Si la difunta Reina de Inglaterra Isabel II denominó a 1992 como “Annus Horribilis “, que podríamos decir entonces de estos últimos cuatro años que nos han tocado vivir… Pandemia, Erupción del volcán de la Palma, Guerra de Ucrania, Amenazas de China …. Lo que ya es evidente para todos es que el mundo es global, y se acelera y desacelera con suma facilidad, y los acontecimientos se desarrollan con una rapidez inusitada.

Cada uno de nosotros en nuestro entorno más cercano, familia, amigos o trabajo, conocemos de primera mano los estragos e inestabilidad que estos años han traído a nuestras vidas cotidianas. Para más inri, el cambio climático, parece que la climatología también se ha subido al carro del descontrol, veranos que se alargan indefinidamente, sequía pertinaz, DANAs que parece que en minutos se junten cielo y tierra … la locura.

Términos, para definir el entorno en el que vivimos y trabajamos, como VUCA o BANI, y otros, vienen a dar explicaciones científicas a un mundo que es más volátil, complejo e incierto, en el que se están disparando la ansiedad, depresión, suicidios y otras enfermedades salud mental como un peaje cierto de la presión y tensión que nos toca vivir.

Por todo ello el mundo empresarial, que necesita para proyectarse sobre todo estabilidad, no encuentra sosiego y verifica mes a mes como los costes empresariales suben y los márgenes se acortan, no pudiendo repercutir ese sobrecoste en sus productos y servicios. Un panorama poco alentador si lo sumamos a la avalancha de despidos de las tecnológicas y la afectación de la crisis en el bolsillo del consumidor medio, que una vez consumido el ahorro de la pandemia, puede empezar a manifestar su situación real en los próximos periodos con una desaceleración de la economía más acentuada de la que estamos ahora viviendo.

Ante este panorama, creo que la respuesta eficiente desde la óptica empresarial es la que entendemos se está empezando a aplicar, una revisión muy concienzuda de los costes internos, una revisión de precios y competitividad en cada uno de los mercados en los que operamos, una revisión de roles y tareas, un Headcount que asegure los objetivos, externalizar aquello que corresponde con un coste fijo que pueda viabilizar de una forma más eficiente, revisar la propuesta de valor para mercados internacionales.

Desde AIO HEALTHPRO, tenemos muy claro que es un momento esencial para estar codo con codo con nuestros clientes para apoyar sus planes estratégicos y de desarrollo a futuro, dando por supuesto que la posibilidad de incorporar Headcount sin que se consideren costes fijos sino variables, va a ser una constante positiva para asegurar resultados y no sobre cargar las cuentas de explotación.

Por otro lado, entendemos que la formación es y seguirá siendo un eje fundamental para conseguir eficiencia y que la comunicación entre nuestros clientes Farma y sus targets habituales deberá ser más eficiente y personalizada, y los parámetros razón y emoción jugarán un papel estelar.

En AIO HEALTHPRO entendimos hace años que nuestra concepción de la Visita médica o el contacto con la Farmacia debía ser a tres niveles:
                                        . VISITA PRESENCIAL (Tradicional)
                                        . VISITA REMOTA (Nuevas tecnologías)  
                                        . VISITA HIBRIDA (Dual y Transversal)  

En cada uno de los tres niveles o a veces con una mezcla de los tres, encontramos que una comunicación efectiva es aquella que da el resultado esperado por nuestros clientes, que no es otro que vender en su más amplio espectro.

Al final los roles y las formas y contenidos, no han cambiado tanto, y por supuesto en los tres diferentes niveles, lo que vamos a buscar es, saber escuchar, saber comunicar, entender a fondo las patologías, interesar a nuestro interlocutor, formar parte de su patrón de tratamiento, picar su curiosidad de experimentar con sus pacientes. La visita excelente será por siempre la que conecte con el interlocutor y sepa motivarlo a la recomendación o la prescripción, solemos decir que, si no logramos estar en su cerebro y corazón, nunca llegaremos a su pluma …