Después de dos años de interrupción tras la pandemia, los congresos y otros eventos de formación médica presenciales empiezan a reactivarse. Si bien ya hay quienes dan por sentado la vuelta irrevocable a la presencialidad, la realidad es que los hábitos formativos del médico han cambiado tras una rápida digitalización del sector de la formación sanitaria. Con ello, los eventos, cursos y conferencias también están abocados a adaptarse para seguir siendo relevantes y cubrir las necesidades de formación actuales y futuras.
¿Va a volver a ser la formación médica sólo presencial? La pandemia ha supuesto una verdadera transformación y aceleración sin precedentes de la digitalización en el sector de la formación médica continuada, caracterizada en los últimos meses de la pandemia por una gran cantidad de webinars, cursos online y reuniones zoom. El aluvión de la oferta formativa digital ha sido, al igual que la propia pandemia, brusco y no siempre eficazmente planificado. Esto ha generado algunas sensaciones contradictorias y cierta incertidumbre en el sector salud acerca de cuál será el panorama futuro de la formación médica.
Con todo, hay ciertas pistas sólidas que nos pueden orientar. Lo cierto es que estamos en un periodo de transición y ahora podemos encontrarnos la convivencia, a veces simultánea, del deseo por volver a las tan valiosas reuniones cara a cara (sin duda irreemplazables en algunos contextos de formación médica) junto con el reconocimiento de que la formación digital puede traer una flexibilidad, accesibilidad y posibilidades de personalización de la formación que son prácticamente imposibles en los tradicionales eventos presenciales.
Así, en 2022, la normalidad parece volver a instaurarse en la rutina pre-COVID del sector, y con ello, se retoman los encuentros y eventos presenciales que tanto esperaban los profesionales sanitarios. ¿Qué sucederá, entonces, en los próximos meses? ¿Quedará la revolución digital en el sector de la formación médica relegada a una mera anécdota de la época COVID-19?
Para dar respuesta a esta pregunta, desde Xpeer Medical Education hemos asistido este verano de 2022 a dos importantes congresos médicos del panorama nacional e internacional para cubrir y recoger los últimos avances científico-sanitarios (y ofrecerlos bajo demanda en nuestra plataforma digital) a la vez que preguntar directamente a los asistentes su opinión sobre el papel de la presencialidad y la tecnología en la formación médica continuada.
Nuevos aires en un sector tradicional
Durante el XXV congreso de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), celebrado el pasado junio en Granada (el primero presencial tras la pandemia), preguntamos a los asistentes qué era lo mejor de esta edición del congreso. Hubo una única respuesta que se repetía: “volver a ver a los compañeros”, “ver a la gente, que llevamos 2 años de reuniones telemáticas”, “volver a interactuar unos con otros, cara a cara”.
Es evidente que los encuentros virtuales, dada la tecnología actual, no pueden competir con los encuentros presenciales en la capacidad para ofrecer oportunidades para generar vínculos. Así nos lo hacía saber Pedro Moral, facultativo especialista en análisis clínicos del Hospital Alto Guadalquivir, Andújar: “Se pierde un poco de componente personal. La parte presencial también es importante, para que no todo se vea relegado a una pantalla”.
Al mismo tiempo, también encontramos opiniones favorables sobre el papel de la tecnología educativa y pudimos constatar que numerosos profesionales sanitarios reconocen sus ventajas. Sin ir más lejos, durante el 82º congreso de la Asociación Americana de Diabetes (American Diabetes Association, ADA) en Nueva Orleans, Otis Kirksey, presidente de atención médica y educación de la ADA, destacó la necesidad de adaptar los eventos presenciales al formato online para garantizar su accesibilidad: “Este evento de la ADA es híbrido. Muchas personas aún se sienten incómodas viajando, ¿verdad? Aun así, tienen acceso a esta fenomenal cantidad de información que se está intercambiando aquí, y eso es gracias a la tecnología.”
Jose Miguel Rubio, investigador clínico en el Instituto de Salud Carlos III, también recalcó en el congreso de la SEIMC que “un conjunto de ambos [formato presencial y online] es lo que puede llegar a mejorar la formación. Hemos estado acostumbrados siempre a las grandes clases, los grandes seminarios. Al final, con la tecnología digital puedes llegar a tener un contacto más estrecho y una formación más individualizada, no necesitas tener ahí al profesor”.
La realidad es que la tecnología ya estuvo implantada de manera muy importante en ambos congresos, que huyeron de lo estrictamente presencial. Al igual que en el congreso de la ADA, el congreso de la SEIMC contó con un “CongressTV” para aquellos que deseaban participar desde casa: un streaming online de las sesiones y charlas más destacadas y relevantes del congreso.
Sería imprudente mirar hacia el futuro de la formación médica sin reflexionar sobre el profundo impacto que la pandemia ha causado a todos los niveles, incluyendo el ámbito educativo. El formato online nos ha dejado cambios en los hábitos del profesional sanitario: ya no asisten a todos los eventos presenciales del sector. El médico ahora escoge mucho mejor a qué congresos asistir, buscando el networking. Por ello, integrar las lecciones aprendidas en estos dos años y las lecciones aprendidas de los encuentros virtuales resulta vital para que el formato clásico, presencial, siga siendo relevante y sepa cubrir las nuevas necesidades del médico. Aquí, lo sensato es pensar en elementos que se complementan: más que un enemigo, lo online puede ser el aliado perfecto de lo presencial.
