En primer lugar, se podría definir Corporativismo Médico como la forma en que los médicos se organizan para defender sus intereses y como se establecen sus relaciones interprofesionales. En este artículo solo me referiré a una parte del Corporativismo Médico, a las relaciones interprofesionaless de los médicos con la Industria Farmacéutica. Me hago varias preguntas sobre el tema del Corporativismo Médico y la Industria Farmacéutica. ¿Es útil el Corporativismo Médico para la Industria?, ¿Lo está utilizando la Industria? ¿El médico de la Industria farmacéutica está desapareciendo, y por lo tanto se está perdiendo el Corporativismo Médico? La respuesta a la primera pregunta es si, la de la segunda es poco y la tercera es sí. Ahora intentaré desarrollar este tema y el porqué de mis respuestas.
Al referirme a esta Industria Farmacéutica engloba a todas las compañías que investigan, desarrollan y comercializan productos relacionados con la salud.
Durante mi trayectoria profesional y en mi experiencia cómo médico de atención primaria y de la Industria Farmacéutica he ido viendo cómo se relacionaban los médicos asistenciales, tanto hospitalarios como de atención primaria, tanto en la privada como en la pública, con la Industria Farmacéutica, especialmente con los Departamentos Médicos (Investigación Clínica - Medical Affairs- Farnacovigilancia) y con los de Marketing y la Red de Ventas. Al final, he llegado a la conclusión de que los médicos que se relacionan con la Industria se pueden clasificar y definir en tres tipos los médicos asistenciales, y en dos tipos los médicos asistenciales que también son investigadores, es decir, que participan en estudios clínicos:
a) Médicos asistenciales:
1.- Médicos comerciales: son aquellos a los que no les interesa la información que le puede proporcionar la Industria y no quieren estar actualizados en la información científica del producto y de las patologías. A estos médicos, solo les interesa lo que puede proporcionarles la Industria sin un carácter científico. Cada vez es más complicado ser médico de esta categoría por el código de deontológico de autorregulación y transparencia por parte de la Industria. Esta categoría tiene poco futuro.
2.- Médicos científicos-comerciales: son aquellos a los que les interesa la información científica del producto y de la indicación, pero también están abiertos a otro tipo de relación con la Industria. Están abiertos en participar en conferencias científicas y en actividades formativas organizadas por la Industria. En ocasiones en nombre de una compañía y en el transcurso de reuniones científicas, presentan sus productos a otros médicos. Estos médicos son los más numerosos actualmente.
3.- Médicos científicos: son aquellos a los que sólo los interesa la información científica del producto y de la indicación y están completamente cerrados a cualquier otro tipo de relación con la Industria. Son el grupo más minoritario.
Los departamentos de marketing y comercial tienen otras clasificaciones como por ejemplo en función del potencial de la prescripción de sus productos: médicos A, B y C o tres, dos y una estrella.
En tiempos no muy lejanos, la Industria tenía que tener actividades e información para los médicos de cada una de estas categorías y así podía tener abierta la relación y la colaboración con todo ellos. Pero el entorno ha cambiado y ya solo tiene que tener actividades e información científica relevante del producto para los médicos científicos y científicos-comerciales. Tendría que tener un plan de acción para intentar reconvertir a los médicos comerciales.
b) Médicos asistenciales investigadores:
1.- Médicos científicos: son aquellos a los que les interesa el beneficio a los pacientes la publicación, el prestigio y la relevancia científica, el producto, la innovación y no es importante la parte de la remuneración económica.
2.- Médicos “scientific business oriented”: son aquellos que le dan más importancia a la parte de la remuneración económica, pero también les pueden interesar lo mismo que a los médicos científicos.
Cuando se inicia un proceso de selección de médicos investigadores para un estudio clínico se ha de intentar averiguar qué tipo de médico investigador es, ya que la relación y la motivación de participar en el estudio, entre uno u otro, puede ser diferente.
En los Departamentos Médicos de la Industria, el profesional sanitario más relevante es el médico por ser el que tiene una formación clínica, una ética y tiene más facilidad de relacionarse con los médicos asistenciales/investigadores e indirectamente con las patologías y los pacientes. El papel del médico de la Industria se divide en tres áreas importantes en un Departamento Médico: Investigación Clínica, Medical Affairs y Farmacovigilancia (FV). Estas áreas han ido evolucionando y adaptándose a la legislación y a las normativas. Durante este proceso se han ido incorporando otros profesionales sanitarios como farmacéuticas/os, biólogas/os y enfermeras/os, así como estadísticos y bioquímicos/as.
