Las TIC en los procesos formativos de las empresas

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Carme Rovira. Especialista en formación online. Universitat Oberta de Catalunya.

Las TIC en los procesos formativos de las empresas

20/10/2008
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IDEAS CON CAFÉ: a veces, de una conversación mientras tomamos un café, pueden surgir las propuestas más inesperadas para mejorar un curso. Damos vueltas y vueltas a las propuestas, como al azúcar, y esperamos un resultado con el justo sabor intenso que nos gusta. Aquí llegan unas primeras ideas.

Las "TIC" en los procesos formativos de las empresas
Pasar dela formación online, a una buena formación online.
"Los pequeños cambios marcan la diferencia"


Chat entre estudiante y profesora:

Profesora
"Se buscan profesionales motivados en ampliar sus conocimientos y buenos gestores de su tiempo para poder disfrutar de las propuestas del curso. Personas a las que les guste documentarse, ampliar la información, comentar abiertamente con los compañeros del aula online o participando activamente en las dinámicas del plan de estudios; personas que pregunten al profesor todo aquello que no queda claro para seguir adelante con el ritmo de trabajo propuesto, que entreguen las actividades con puntualidad, o no, mejor, antes de tiempo y que manden, cuando reciben el feedback, un impulsivo email al profesor, declarando que disfrutaron con la actividad, que aprendieron mucho con ella y que les va a ser muy útil, agradeciéndote que le hayas orientado y aconsejado de tan buena manera".

Estudiante:
"¡Basta, basta!! No creo que los profesores esperen de nosotros, que cumplamos con todos estos puntos".
¡Faltaría más!

Profesora
"Si nos documentamos y revisamos la literatura del buen estudiante online, seguramente no esperamos que satisfagan todos estos puntos, pero sí que les sería de gran ayuda poder cumplirlos.

Está claro que no esperamos el mail final, pero sí que se esfuercen y aprovechen al máximo los cursos."

Estudiante
"Bien, como estudiante online me declaro motivado en buena medida, según me motive el profesor, siempre pretendo mejorar hasta que se suma todo el trabajo a realizar.

Se acercan los plazos de entrega y quiero terminarlo todo con digna puntualidad.

La gestión del tiempo es un reto constante, pues he de coordinar tres agendas a la vez: la del trabajo, la personal y la de los estudios, por lo que el consejo de colgar un horario en la nevera no funciona, pues el documento acaba siendo tan largo que no puedo ni abrir el congelador! Ampliar la información es aquello que acostumbra a quedar pendiente en la agenda de los estudios, si bien lo voy copiando semana a semana, para no olvidarlo, hasta que nuevas ampliaciones entran como prioridad. Intento, además, estar alerta de todas las dinámicas del aula para poder participar y los temas pueden ser muy sugerentes, pero cuando voy a participar, veo un montón de mensajes de los compañeros que ya se adelantaron, por lo que me convenzo de que poco debe quedar por añadir....."

Profesora
¡¡Ufff.!! No creo que todos los estudiantes sean tan negativos...

 

Suena el teléfono, justo en este buen momento del Chat. Me disculpo con mi estudiante y respondo a la llamada, pero sigo pensando en la conversación. Estoy escuchando a la persona que me llama y que intenta venderme algún tipo de producto espectacular, mientras voy tomando notas distraídamente en una hoja en blanco. El ventilador del ordenador se pone en marcha, estamos en pausa. El café ya está frío.

Entiendo, a partir de la conversación, que el estudiante y yo, su profesora, tenemos dos perspectivas bien distintas del mismo curso y se me ocurren las preguntas siguientes:

¿Entendemos lo mismo por motivar?

¿Es bueno el planteamiento que hago del curso para todos los estudiantes del aula o debería considerar con mas énfasis los distintos estilos de aprendizaje de los estudiantes?

¿Les podría hacer el trabajo mas fácil o debería hacerlo?

¿Es suficiente el feedback que reciben los estudiantes para poder continuar con su trabajo?

¿Se divierten los estudiantes en el curso?, entendiendo por divertirse considerar el curso variado, interesante, dinámico y útil.

¿De qué maneras puedo comunicarme con ellos?

¿Cómo calculo el tiempo necesario de dedicación que le estoy pidiendo al estudiante y cómo calculo el tiempo que he de dedicar yo?

