¿Qué beneficios podemos extraer de los cambios sucedidos en el sector los últimos años?
Entre los años 2008 y 2012 el sector de la Industria farmacéutica innovadora ha sufrido un importante impacto en sus ingresos debido a la crisis económica y a la reducción del gasto farmacéutico, convirtiéndose así en unos de los sectores más afectados por la crisis.
En el cómo se han verbalizado estos ajustes en nuestro país podemos advertir una importante variedad de acciones a diversos niveles que han logrado en gran medida sus objetivos de reducir la factura farmacéutica a unos niveles sin precedentes.
No es la intención de este articulo citar las diversas acciones implementadas por los pagadores para conseguir esta reducción, sino evidenciar que estas medidas han generado importantes cambios en los procesos que la industria ha de desplegar para conseguir sus objetivos de negocio y hacer llegar a los pacientes sus innovaciones terapéuticas y mejoras en la morbimortalidad de la población en general.
¡La crisis como catalizador del cambio!
Más allá de los lamentos y quejas que pudiéramos expresar por los efectos de la crisis en nuestros ingresos como sector, inversión en I+D, plantillas…. tenemos que ser conscientes que estos cambios nos han hecho más eficientes y mejores.
La irrupción de nuevos decisores, la creación de multitud de comisiones y supra-comisiones, la necesidad de nuevos y más elaborados argumentos no es nada más que la consecuencia lógica de la profesionalización de nuestros interlocutores, y por ende de nuestra evolución!
Los procesos de aprobación de la Agencia Española de Medicamento reforzados con nuevos procesos paralelos e intervención de nuevos interlocutores, más allá de los tradicionales clínicos nos han obligado a evolucionar mucho y en poco tiempo.
Todo esto ha generado que aparezcan nuevas posiciones en nuestras organizaciones, que otras posiciones evolucionen, que aparezcan nuevas estructuras que refuerzan nuestros organigramas…
Ya no solo somos capaces de comunicar eficientemente a los clínicos los avances terapéuticos, sino que además hemos aprendido a hacer llegar a los pagadores las mejoras en eficiencia que estas innovaciones pueden llegar a generarles.
Pero además estamos aprendiendo a comunicar a la sociedad lo que aportamos como sector de forma que en algún momento podamos llegar a dejar de “ser los malos” de esta historia.
Por lo tanto…. la conclusión a la que deberíamos de llegar es que al final esta crisis que ha afectado tan profundamente a la industria farmacéutica innovadora…nos ha hecho más fuertes!
¡El cambio es una gran oportunidad!
Ahora somos más fuerte desde el punto de vista global de sector, pero este cambio ….. se está produciendo de forma muy heterogénea en las distintas compañías.
Las distintas organizaciones están interpretando de formas muy diferentes las nuevas reglas del mercado, a diferencia del periodo anterior en el que las organizaciones presentaban esquemas muy similares, lo que sin duda aporta riqueza al sector.
Por otra parte la entrada de nuevos perfiles profesionales y competenciales, que aportan nuevas formas y visiones han de combinarse adecuadamente con el importante conocimiento interno que atesoramos en nuestros equipos.
Para que esto se pueda producir adecuadamente es clave elaborar planes de comunicación interna que transmitan como interpretamos estas nuevas reglas de mercado.
¿Estamos seguros que nuestra fuerza de trabajo ha entendido lo que está pasando en el mercado, más allá de la baja de facturación y las barreras que está poniendo el pagador?
Tenemos una gran oportunidad de reconstruir nuestras organizaciones adaptándolas al nuevo entorno, pero no olvidemos de comunicárselo adecuadamente a quienes tienen que hacerlo.