La industria farmacéutica se caracteriza por ser un entorno donde la innovación y la investigación son clave, en el que las empresas farmacéuticas se encuentran constantemente ante un desafío por destacar en el mercado, tanto por la eficacia de sus productos como por su capacidad para conectar con los profesionales de la salud y los pacientes. Si a este contexto le sumamos que nos encontramos en un momento en el que todos exigimos más que nunca a las marcas, una identidad corporativa sólida y bien definida emerge como un pilar fundamental para alcanzar el éxito.
¿Qué es la identidad corporativa?
La identidad corporativa va más allá del simple logotipo o nombre de la empresa. Es el conjunto de elementos visuales, comunicativos y relativos al comportamiento de una empresa que representan su imagen pública de forma integral. Enmarca su personalidad, su cultura corporativa, sus valores y su misión.
Desarrollar una identidad corporativa bien definida y cuidadosamente implementada puede impulsar el desarrollo y el éxito de la empresa.
Elementos clave de una identidad corporativa sólida
- Personalidad consistente: La comunicación debe tener un tono y estilo coherentes que reflejen la personalidad de la marca. De este modo, además de reforzar la imagen de la empresa, también se favorece la conexión emocional con los stakeholders.
- Cultura organizacional: Son las normas, comportamientos y prácticas internas que definen la forma en que los trabajadores interactúan entre ellos. Una cultura sólida aumenta el compromiso de los trabajadores, y fomenta la innovación, la resolución de problemas y la adaptación a los constantes cambios del mercado.
- Valores corporativos: Son los principios éticos y morales que marcan las acciones de la empresa. Deben reflejarse en todas las actividades de la empresa y comunicarse de manera consistente para fortalecer la confianza y lealtad tanto de los clientes como de los trabajadores.
- Misión y visión: Definen el propósito fundamental de la empresa y sus proyecciones futuras, de modo que guían todas las decisiones tanto estratégicas como operativas hacia un objetivo común.
- Comunicación corporativa: Engloba todas las formas en que la empresa se comunica con el exterior, desde la publicidad hasta la comunicación interna. Esta comunicación debe ser clara y alineada con los valores y la personalidad de la empresa.
- Identidad visual: Incluye el diseño del logotipo, la tipografía, los colores y otros elementos gráficos que identifican a la empresa. Una identidad visual atractiva y profesional es esencial para destacar y captar la atención de los profesionales sanitarios y de los pacientes.
En la mente del médico, la identidad de corporativa de tu empresa juega un rol importante
En un sector tan competitivo como el farmacéutico, una identidad corporativa fuerte puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
En la industria farmacéutica se está produciendo un cambio de mentalidad, pasando del “Patient Centricity” al “Person Centricity”. Esta tendencia hace referencia a la importancia de considerar al paciente como persona en su totalidad y tener en cuenta sus perspectivas, narrativas, valores, preferencias, psicología y emocionalidad, espiritualidad, preocupaciones existenciales, contexto cultural, miedos, preocupaciones, esperanzas, metas y ambiciones, además de las necesidades físicas atribuibles a una enfermedad.
Desde nuestra perspectiva, esta manera de pensar no debe aplicarse únicamente al paciente, sino que debe incluir a los profesionales sanitarios. Los puntos citados anteriormente deben valorarse a la hora de enfocar nuestra comunicación con ellos. En este sentido, la identidad corporativa juega un papel clave, ya que tanto los profesionales sanitarios como los pacientes tienden a confiar más en empresas que tienen una identidad coherente y con la que se identifican.
Pero esto no solo afecta a pacientes y sanitarios… Todos queremos trabajar para empresas que se alineen con nuestros propios valores. Buscamos el sentido de pertenencia y orgullo profesional, un entorno estimulante e inspirador.
Para afrontar con éxito los retos que se plantea cualquier marca del sector farmacéutico es fundamental que la identidad corporativa sea meticulosamente estudiada y creada por profesionales que comprendan no solo el ámbito empresarial, sino también la importancia de la creatividad. Una identidad corporativa meticulosamente diseñada, única, atractiva y diferenciada permite a la empresa afrontar mejor los desafíos internos y externos, así como movilizar a los empleados hacia el éxito de la empresa al sentirse parte de una causa común.
Pasos para lograr una identidad corporativa sólida
Lograr una identidad corporativa consistente es un trabajo de mucha dedicación e implicación que requiere de estudio y atención al detalle. Hay una serie de pasos fundamentales a seguir en su desarrollo:
- Realizar una investigación de mercado: Es importante comprender las necesidades, preferencias y expectativas de los pacientes y profesionales sanitarios. Esto es crucial para lograr que la identidad corporativa resuene en el público objetivo y diferencie a la empresa de los competidores.
- Definir la visión, misión y valores de la empresa: Estos elementos deben ser la base de la identidad corporativa y constituir una guía para todas las acciones y decisiones a tomar en la empresa.
- Desarrollar una USP (Unique Selling Proposition): La empresa debe identificar lo que la diferencia de sus competidores y transmitirlo de manera efectiva. Esto ayuda a posicionar a la empresa y a atraer tanto a stakeholders como a trabajadores con talento.
- Crear una personalidad de marca consistente: la identidad corporativa debe tener un tono y estilo coherentes que reflejen tanto su personalidad como sus valores.
- Diseñar una imagen visual atractiva: El logotipo, el diseño web y otros materiales visuales de la empresa deben ser profesionales y memorables, para lograr captar la atención y consolidar la percepción de la empresa como innovadora y confiable.
- Comunicar la identidad corporativa de manera efectiva: La empresa debe comunicar su identidad corporativa de manera consistente a través de todos los canales de comunicación. Esto afecta tanto a la comunicación externa (como la publicidad o las comunicaciones en redes sociales), como a la comunicación interna con los trabajadores.
La identidad corporativa es mucho más que una herramienta de marketing; es un activo fundamental para las empresas, ya que constituye su esencia y su capacidad para comunicar su propósito y valores a sus stakeholders. En una industria como es la farmacéutica, en la que la confianza y la credibilidad son fundamentales, tener una identidad corporativa consistente constituye un motor decisivo para el éxito. Invertir en su estudio, desarrollo y consolidación permite a la empresa construir confianza y lealtad entre los clientes y trabajadores, y aumentar el valor de la empresa a largo plazo.
Una identidad corporativa fuerte no solo diferencia a la empresa en el mercado, sino que también inspira y guía al equipo interno hacia un mayor impacto en el mercado.