Oigo el piii, piiii, piii... la línea telefónica quedó desconectada. ¡Me colgó!

A la mañana siguiente, ya he tomado la decisión de mejorar el curso por distintos frentes. Lo más curioso del caso es que un día antes, si me preguntas por mi nivel de satisfacción del curso, te hubiera contestado que era bueno. Entiendo que hice automáticos muchos procesos del curso que pueden mejorar, por lo que me empeño en trabajar algún aspecto en especifico que no modifique la estructura actual del curso, pero sí, que pueda añadir valor, tanto para mí como para los estudiantes, tanto el feedback que reciben mis estudiantes, como la comunicación que mantengo con ellos son dos temas que me implican, me provocan y me interesa mejorar. ¡Empecemos por aquí!

Llego al trabajo convencida que mi propósito es muy ambicioso, pero soy consciente también que estas mejoras pasan primero por mis manos y en un segundo término, por la manera como los estudiantes reciben y trabajan con las mejoras que pretendo aplicar. Tengo unos días de margen antes que empiece una nueva edición del curso, por lo que empiezo a trabajar. Me tomo un café con medio sobrecito de azúcar y me conecto a Internet. Queda abierta la pantalla inicial de Google pendiente de mis palabras clave. Doy otra vuelta a mis intenciones y acabo de convencerme de lo interesante del rediseño del curso y de lo afortunada que soy de poder cambiarlo.

A veces tienes que dar un curso ya muy cerrado y el margen de maniobra es mínimo, pero en otros casos, se puede rediseñar la propuesta metodológica y de actividades de aprendizaje, pero respetando los mismos objetivos generales que hasta ahora se han estado trabajando. Introduzco pues mis palabras clave: feedback, comunicación profesor-estudiante. Además, he podido acceder a revistas de pedagogía con artículos de difusión de experiencias de profesionales, he visitado blogs en los que un grupo de especialistas buscan puntos de mejora a la formación o educación en la que trabajan, y he revisado el plan docente del curso, para tener un histórico de cómo hemos ido evolucionando, a lo largo del tiempo, a partir de las necesidades de los estudiantes.

Al rato, curiosa por el extraño silencio que reina en el despacho, alzo la vista y veo que me quedé sola. ¡Hora de comer! Aprovecho la tranquilidad para conectarme al aula online del curso. Me interesaría comentar con mi gran fuente de información: mis estudiantes actuales, sobre las dinámicas propuestas o básicamente sobre sus percepciones de mis dos temas objetivo de mejora. Veo a dos estudiantes conectados, pero pienso que como yo, deben aprovechar el tiempo de la comida para estudiar, por lo que decido no interrumpirlos… Me voy a comer.

Una vez revisada la literatura y los ejemplos que encuentro en la red, le añado los comentarios en un par de encuentros con café, de colegas de trabajo y sus experiencias, lo sumo todo con mi propio bagaje como profesora y le añado una anotación: ¡¡Importante!!! Calcular las horas de trabajo que las modificaciones al curso pueden suponer para los estudiantes y para la profesora. No quisiera que mi entusiasmo en ampliar, mejorar y aportar, pensando en que la motivación del estudiante mejore, me impida hacer un cálculo realista de la dedicación que supone para todos los participantes. También anoto revisar las posibilidades técnicas, ya que dependiendo de si me decido a utilizar un recurso u otro en mi aula online, puede que necesite trabajar con los diseñadores de la empresa, o los programadores, para conocer la viabilidad de las propuestas que me resulten más interesantes, pero si bien la consideración queda anotada, me auto-sugiero que empiece haciendo cambios significativos de calidad pero que supongan solamente mi trabajo directo, por ahora.

Empiezo pues a diseñar. Abro un documento nuevo en word que me va a servir a mí para esquematizar las ideas. Antes de continuar, reviso mi correo electrónico, un vicio personal que marca un inicio o cambio de tarea.

De cada uno de los dos temas, quiero:

Esta tabla me puede ayudar a definir mis ideas. Tengo clara la primera columna, pues es la descripción de lo que estoy haciendo en la actualidad. El reto es decidir sobre la segunda columna.

Referente al feedback acostumbro a mandar un email a cada estudiante, con breves comentarios sobre su actividad y la nota asignada. A veces, si el grupo es muy grande, publico las soluciones en el aula, visible para todos, pero pierdo la personalización que es lo que veo agradecen los estudiantes. He de valorar el factor tiempo que conlleva hacer un tipo de retorno u otro a los estudiantes.