En la Investigación Clínica, antes del Real Decreto de ensayos clínicos de 1993 solo intervenían médicos, pero a raíz de este decreto con la definición del monitor que abría la incorporación a otros profesionales sanitarios: Es monitor del ensayo clínico el profesional capacitado con la necesaria competencia clínica elegido por el promotor, que se encarga del seguimiento directo de la realización del ensayo. Sirve de vínculo entre el promotor y el investigador principal cuando estas condiciones no concurran en la misma persona, manteniéndose en los RD del 2004 y 2015, por lo que se han ido incorporando otros profesionales sanitarios a las diferentes actividades de investigación clínica: operaciones clínicas, redacción del protocolo, gestión de datos, redacción de informes finales, monitorización ….
Además muchas de estas actividades se han externalizado a las CROs (Contract Research Organization) en las que según sea la CRO tienen incorporada en más o menor medida la figura del médico como asesor en los temas clínicos y de seguridad. El médico de la Industria que participa en la investigación clínica tiene varios temas que son importantes que participe como la selección de investigadores, participación en la redacción del protocolo y la hoja del consentimiento informado y aquí entra el Corporativismo Médico ya que la relación inicial y de futuro con el médico investigador que se establezca siempre será mejor entre dos médicos: médico investigador – médico de la Industria, ya sea por su formación clínica, contactología, ética asistencial y trayectoria profesional. No obstante, otros profesionales sanitarios, como se está haciendo en la actualidad, también pueden establecer una óptima y eficaz relación con el médico investigador, pero tendrá unas características diferentes.
A este respecto, hay dos aspectos en la Investigación Clínica, Medical Affairs y la Farmacovilancia que son claves y muy importantes, la interpretación clínica y la relevancia clínica relacionados con el producto/enfermedad/paciente que son exclusivos para médicos por su formación y experiencia y aquí el Corporativismo Médico facilita el debate entre los médicos investigadores o médicos asistenciales y médicos de la Industria. En estos temas pueden surgir discrepancias y/o discusiones y que la Industria tiene que aprovechar este Corporativismo Médico con el médico de la Industria para buscar y facilitar un equilibrio para llegar a consensos entre las dos partes.
La Dra. Mercedes Möller, Jefe de Sección de Rehabilitación del CAP de Drassanes de Barcelona, describe como es su relación actual con la Industria. En primer lugar me clasifico como médico científico comercial. Mi relación principal es con delegados/as de ventas, los cuales me informan del producto y de las diferentes actividades, especialmente formativas. Considero que no es necesaria la presencia de un médico de la Industria para esta relación y colaboración, por lo que el Corporativismo Médico no tiene sentido ya que estos delegados de venta con su formación diversa cumplen perfectamente su cometido.
No obstante, sí que el Corporativismo Médico ayuda cuando se trata de información científica relacionada con el producto y si del caso del algún caso clínico, es mejor tener a un médico de la Industria para relacionarse ya que siempre existe más empatía y puedes discutir y/o debatir el tema/caso clínicamente. En cuanto a los estudios clínicos, me siento más cómoda y hay mejor relación al hablar con un médico de la Industria durante la presentación del proyecto de investigación y también durante el curso del estudio si surge algún problema relacionado con la seguridad o cuando están los resultados y hay que planificar su publicación. Sin embargo, la monitorización u otras gestiones del estudio he colaborado con otros profesionales sanitarios y la experiencia ha sido muy positiva.
En la década de los 90, los médicos eran los profesionales sanitarios que gestionaban el tema de la Farmacovigilancia. Se creó el Grupo de Trabajo IFAS (Industria Farmacéutica – Administración Sanitaria) en que todos éramos médicos y algunos aún siguen en la Farmacovigilancia. A raíz de los RDs de Farmacovigilancia 2007 y 2013, en que se definía como Responsable de Farmacovigilancia, una persona adecuadamente cualificada como responsable en materia de Farmacovigilancia o la persona designada deberá poseer la experiencia y formación adecuadas para la realización de sus funciones, indica incluso que puede ser un profesional no sanitario.
Por ello, poco a poco se han ido incorporando otros profesionales sanitarios, mayoritariamente farmacéuticos en las tareas de Farmacovigilancia. Cada vez se han ido generando más requisitos regulatorios con una extensa documentación (plan de gestión de riesgos, Informes periódicos de seguridad), relegando la parte clínica de la seguridad o de las reacciones adversas. A este respecto, hay compañías que tienen un médico como asesor en los temas de seguridad tanto en los productos comercializados como en los que están en investigación en los estudios clínicos y le proporciona apoyo al Responsable de FV. Para recabar información de una reacción adversa lo puede gestionar cualquier profesional sanitario. Pero, cuando haya que evaluarla siempre es mejor que pueda participar un médico, ya que lo más importante es la interpretación y/o relevancia clínica de la reacción adversa para el paciente y más tarde ya vendrán los aspectos regulatorios de comunicación a las Autoridades Sanitarias.
