Las editoriales serias cuentan con un Departamento de Redacción formado por periodistas especializados con una dilatada experiencia, rigen éstas y otras máximas para dar por "buenos" remitidos (de fuentes ajenas) con pretensiones de publicación. De lo contrario, no ven la luz -o reciben un tratamiento informativo que, simplemente, deja traslucir un compromiso- y tienen un destino-archivo de fácil adivinación…
Para nadie es un secreto que el lanzamiento de un producto debe cumplir hoy muchos prerrequisitos para ser tomado en consideración. Tantos, que sólo las organizaciones empresariales muy fuertes -en este caso las laboratorios farmacéuticos- están en condiciones de afrontar. Y aun así, en ocasiones debemos desdecirnos de asertos y conclusiones que en su momento parecían incuestionables, ya fuera por la seriedad de los planteamientos a priori, ya por el crédito que merecían las fuentes. Por fortuna, sin embargo, son muchos más los aciertos que los yerros.
Las editoriales españolas de prensa médica y profesional tienen en sus plantillas redactores y colaboradores que saben discernir entre lo parapublicitario y la información rigurosa y están perfectamente capacitados para reconocer el advenimiento de lo que podrían denominarse aportaciones. Es un hecho que entre éstas las hay "mayores" y "menores", pero se distinguen por sí solas en función del currículo que las acompaña.
Fruto de 20 años de experiencia, Ediciones Mayo está en condiciones de asegurar que las informaciones relacionadas con lanzamientos son acogidas con auténtica fruición por los lectores, como demuestra una relación epistolar con ellos en la que predominan las preguntas o precisiones en torno a las "novedades farmacológicas", muchas veces como consecuencia de las limitaciones que impone el espacio editorial disponible. Y ello a pesar de las modernas tecnologías de la comunicación, que pretendidamente ponen al alcance de todos y en cualquier lugar del mundo toda la información que imaginarse pueda.
Sin que sea posible aquí explicar "científicamente" las razones de este proceder en la aldea global de la comunicación, es un hecho que numerosos profesionales sanitarios españoles continúan teniendo la primera noticia de lanzamientos y estudios promocionales a través de las revistas médicas. Buena prueba de ello es que la industria farmacéutica tiene como diana a estos medios para dar a conocer sus investigaciones, los resultados de ensayos clínicos, la opinión de los expertos en torno a nuevos productos…
Ignoramos cómo proceden otras editoriales a la hora de manejar la caudalosa información que reciben, pero nuestra política al respecto es clara: apoyar y difundir toda aquella información veraz que, a nuestro juicio -pasado por el filtro experto de los profesionales médicos y farmacéuticos de nuestras publicaciones- merezca ser reproducida por razones que van desde la simple actualidad de un nuevo postulado hasta lo interpretable como un neto avance científico-técnico, pasando por noticias de presunto menor calado pero que llevan aparejado algún cambio positivo para la práctica del ejercicio médico, amén de todas aquellas iniciativas que tengan la formación continuada como objetivo príncep.
Nuestra editorial, como no podía ser de otra manera, tiene el convencimiento firme de que la palabra escrita tiene -y seguirá teniendo- un peso específico que, pese a los peores augurios, no le será arrebatado fácilmente por otras modalidades de comunicación. Y, por supuesto, que el soporte de una cabecera garantiza la fiabilidad de la información; una información que, todavía hoy, puede ser contrastada de viva voz entre personas. En suma, continuamos creyendo que el rigor, la veracidad y la independencia siguen siendo valores que merece la pena conservar en el Siglo XXI.
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