Ante esta realidad, me propongo evaluar una de las actividades propuestas para el curso, siguiendo la técnica de coevaluación. Proponemos la realización de una actividad a todo el grupo clase. Cuando tenemos las entregas, las repartimos aleatoriamente entre el mismo grupo clase, para que cada estudiante evalúe la actividad de un compañero. De esta manera pretendo:

Ganar tiempo que dedico a la evaluación individual para centrarme más en el seguimiento de los estudiantes.

• Provoco que aumente la autocrítica de los estudiantes.

• Valorar el esfuerzo que evaluar representa. Los estudiantes van a tener una tabla en la que se detallan los ítems que quiero que consideren y que ellos van a definir para la actividad que estén evaluando. ¿Cuál es el nivel de satisfacción de cada ítem?

• Ellos evalúan sobre un tema que conocen, ya que también realizaron la misma actividad, por lo que pueden ser buenos considerando la calidad, la dedicación y los puntos fuertes y débiles de cada producto.

• Que el feedback que obtienen, lo vayan descubriendo por ellos mismos, al tener que hacer el esfuerzo de valorar si el trabajo de un compañero es satisfactorio o no.

¡Bien! ¡Buen inicio! Me propongo que los estudiantes co-evalúen en la última actividad del curso, ya que se trata de una actividad que resume todo el curso. Si yo voy siguiendo las valoraciones de las actividades a lo largo del los temas, y los resultados son positivos, éstos no deberían variar sustancialmente en la actividad final.

Relleno la tabla y redacto mi propuesta para que a la hora de presentar la co-evaluación a los estudiantes, ya tenga un texto con el detalle de lo que les pido y la tabla que también deberán rellenar. Al tener la tabla en el mismo momento en que se plantea la actividad, les va a servir para tener una buena orientación de lo que ellos mismos deben preparar.

Redactando este u otros documentos para los estudiantes, me planteo el tema de la comunicación. En el aula online tenemos distintas herramientas que me permiten comunicarme con los estudiantes, o entre ellos mismos, pero busco nuevas posibilidades.

He encontrado información sobre E-tutor de la empresa Antares Formación y Comunicación, de Barcelona (www.antares.es). E-tutor es una aplicación que me permite conectarme en tiempo real con mis estudiantes y compartir con ellos todo tipo de documentos, links, presentaciones que les voy agregando a medida que avanza la explicación en voz. Puedo hacer que hablen entre ellos, pues soy yo quien coordina la sesión para que quede ordenada, y a la vez puedo hacer que los estudiantes vean lo que tengo en mi pantalla y, por lo tanto, ir construyendo al momento con ellos. De esta manera consigo:

• Organizar sesiones de trabajo, a tiempo real, que faciliten la comprensión de las explicaciones, pero que a la vez ayuden a comprender la utilidad de los materiales que les estoy publicando en el aula.

• Crear clima de grupo, propiciando que esto se traduzca en una mejora de la participación o implicación a nivel personal en el curso.

• Que los estudiantes conozcan utilidades técnicas posibles de comunicación, para que las puedan trasladar a sus realidades profesionales.

• Aprovechar la aplicación para proporcionar un feedback inmediato a los estudiantes.

Lo que pretendo es convocar una sesión con E-tutor para trabajar un tema en concreto. De esta manera consigo les provoque la propuesta a nivel metodológico pero también a nivel de usuarios y puedo así hacer énfasis en los puntos mas relevantes tanto a nivel de contenidos, de habilidades, como de actitudes.

¡¡Uff!! Me sorprendo que no se me ocurrieran antes estas ideas, pero me alegro de estar a tiempo aún de ponerlas en marcha. De todos modos, debo dibujar como queda el curso, para comprobar que todo encaje, y para que siga un hilo argumental lógico para el estudiante, que le permita sacar buen partido del curso. Para ello diseño la tabla de base siguiente que me va a servir para ordenar todo y para ver que repercusiones puede tener una modificación futura, o que posibilidades tienen en el conjunto del curso, nuevas ideas.

Espero y deseo tanto para mí como para mis estudiantes online, que estos pequeños cambios marquen la diferencia. Voy a por un café…. Descafeinado.

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