Por Javier Gimeno, Farmacéutico & Miembro de la comunidad de Farma Leaders Talento.
En el panorama actual uno de los desafíos de salud global del siglo XXI, la diabetes se hace hueco como una pandemia silenciosa, pero no menos devastadora. Actualmente son ya más de 537 millones de adultos (20-79 años) de personas afectadas en todo el mundo, una enfermedad crónica que está transformando vidas y sistemas de salud de manera profunda y sostenida.
Vamos con una serie de datos, que al final, es lo que nos interesa y nos llama la atención. En Europa 1 de cada 11 adultos sufre de diabetes (estamos hablando de un total de 61 millones de europeos que viven con diabetes). 1 de cada 3 adultos no está diagnosticado de diabetes. Esta enfermedad se ha llevado por delante a 1.1M de europeos en 2021. No son datos para pasarlos por alto, ¿verdad? (Datos extraídos de https://diabetesatlas.org/).
Para muchos será una gran desconocida, pero parte de lo que sabemos ahora acerca de la diabetes se lo debemos a Dorothy Crowfoot Hodgkin. ¿Por qué? Fue una química británica cuya labor en el campo de la cristalografía de rayos X revolucionó nuestra comprensión de las estructuras de las moléculas biológicas. Por lo que es más conocida es por sus estudios sobre la estructura de la penicilina, la vitamina B12 y nuestra gran amiga la insulina, de la que vamos a hablar largo y tendido. Y aunque fue uno de sus logros más destacados, pues es la hormona crucial para la regulación de los niveles de glucosa, la estructura no fue completamente determinada hasta 1969.
La diabetes afecta al cuerpo de múltiples maneras. En términos de fisiopatología, la diabetes tipo 1 (DM1) se caracteriza por la destrucción autoinmune de las células beta del páncreas, lo que resulta en una producción insuficiente de insulina. En contraste, la diabetes tipo 2 (DM2) generalmente implica una combinación de resistencia a la insulina y una producción insuficiente de insulina por el páncreas.
Desconocemos lo complicado que puede llegar a ser un día en un paciente diabético: Tomemos el ejemplo de María, una mujer de 45 años diagnosticada con diabetes tipo 2. María debe monitorizar su nivel de glucosa en sangre varias veces al día, mantener una dieta equilibrada y hacer ejercicio regularmente. Además, debe administrar insulina y otros medicamentos para mantener sus niveles de glucosa bajo control.
Fruto de esto leer un post sobre hormonas me llamó la atención lo siguiente “La interacción entre estas alteraciones hormonales y la predisposición genética crea un escenario en el que ciertas personas son más susceptibles a trastornos metabólicos, es decir, la genética puede determinar cómo respondemos a estas, predisponiéndonos a condiciones como la obesidad, la diabetes y otras enfermedades metabólicas. Pero en la gran mayoría de los casos, la DM2 está originada por un cúmulo de malos hábitos como son el sedentarismo, la comida rápida, la obesidad, estrés o falta de sueño.”
Pero vayamos a la chicha de la diabetes.
Voy a centrarme en la DM2 ya que la DM1 se centra en la administración de insulina (Humalog, NovoRapid, Apidra, Toujeo, Lantus, etc.) y el manejo de sus niveles de glucosa, pero no quiero restarle importancia ya que también se tiene que combinar con dieta y ejercicio.
¿Como la tratamos actualmente?
La diabetes tipo 2 se maneja principalmente mediante cambios en el estilo de vida (dieta saludable y ejercicio regular). Es lo primero que se intenta enseñar y recalcar. ¿Por qué digo esto? Pues porque por ponerte el ejemplo más sencillo, el primer medicamento que se usa es la Metformina y si vamos a su ficha técnica y cito textualmente su indicación terapéutica dice así “Tratamiento de la diabetes mellitus tipo 2, especialmente en pacientes con sobrepeso, cuando la dieta prescrita y el ejercicio por sí solos no sean suficientes para un control glucémico adecuado” cuando más adelante vuelve a recalcar “Se ha demostrado una reducción de las complicaciones relacionadas con la diabetes en pacientes adultos diabéticos tipo 2 con sobrepeso tratados con metformina como tratamiento de primera línea tras el fracaso de la dieta”. Con esto quiero recalcar que la primera actuación es la dieta y el ejercicio y fracasa en mucho de los casos. (¡¡¿Cómo puede ser esto posible?!!)
Bajo mi punto de vista puede deberse a una serie de motivos principales, el primero de ellos es que la gente quiere ver efectos inmediatos, rápidos y es más fácil con una pastilla o una inyección antes que dedicarle tiempo a comer bien y a tener un estilo de vida activo. Otro motivo es que cuando el experto sanitario te aconseja respecto a tu alimentación, se sigue más el consejo cuando se dice añadir antes que evitar porque cuando prohíbes algo, el ser humano tiene más ganas. Me explico en esto último, igual el paciente es más consciente si se le aconseja que antes de tomar una galleta te tomes una manzana porque igual una vez te tomes la manzana ya no te apetece esa galleta porque te has quedado saciado, porque únicamente se trataba de un hambre emocional.
