El cabello es un aspecto importante en la imagen de una persona. Seguro que os habéis dado cuenta que todos los adolescentes suelen lucir el peinado de moda. ¡Y da igual cuándo leas esto!
Por tanto, tener un cabello sano y radiante es una preocupación común. El agobio que puede generar una caída capilar brusca o el deterioro general del cabello son motivos más que habituales para buscar consejo en la farmacia. Sin embargo, antes de invertir en costosos tratamientos, tenéis que conocer el pelo para saber cómo ayudarlo.
¿Qué es el pelo?
Por un lado, tenemos la parte funcional, el folículo piloso, y, por otro, el pelo en sí mismo, el cual no tiene vida. Nacemos con un número de folículos pilosos que va a permanecer constante a lo largo de la juventud e irá disminuyendo poco a poco con el envejecimiento.
Aunque determinar cuál es la cantidad de pelo que perdemos cada a día es prácticamente misión imposible, se calcula que cada persona tiene de media unos 100.000 cabellos, de los cuales se le caen entre 50 y 150 hebras diariamente. Eso sí, se trata de una cifra muy inexacta, puesto que depende de muchos factores.
El cabello está continuamente regenerándose y lo habitual es que cada pelo viva de dos a seis años. A lo largo de este periodo se van repitiendo una serie de fases asincrónicas: el crecimiento (2-6 años), el reposo (3 semanas) y la caída (3-4 meses) forman el ciclo de vida capilar. El pelo del cuero cabelludo crece entre 0,35 y 0,5 mm cada día.
Factores que afectan negativamente a la salud capilar
Hoy en día se puede hacer casi cualquier cosa con el pelo. Se puede modificar mediante el uso de tintes, lociones de tratamiento, planchas de alisado, etc. Pero hay que tener en cuenta que la exposición a estos agentes van a causar lesiones externas en el tallo, dañando la cutícula y haciendo que el cabello sea más poroso.
Los factores internos pueden afectar al crecimiento e incluso provocar la pérdida temporal o permanente del cabello y pueden influir en su aspecto (fuerza, grosor...). Sin embargo, los factores externos no afectarán al crecimiento, sino al aspecto, ya que solo actúan sobre el tallo, sobre la parte biológicamente muerta.
El efecto del sol sobre el cabello
La llegada del verano siempre supone un desafío si se quiere cuidar la salud y apariencia del cabello. El calor en sí puede deshidratar el cabello, haciendo que se vuelva seco, áspero y quebradizo.
La luz solar daña la estructura del cabello, lesionando la cutícula, lo que afecta al brillo y a la capacidad de peinado. Además provoca la decoloración del mismo y disminuye su resistencia mecánica.
Por último, también pueden debilitar la queratina, la proteína principal del cabello, provocando su deterioro y la aparición de puntas abiertas.
Productos para el cuidado del cabello
El mercado ofrece una amplia gama de productos para el cuidado del cabello. Antes de escoger es fundamental que se conozcan las necesidades de cada uno. Así se podrán elegir los productos adecuados para optimizar las cualidades cosméticas.
Champú
Por un lado, tendremos el champú, que tiene como objetivo eliminar el exceso de sebo, el sudor, las descamaciones del estrato córneo, restos de productos de peinado y la suciedad ambiental.
La elección del champú dependerá del tipo de cuero cabelludo y pelo que tengáis.
- Pelo dañado: es recomendable buscar productos con fórmulas reparadoras para nutrir el cabello. Se deberían alternar con champús de uso frecuente que tienen mejor capacidad de
limpieza.
- Pelo normal: se considera que existe una formación de grasa equilibrada y que el pelo no es demasiado fino. Los champús para pelo normal o de uso frecuente tienen buena capacidad limpiadora y algunos componentes nutritivos.
- Pelo delicado: es vital decantarse por ingredientes y fórmulas suaves.
- Pelo graso: se da cuando se forma una gran cantidad de grasa en la raíz. Es más frecuente en adolescentes o varones. Los champús para regular el exceso de grasa tienen una gran capacidad limpiadora, pero también son los más dañinos para la cutícula. Por eso es recomendable utilizarlos de modo alterno con champús de uso frecuente.
- Pelo con caspa: son champús con ingredientes como el ácido salicílico, urea o derivados de la brea. Estos productos acaban con la descamación del cuero cabelludo y reducen la inflamación o la población de hongos. Tienen una gran capacidad limpiadora y una baja acción acondicionadora. Por ello, como en el caso del pelo graso, es recomendable alternarlos con champús de uso frecuente.
Acondicionador y mascarilla
Si el cabello está encrespado o tiene tendencia a enredarse hace falta un acondicionador en la rutina de cuidado capilar. Éste va crear una capa protectora alrededor de los mechones que facilita el peinado, al reducir nudos y el encrespamiento. Hace que el cabello sea mas suave y terso, para que sea más sencillo cepillarlo sin dañar la cutícula. Si se utilizan herramientas de calor y productos químicos en la melena, es recomendable además utilizar productos que tengan protección UV.
Otros productos capilares
Además, existen otros productos como los protectores solares capilares, los protectores de calor, aceites esenciales para mejorar las condiciones del cuero cabelludo…productos de peinado adecuados para cada situación.
Consejos para una buena rutina capilar
Es importante seguir una rutina cosmética adaptada a cada situación.
La importancia de la alimentación para la salud capilar
La salud de vuestro cabello también depende en gran medida de la alimentación. Una dieta equilibrada va a permitir tanto una correcta producción de queratina, como la oxigenación del folículo.
Incorporar alimentos como frutas, verduras, pescado, legumbres y huevos en nuestra dieta ayudará a fortalecer y nutrir vuestro cabello desde el interior. Por ejemplo, el ácido fólico contribuye a la oxigenación de la sangre de los folículos pilosos.
Además, aseguraros de beber suficiente agua para mantener el cabello y cuero cabelludo hidratados, ya que la falta de hidratación puede provocar un cabello seco y quebradizo.
Suplementos nutricionales para el cuidado del cabello
Los suplementos pueden ayudar en momentos puntuales de la vida para complementar las carencias que se puedan sufrir. Hay que identificar cuál es la necesidad y según esto elegir el complemento más adecuado en ese momento.
- Suplementos a base de vitaminas, minerales y antioxidantes: biotina, selenio, zinc, hierro, yodo, silicio, cobre, ácido pantoténico, niacina, vitamina C y aminoácido azufrados (metionina y cistina).
- Complementos para controlar el exceso de grasa: Saw palmetto, semilla de calabaza, etc.
- Adaptógenos para mejorar la respuesta al estrés: Ashwagandha, Rhodiola, etc.
- Para mejorar el grosor del cabello se pueden suplementos con colágeno y queratina.
Hay que tener en cuenta que el cuidado del cabello es un proceso constante y que los resultados no serán visibles de la noche a la mañana. Hay que ser paciente, ¡vuestro cabello os lo agradecerá!