Dependiendo del caso puede ser el médico u otro profesional sanitario de la Industria Farmacéutica el interlocutor de la relación que se establezca con el notificador si es médico u otro profesional sanitario o el mismo paciente.
En el tema de Medical Affairs, lo primero es su nefasta traducción al castellano “Asuntos Médicos”, por lo que es mejor usar la versión inglesa también como con Medical Liason Science (MSL). La función principal es difundir a los médicos, enfermeros/as y/o farmacéuticos/as prescriptores y/o dispensadores respectivamente todos los aspectos científicos (estudios clínicos, farmacocinética, farmacodinamia, estudios farmacoeconómicos, ,..) del producto y su relación con la patología/s que está indicado. Es muy importante que toda esta información se prepare en una orientación “scientific business oriented”, y sobre todo maximizando la innovación y el valor añadido.
También en esta área ha ido cambiando, en la década de los 90 los médicos eran mayoritarios y progresivamente se han ido incorporando otros profesionales de salud, farmacéuticas/os, biólogas/os, bioquímicas/os y enfermeras/os, siendo licenciado en ciencias de la salud la formación que se solicita para puestos de MLS, Monitor y Responsable de FV.
Actualmente para el médico incorporarse a la Industria farmacéutica es poco atractivo y prefiere trabajar como médico asistencial ya que hay plazas vacantes, solo los médicos con la especialidad de Farmacología Clínica están más abiertos, pero tienen una orientación muy científica y poco “business”. Además en la Licenciatura de Medicina no hay ninguna formación dirigida a la Industria Farmacéutica, ya que está muy organizada como preámbulo a la formación de las diferentes especialidades vía MIR (Médico Interno Residente). Este punto tiene mucha relevancia, ya que un médico toma su primera decisión laboral a partir de los 30 años, está muy bien formado a nivel clínico, pero le falta experiencia del mundo laboral y siempre ha estado dirigido y tutelado para el Sistema Sanitario de Salud, lo que dificulta que mire otras salidas profesionales y en especial elija la opción del mundo empresarial. Está más arropado y cómodo en el Sistema Sanitario de Salud. En cambio, el resto de los profesionales sanitarios toman su primera decisión laboral a partir de los 22 años, no han estado tutelados y están más abiertos al mundo de la empresa.
El médico la Industria Farmacéutica está desapareciendo y por lo tanto, la Industria Farmacéutica ya ha decidido contratar a los profesionales sanitarios no médicos a costa de perder muchos aspectos que el médico de la Industria ofrecía. Es un espacio que el médico ha perdido y que no recuperará ya que está ocupado por otros profesionales sanitarios que son mucho más numerosos y más activos en buscar nuevos espacios profesionales. Tampoco el médico ha estado en las instituciones políticas/técnicas controladores de las decisiones de los productos relacionados con la salud Además en la mayoría de masters relacionados con la Industria, casi todos los alumnos no son médicos. Participo en dos masters con un total de 60 alumnos y no hay ninguno que sea médico.
Durante mi trayectoria en la Industria, el país que he vivido con más intensidad el Corporativismo Médico ha sido en Estados Unidos sobre todo en Investigación Clínica y en Farmacoviglancia. El Medical Doctor sea asistencial, investigador o de la Industria tenía mucha relevancia, le escuchaban, respetaban sus opiniones, sus decisiones eran poco cuestionadas y existía un gran respeto y colaboración entre médicos. Mi experiencia y mi relación con los médicos en Estados Unidos fueron excelentes y de Corporativismo Médico total.
Como conclusión, considero que el médico en la Industria es un profesional sanitario clave en muchos temas por su formación clínica, ética, experiencia con pacientes, conocimiento de la enfermedad y de la Industria y es el único profesional sanitario que puede interpretar y dar la relevancia clínica a muchos temas relacionados con el producto/enfermedad/paciente El Corporativismo Médico en la parte de las relaciones interprofesionales entre médicos es una realidad que la Industria se puede y debería aprovechar para mejorar la colaboración y la relación con los médicos asistenciales/investigadores, ya que el médico de la Industria Farmacéutica es el mejor interlocutor para establecer una óptima y productiva relación.
Sin embargo, hay muchos temas que los pueden gestionar otros profesionales sanitarios como se ha demostrado y trabajar conjuntamente. Por ello, la mejor manera de funcionar es ser un equipo cohesionado, sumando las capacidades de cada uno, respetando cada espacio y sobre todo escuchando y compartiendo la información para llegar a decisiones consensuadas.