En el mundo actual, la mujer desarrolla múltiples roles como jefas de familia, trabajos de tiempo de completo y cuidadoras de adultos mayores, a la par del incontable número de actividades que realiza se van presentando cambios en el cuerpo propios del avance de la edad. Entre estos cambios se encuentra la menopausia, la cual es un proceso que forma parte del desarrollo de la vida de todas las mujeres el cual esta caracterizado por una serie de cambios que pueden afectar en múltiples esferas, emocionalmente, físicamente, mentalmente y socialmente, pueden llegar a ser estresantes y disfuncionales, en todos los roles importantes en los que la mujer se desarrolla Proveer un manejo y tratamiento efectivo de los síntomas y disminuir los riesgos potenciales a la salud es de vital importancia para la mujer y poder ofrecer a la mujer una vida mas plena y productiva.
DEFINIENDO LA MENOPAUSIA
La menopausia es causada por la pérdida de la función folicular y la declinación en la circulación sanguínea de los niveles de estrógenos en la sangre. La mayor parte de las mujeres la experimentan alrededor de los 45-55 años, aunque se puede presentar antes de los 40 años. Se caracteriza por tres etapas; perimenopausia temprana (irregularidades en el ciclo menstrual), perimenopausia tardía (la ausencia del periodo menstrual por más de 60 días), menopausia (ausencia del periodo menstrual por 12 meses) y postmenopausia es el periodo que se presenta después de la ausencia por un año del periodo menstrual. En algunas mujeres la transición de la menopausia puede llegar a ser gradual o con manifestaciones (síntomas) leves o con presencia de manifestación severas o de presentación repentina por la remoción del útero y ovarios (histerectomía y ooforectomía). El periodo de manifestación de los síntomas desde la perimenopausia hasta el periodo postmenopáusico puede durar de 5-12 años donde la presentación de la misma puede ser de leve a severa (Basavilvazo Rodríguez Maria Antonia et al., 2013).
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
Son múltiples las manifestaciones (síntomas) que se presentan en este periodo de vida como, trastornos del sueño, ansiedad, depresión, perdida del apetito, migraña, palpitaciones, disminución en la concentración (con mayor incidencia en la etapa de la perimenopausia). Se ha visto que el 75% de las mujeres presentan oleadas de calor (bochornos), sudoración profusa, en algunas ocasiones se pueden presentar de predominio nocturno, asociándose esto con trastornos del sueño, fatiga. Las manifestaciones se presentan en diferentes órganos como: la piel, sufre cambios como disminución en la elasticidad, hidratación, perdida de cabello. De igual manera se presentan una disminución en el apetito sexual, dolor al coito, aumento de peso, recurrencia en infección de vías urinarias, aumento en la grasa abdominal, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina. Dentro de los sistemas que también presentan cambios durante el periodo de la menopausia se encuentra el musculoesquelético, los huesos presentan un aumento en la porosidad condicionando el desarrollo de la osteoporosis, aumentando el riesgo de fracturas (perdida de la densidad de (1.8-2.3% por año). También se ha observado un aumento en el desarrollo de osteoartritis condicionando a dolor y disminución de la movilidad en manos, rodillas y espalda (Basavilvazo Rodríguez Maria Antonia et al., 2013; Lee et al., 2020a).
La presencia de los síntomas de la menopausia varía de acuerdo a la región geográfica, etnicidad, peso, enfermedades metabólicas adyacentes. En países de Latinoamérica y Europa las mujeres presentan mayormente bochornos, cambios de carácter, en países de Asia los síntomas genito urinarios son los más prevalentes. Existe un mayor riesgo cardiovascular y una mayor duración en los síntomas de la menopausia en mujeres con obesidad.