La metformina puede ser uno de los medicamentos más conocidos, pero existen muchos más como pueden ser Eucreas, Efficib, Trajenta, etc. (todos ellos vía oral). Además de tratamiento vía oral existen tratamientos vía intravenosa y aquí es donde quiero hacer más hincapié.
En los últimos meses se ha puesto muy de moda un medicamento antidiabético, sí ese mismo que te acaba de pasar por la cabeza, no te estás equivocando y se trata del Ozempic. Pero ¿Por qué se ha puesto de tan de moda? Voy a citar de nuevo su indicación terapéutica de su ficha técnica “Ozempic está indicado en el tratamiento de adultos con diabetes mellitus tipo 2, que no han sido controlados adecuadamente, como complemento de la dieta y el ejercicio”. Lo que ha provocado su popularidad es que fruto de su mecanismo de acción reduce el peso corporal y la masa grasa corporal mediante la reducción de la ingesta calórica. Este efecto ha hecho que sea de interés para perder peso sin necesidad de ser diabético y por tanto haya un desabastecimiento general y por tanto no haya medicamento en el mercado para quien de verdad lo necesita, que son los diabéticos. ¿Dónde está el problema? Se fabrica mucho más y problema solucionado ¿No? No, la cosa no es tan fácil (hablo desde un punto de vista sanitario ahora mismo).
Para entenderlo mejor voy a explicarte cómo pierden peso. El principio activo es la semaglutida, un agonista de GLP-1, el cual estimula el nervio vago y el cual actúa sobre el centro del apetito que induce por tanto que te sientas lleno, saciado. Estos fármacos no actúan quemando grasa, hacen perder peso porque actúan a nivel cerebral. El problema es que suprime tanto el hambre que la gente deja de comer y antes de perder grasa, pierde músculo, porque no realizan actividad física (porque creen que la inyección es la solución, no el cambio de hábitos) quedándose sarcopénicos, los llamados “fofisanos”. Es decir, el paciente se va a desnutrir, va a perder músculo el cual nos mantiene activos, protege el hueso, tiene acción antiinaflamatoria, ayuda a regular la temperatura corporal y muchos más. Estas personas en tratamiento con Ozempic están delgadas, pero no sanos. Los fármacos son útiles porque te van a ayudar a volver a tu peso ideal, pero ¿A qué coste?
¿Solución? Saco al mercado un nuevo medicamento (en este caso con el mismo principio activo) pero con una indicación diferente, en este caso hablo del Wegovy y en su ficha técnica dice lo siguiente “Wegovy está indicado como complemento a una dieta baja en calorías y a un aumento de la actividad física para el control de peso, incluida la pérdida y el mantenimiento del peso, en adultos con un Índice de Masa Corporal (IMC) de ≥30 kg/m2 (obesidad), o ≥27 kg/m2 a <30 kg/m2 (sobrepeso) en presencia de al menos una comorbilidad relacionada con el peso, ej., alteraciones de la glucemia (prediabetes o diabetes mellitus de tipo 2), hipertensión, dislipidemia, apnea obstructiva del sueño o enfermedad cardiovascular.”
Lo único que ha cambiado es la indicación terapéutica pero el medicamento es básicamente el mismo, con los mismos pros y contras. Y en ambos casos el problema es el mismo, me explico, el principal problema es el efecto rebote, a partir de las 68 semanas de tratamiento, la gente deja de tomarlo y vuelve a coger peso, pero ese peso que se coge ya no es ganancia muscular, es grasa ¿Por qué? ¿Se han cambiado los hábitos? La respuesta es sencilla, y en la mayoría de los casos no es así.
¿Tiene cura esta enfermedad?
Actualmente, no existe una cura definitiva para la diabetes mellitus tipo 2 (DM2). Sin embargo, la enfermedad puede ser gestionada eficazmente y, en algunos casos, puede entrar en remisión. La remisión significa que los niveles de glucosa en sangre se mantienen dentro del rango normal sin necesidad de medicación antidiabética, pero esto no significa que la persona esté curada.
En algunos casos, especialmente cuando la diabetes tipo 2 se diagnostica temprano, es posible alcanzar una remisión a través de cambios significativos en el estilo de vida, pérdida de peso, y cirugía bariátrica. Sin embargo, esto no se considera una cura, ya que la condición puede reaparecer si no se mantienen estos cambios.
Como veis la diabetes es una enfermedad muy compleja, no es sencilla de tratar y queda mucho por investigar, pero mucho depende de nosotros y es lo que hay que empezar a transmitir al paciente, que todo no se soluciona con una pastilla o con una inyección.
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