Consejos para adaptar el espacio y que se convierta en un entorno seguro y confortable para las personas mayores.
El aumento de la esperanza de vida no ha dejado de crecer en las últimas décadas y plantea retos tanto para las personas mayores como para sus familias a la hora de organizarse y brindarles un hogar cómodo y seguro. Según datos del Instituto de Mayores y Servicios Sociales, en la actualidad casi un 20% de los españoles, más de 9 millones de personas, son mayores de 65 años. De ellos, 9 de cada 10 elige continuar en su vivienda o en la de un familiar en lugar de ingresar en una residencia. Uno de los principales motivos es poder conservar parte de su independencia, así como tener consigo sus posesiones más queridas o poder convivir con sus mascotas. Todo ello es muy beneficioso para su bienestar físico y mental. Sin embargo, es necesario adaptar la vivienda y contar con una serie de dispositivos esenciales para garantizar su óptimo cuidado y que puedan tener la mejor calidad de vida posible.
Dispositivos clave para adaptar una casa a las personas mayores
Uno de los dispositivos que no debe faltar en una vivienda adaptada es un avisador personas mayores. Se trata de un intercomunicador con un botón rojo de emergencia, que puede ser fijo o portátil, y que cuando se pulsa envía señal a un sistema de respuesta o directamente a servicios de emergencia, garantizando que el usuario pueda recibir ayuda de forma inmediata.
Las camas articuladas son otro recurso muy ventajoso que combina funcionalidad y confort. Al permitir modificar la inclinación de la cabeza, los pies o el torso, se adapta a las necesidades individuales del usuario, tanto si es autónomo como si necesita ayuda de cuidadores. Además, las camas articuladas ayudan a prevenir problemas de salud como úlceras en la piel, problemas circulatorios y respiratorios como el asma o la apnea del sueño, o digestivos como el reflujo gastroesofágico.
Otro dispositivo muy práctico es un pastillero electrónico que ayuda a llevar un control sobre la medicación de las personas mayores, que habitualmente necesitan tomar varias pastillas al día. Se trata de modelos de pastillero que tienen compartimentos para cada día de la semana y para diferentes horas del día y emiten alarmas sonoras o visuales para recordar a los ancianos qué pastilla deben tomar en cada momento, evitando peligrosos olvidos o equivocaciones.
Es esencial que las personas mayores no se sientan aisladas y puedan comunicarse con sus seres queridos. Para ello existen modelos de teléfonos con grandes botones o amplificación de sonido, orientados a personas mayores con problemas de visión o audición, que además son fáciles de usar.
Según varios estudios, casi la mitad de las personas mayores de 75 años tienen dificultades para oír, que se denominan presbiacusia. Una posible solución ante estos casos es instalar bombillas inteligentes en algunas partes de la casa que se encienden automáticamente cuando suene el timbre o el despertador, sirviendo como señal visual al usuario.
Hay que tener en cuenta que la selección de los dispositivos más adecuados depende de las capacidades específicas de cada persona, por lo que es conveniente consultarlo con el personal médico que les trata habitualmente para que nos ayude a entender sus necesidades actuales y futuras. También es importante que no se produzcan cambios drásticos en el hogar de las personas mayores que puedan perturbarles. Se trata de crear un entorno práctico y seguro para ellos, pero en el que se sientan cómodos y tranquilos.