La calidad de vida disminuye considerablemente en mujeres cuando los síntomas de la menopausia son muy severos o no son tratados de manera adecuada y se prolongan considerablemente. Esta disminución en la calidad de vida y la discriminación laboral y del entorno social está directamente asociado la presentación de los síntomas de manera extrema, dentro de estos síntomas se encuentran los cambios emocionales, disminución de la libido, los bochornos y sudoración profusa. Otro síntoma que afecta mucho a las actividades diarias de una mujer es la presencia del dolor en articulaciones y su desgaste, condicionando a la mujer a la disminución considerable de la movilidad. Se llegan a presentar síntomas muy severos, llevando a la mujer a sufrir sus complicaciones como disfunción cognitiva, (disminución en la memoria), osteoporosis severa presentando un riesgo muy elevado de fracturas, así como un aumento considerable en el riesgo cardiovascular (Monteleone et al., 2018) (Denise Black et al., 2023).
Es también importante considerar el proceso de estrés social y laboral que aun en la actualidad sufren las mujeres con menopausia agravando sus síntomas psicológicos que sufren por la disminución de estrógenos. La menopausia llega a condicionar la vida productiva y familiar de una mujer sobre todo en las civilizaciones de occidente la aparición de los síntomas y la gravedad de ellos suelen atravesarse con muchas dificultades y en algunas ocasiones la información que se le da a la mujer es limitada o negada, llevando a la mujer a vivir este periodo de manera dramática y problemática aumentado los estados de depresión, ansiedad. Por lo cual es necesario que la mujer tenga una seguimiento y acompañamiento multidisciplinario donde se ayude a la mujer a la disminución de los síntomas y el restablecimiento más adecuado a su vida diaria. Los tratamientos pueden abarcar el tratamiento farmacológico, psicológico, nutricional y en cambios de estilo de vida.
OPCIONES TERAPÉUTICAS PARA TRATAR LA MENOPAUSIA
Dentro de los tratamientos farmacológicos que se proponen se encuentran las terapias de recambio hormonal como la terapia de liberación intrauernia de levonorgestrel, el estrógeno oral y percutáneo, dosis baja de anticonceptivos y terapia de estrógeno-progesterona. El uso de estas terapias disminuye los síntomas como los bochornos, depresión, trastornos del sueño. El uso de la terapia hormonal se ajusta a la frecuencia y severidad de los síntomas. El uso de agentes vaginales no estrógenos como dehidroepandrosterona mejora de manera considerable el dolor al coito y la resequedad vaginal, sin embargo, estrógeno tópico vaginal también es recomendado para la disminución en la frecuencia e intensidad de los síntomas genitourinarios. El inicio temprano de terapia de recambio hormonal disminuye el riesgo cardio vascular y mejora el metabolismo de la glucosa y lípidos (Lee et al., 2020b) Sin embargo con la terapia de recambio hormonal presenta algunas contraindicaciones como antecedentes de cáncer de mama, hiperplasia endometrial no tratada, cardiopatía isquémica, hipertensión arterial no controlada entre otras. Sin embargo, como ya se ha mencionado no es la única terapia que se puede utilizar para minimizar los efectos de la disminución de estrógenos, como las hormonas bioidénticas o naturales, las cuales son sustancia sintetizadas derivadas de productos vegetales como el camote (Basavilvazo Rodríguez Maria Antonia et al., 2013; Vázquez Martínez de Velasco José Efraín et al., 2104.)
Sin embargo cuando la terapia hormonal puede presentar algunas contraindicaciones y no es posible que algunas mujeres la consuman, hay otros componentes que pueden ayudar a minimizar los síntomas como los inhibidores de recaptura de serotonina y norepinefrina. Se sabe que existen otras opciones como la fitoterapia, la cual contiene fitoestrógenos, los cuales presentan acción sobre hueso, cerebro, sistema cardiovascular, ovario y en los receptores estrogénicos. El consumo de los fitoestrógenos ayuda a disminuir síntomas como los bochornos, sudoración, previene la osteoporosis y mejora el metabolismo de las grasas y azúcar. Entre los componentes que contiene fitoestrógenos son las isoflavonas (soya, lentejas, garbanzos legumbres), lignanos (semillas de lino), ginseng, camote mexicano, valeriana, alfalfa. En Europa es usado el Cohosh Negro, el trébol rojo, el licorice, la zarzarparrilla (Navarro Despaigne, 2001).
