescribir medicamentos. A su vez, la gran mayoría de ellos también sabrá distinguir entre el apoyo recibido de la industria y la mejor o más eficiente opción terapéutica para cada uno de sus pacientes.