Por Laura Sabio Manzano, Estrategia y Marketing Digital en ENE.
¿Sabes esa angustia por no estar al día de todo lo que pasa en el mundo, y en concreto, de todos los avances a los que parece que los demás sí llegan? Como a finales de los 90, cuando eso de “internet” comenzaba a funcionar y parecía que iba a ser algo grande… pero no sabías cómo.
Pues hace nada leí un tweet donde se opinaba que el movimiento profesional más inteligente ahora mismo es tomarse un año sabático para aprender sobre Inteligencia Artificial. Este IA-gobio, IA-angustia, IA-nsiedad, llámalo como quieras, creo que lo estamos padeciendo muchos (en cualquier puesto de trabajo, no solo en comunicación) y se nos está yendo de las manos el tema. Sobre todo, con la pregunta puesta sobre la mesa de si la IA va a eliminar empleos, viendo el precedente del ERE de Doméstika en España.1
Jovar, qué agobio esto de la IA, ¿no?
Yo vengo a decir aquí que el video no acabó con la estrella de radio, aunque sí quitó un pelín de cuota de mercado. También están ahí las bibliotecas pese a internet, ¿no? Pero ya no usamos enciclopedias, porque han quedado desfasadas… Creo que ahí está el punto. Hoy por hoy la humanidad sigue siendo indispensable al frente de la tecnología, tenemos que supervisar las tareas que realizan y pedirles hacerlas. Integrar, sí, te puede hacer más eficiente; depender, no, te hará prescindible.
Lo que hay que hacer es enfrentarse al cambio de la inteligencia artificial con inteligencia y estrategia, lo que nos define como humanos, nuestro principal diferencial. Tendremos que aprender a utilizar esta nueva herramienta (y las que estén por venir), y dirimir sobre cuándo, dónde y cómo hacerlo. En el futuro, las partes más mecánicas de nuestro trabajo (como en la revolución industrial) serán realizadas por estos “robots”, y se pedirá a los candidatos de cualquier trabajo generativo de ideas, conceptos, planes y estrategias estar familiarizados con estas herramientas para ser más eficientes y productivos.2
Me encanta el nuevo término de “AI Prompters”. Se apunta a que pueden ser los profesionales más demandados en los próximos años. Son las personas que se están formando para dar las directrices y las instrucciones más adecuadas para que ChatGPT e IAs similares devuelvan resultados óptimos de una forma eficiente, es decir, para que los resultados sean verdaderamente útiles y no un mero experimento o forma de pasar el rato.2 Y algo apunta a que el camino va por ahí, cuando a fecha de escribir este artículo, ya hay proyectos de programas de IA capaces de gestionar la realización autónoma y en tiempo real de eventos audiovisuales3, y Adobe comienza a experimentar en una herramienta integrada, Firefly, que permitirá generar (que no crear) imágenes, ilustraciones y videos solo diciéndole con frases qué resultado deseas obtener.4
“Muy bien, hasta aquí la teoría, Laura, pero dame la práctica, cómo lo uso yo o cómo comienzo en esto”. OK, te compartiré mi experiencia y mi parecer:
- Pruebo, juego y utilizo las IAs que me han gustado por el momento para automatizar algún que otro proceso tedioso de mi día a día (aunque sigo teniendo que supervisarlo igual), para ponerme a prueba creando promts, para hacer búsquedas más centradas en un objetivo que con Google y para inspirarme con los contenidos y keywords para SEO para mis proyectos personales.
- Por ahora, he probado ChatGPT (la más sencilla y que seguro te sonará más), te recomiendo empezar por esta. También está copy.ai, que es 100% texto y muy útil en cuestión de idiomas (para planificar viajes o traducir respuestas de RRSS es perfecta). Con Midjourney se han elaborado las imágenes de este artículo. Por ejemplo, en esta de abajo le he preguntado cómo se imagina a los profesionales sanitarios del futuro pasando consulta. Y sé que existen también IAs de video, pero esas no me atrevido a probarlas. Si te interesa el tema, y creo que sí, si has leído hasta aquí, entra en AIFINDY, que es un directorio de herramientas basadas en inteligencia artificial y seguro que te ayuda a dar con lo que estés buscando.
Un sanitario del futuro pasando consulta… yo no lo veo.
Soy muy consciente de sus limitaciones y del debate moral que plantean: alguien nutre a estas herramientas, y ellas se nutren del trabajo de otros. Entonces, ¿quién es el auténtico creador? ¿Podemos hablar correctamente de plagio, puesto que no crean, sino que generan? ¿Los resultados son correctos, están sesgados, dónde está la fuente? Además, si todos utilizamos los mismos resultados que arrojan, ¿dónde queda lo nuevo y lo creativo? Vamos, que de momento juego con ellas, me divierten y me inspiran. Pero no son la panacea y, además, si se utilizan para clientes, los resultados dejan mucho que desear en cuanto a fiabilidad y entrega datos confidenciales a sus creadores. Datos que pueden ser utilizados para nutrirlas. Descartada laboralmente.
Mi uso favorito de las IAs: inspirar a otros para que se sientan creativos y se vean capaces de crear. Por ejemplo, la cuenta @SpanishIA pidió a los usuarios de Twitter que les dijeran en un tweet qué querían generar. Podéis ver la imagen de “El Palacio Real de Madrid junto a una playa tropical”. Me parece fascinante el poder que otorgan las IAs para que todos podamos plasmar con mayor facilidad nuestras ideas y hacerlas tangibles y entendibles.
El Palacio Real de Madrid junto a una playa tropical, según Midjourney; imagen generada por @SpanishIA.
Ahora bien, también me da miedo que cualquiera se sienta poseedor de la verdad absoluta o que se piense que lo que le ha dicho una IA va a misa. Si ya es peligroso el “Doctor Google”, imagínate si encima parece que quien te da la respuesta a tu pregunta es una persona por la forma de expresarse y de escribir. Por eso, animo a cualquier profesional sanitario que pueda estar leyendo esto a ser un “nutricionista de IAs”: las IAs se nutren de contenidos para generar respuestas, no las crean. Cread mucho contenido. Preguntad mucho a las IAs. Dadles correcciones a sus resultados. Haced que vuestra labor divulgativa llegue a las IAs y, por tanto, a todos los pacientes que puedan llegar a utilizarlas como búsqueda de información (que lo harán, seguro). También, si podéis, mostrad el camino adecuado a vuestros pacientes sobre el uso de las IAs, como se hizo en su momento con internet: ChatGPT puede ayudar a entender mejor los informes médicos para que no sean tan técnicos, diseñar dietas basadas en alergias e intolerancias, hacer tablas de ejercicios según edad y patología… pero siempre supervisado por un profesional sanitario.5 Y no, nunca podrá sustituir a un profesional sanitario, ni en conocimientos ni en atención, por muy amable que sea.
A modo de cierre, lanzo una pregunta, ¿nos superará la Inteligencia Artificial como “pensadores”? Mi respuesta es que no, porque no tienen la raíz de nuestra creatividad, que es: cultura, vivencias, recuerdos, experiencias… ¿Tú qué opinas? Coméntamelo por Twitter o Linkedin, ¡sigamos hablando!
Fuentes consultadas para la elaboración de este artículo:
4. https://www.adobe.com/es/sensei/generative-ai/firefly.html
5. https://www.alimente.elconfidencial.com/bienestar/2023-03-05/uso-chat-gpt-en-medicina_3586060/
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