Aun cuando se sabe que la menopausia es un estado de cambios fisiológicos en la mujer, el desarrollo de la depresión, ansiedad, trastornos del sueño pueden llegar a ser más fuertes dependiendo del aspecto sociocultural y psicológico de cada mujer o en aquellas mujeres donde la terapia recambio hormonal no puede se usada por alguna contraindicación, la terapia psicológica pudiera ser una puerta de salida y una luz para las mujeres cursando este periodo.
Dentro de las terapias que se han propuesto para la ayuda y manejo de la menopausia se ha propuesto la terapia psicológica (cognitivo-conductual), ofreciendo a la mujer herramientas de relajación, entrenamiento conductual ante situaciones que agraven la ansiedad y depresión. La terapia psicológica ofrece un acompañamiento y herramientas que ayuden a la mujer en estadios de ansiedad, depresión, control de ira, trastornos del sueño, cambio de hábitos, promoción a la salud, generación de redes de apoyo sociales y familiares, cambio de ideas irracionales y poco favorecedores frente al desarrollo de la menopausia. La terapia psicológica ayuda a la mujer a minimizar algunos síntomas y mejorar la calidad de vida de la mujer y las interacciones sociales, familiares y laborales, así como ofrece un acompañamiento y guía para el cambio de estilo de vida. Ya sea que se ofrezca como alternativa junto con el uso de terapia de recambio hormonal o fitoestrógenos o como terapia única cuando las mujeres no puedan usar ningún tipo de terapia (Larroy et al., 2004).
Una buena alimentación y el ejercicio son fundamentales en todas las etapas de la vida, pero en la menopausia son fundamentales, se sabe que en la menopausia el desarrollo de la osteoporosis, los dolores articulares y la perdida de la masa muscular, disminuye considerablemente la movilidad en las mujeres, también como ya se ha comentado, existen cambios metabólicos que condicionan a un fuerte riesgo cardiovascular.
Realizar ejercicios de fuerza y entrenamiento aeróbico con una buena suplementación y dieta rica en calcio y vitamina D, es una auxiliar ideal para la prevención de la osteoporosis. El combinar entrenamientos de fuerza y resistencia provee beneficios cardiovasculares, aumento de la masa muscular, disminuye los efectos del desgaste articular. La combinación de alimentos y suplementos ricos en calcio, isoflavonas , Omega-3 junto una rutina de ejercicios donde se incluya 2 días de fuerza y 2 días de resistencia aeróbica por semana , incorporando yoga o tai-chi mejora fuerza, balance , flexibilidad El realizar actividad física también mejora el metabolismo del colesterol, triglicéridos, glucosa, ayuda a minimizar los bochornos y mejora la calidad de sueño, mejorando la musculatura y circulación pélvica, mejora mucho los síntomas genitouranrios. Existen múltiples combinaciones de rutinas de ejercicios, con una buena alimentación que pueden ayudar a disminuir y minimizar los efectos negativos de la menopausia en la mujer (osteoporosis, riesgo cardiovascular entre otros) y ayudar a mejorar a su vez el estado de ánimo (Sánchez-García et al., 2023).
CONCLUSIÓN
Aun a pesar de que la menopausia es un proceso natural que todas las mujeres viven, existe una gran desinformación y una gran falta de apoyo familiar, laboral e inclusive médico, lo cual condiciona a que la menopausia sea vivida como una experiencia vergonzosa, silenciada y ocultada. Existen múltiples alternativas que se pueden ofrecer desde un abordaje multidisciplinario (médicos, psicólogos, nutriólogos) para que la menopausia no sea condicionante a vivir una vida en caos y depresión y la mujer viva plena, saludable y feliz.
BIBLIOGRAFIA
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