Los nuevos hábitos de formación del personal sanitario
Incluso lo digital puede perfectamente ser la opción preferida de formación para muchos profesionales sanitarios que buscan flexibilidad y poder elegir cómo y cuándo se forman. De hecho,
así nos lo trasladó Manuela García Romero, 2ª vicepresidenta del Colegio Oficial de Médicos de España, quien precisamente nos recalcó los beneficios de un formato online y cómo esto ha influido en los hábitos de formación del médico:
“Creo que es fundamental, porque a lo largo de los años las necesidades del médico han cambiado. Antes, tenías que ir a un curso presencial y estar ahí x horas, pedir un día. Ahora se están haciendo muchos cursos online o con un formato mixto, que facilitan mucho la conciliación de la vida familiar y de la vida profesional. De hecho, la tecnología lo que ha demostrado es que hay muchos compañeros y compañeras – y esto lo hemos visto en la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (FFOMC) - que cuando van a realizar o a consultar esos cursos son los fines de semana, porque es cuando están tranquilos en casa, o cuando tienen un rato por la mañana. La revolución digital que estamos teniendo ahora viene a ayudar muchísimo.”
No obstante, no todos los formatos digitales son iguales y los profesionales lo tienen claro: la formación online debe realizarse a su ritmo, y en formatos atractivos que ayuden a la retención del mensaje. Así nos lo hicieron saber jóvenes asistentes al congreso de la SEIMC:
Mariló Huéscar, residente de microbiología y parasitología del Hospital Morales Meseguer, Murcia: “Como residente, (la formación online) me viene muy bien porque el acceso es mucho más rápido, ya que no tenemos tantísimo tiempo. Entonces de guardia, a ratitos te vas conectando, y puedes ir parando. No son charlas a las que tienes que asistir y si no asistes ese día lo has perdido. Puedes ir conectándote, y eso a nosotros nos ayuda mucho.”
Alexander Tristancho, residente de microbiología y parasitología del Hospital Miguel Servet, Zaragoza: “Hace falta algún canal que sea rápido, que sea accesible y que sea portable para poder tener consultas de referencia o formarte en temas específicos”.
Esta opinión también es compartida por profesionales del sector farmacéutico. Marta Jornet, directora de la Unidad de Negocio de Prescripción Médica de Angelini Pharma España nos comentó: “Ahora mismo deberíamos formarnos cuando quisiéramos, en el momento que quisiéramos y en la medida de lo que quisiéramos. Y para eso habría que tener herramientas que te permitieran poder formarte así: cuando quieras y donde quieras.”
Facilitar el acceso a la formación
Aunque si bien es cierto que la digitalización ha fomentado la accesibilidad y flexibilidad de la formación, este rápido cambio en la metodología de aprendizaje conlleva una adaptación progresiva para el médico en un sector que, hasta la llegada de la pandemia, no estaba habituado a ello. Otis Kirksey, presidente de atención médica y educación de la ADA, nos habló sobre las dificultades del profesional sanitario para adaptarse a los nuevos canales digitales de formación:
“Nuestro reto básico con la tecnología es que todo el mundo tenga acceso a ella, y esa es la clave. Sigue habiendo disparidad en el acceso a y en entender cómo usar la tecnología. Todavía tengo algunos colegas que siguen incómodos utilizando Zoom, porque tiene una curva de aprendizaje”. Aunque el Dr. Kirksey opina que esto no supondrá un problema en el futuro: “A medida que nos acostumbramos a usar [los medios digitales] y los utilizamos aún más, me parece que están aquí para quedarse. Podemos llegar a más gente, así que tenemos que aprovecharlo. Van a ser aún más fáciles de usar. Por eso están aquí para quedarse.”
También el Dr. Fco. Javier Ampudia-Blasco, presidente electo de la Sociedad Española de Diabetes, se suma a este mensaje: “Creo que hay que promover plataformas que hagan que la formación sea accesible para la mayoría de gente. La tecnología permite a muchas personas acceder a muchos contenidos, y por qué no utilizar plataformas que todo el mundo utiliza, como, por ejemplo, el smartphone. Creo que es una buena mejora.”
El futuro: diversidad e individualización
Es innegable que la formación médica presencial en algunos campos es insustituible, y continuará vigente durante muchos años. Sin embargo, la digitalización de la formación médica ha traído ventajas al sector como la rapidez y mayores posibilidades de conciliación familiar u optimización de recursos que hacen de estas nuevas metodologías una herramienta potente y eficaz en la educación del médico.
Sin embargo, la utilización de medios digitales en la formación médica debe garantizar el fin de la formación, que no es otro que el aprendizaje del alumno. Según Kristin Gusack, directora ejecutiva del Medical Learning Institute Inc: “Durante mucho tiempo, la gente ha dicho que [los formatos digitales] eran innovadores e interactivos, pero no lo han sido. Ahora tenemos que atraer a los alumnos en línea, y realmente nos vemos obligados a ver lo que funciona, lo que no funciona, lo que trae valor, lo que no aporta valor. Ahora [los alumnos] quieren poder estar al mando de su aprendizaje, y no estar sentados ante una presentación de una hora.”
Con seguridad, el futuro del sector de la formación médica será más diverso e inclusivo. Ya estamos observando que la tendencia futura en el sector de la formación médica irá hacia una mayor variedad de formatos, incluyendo desde portales de contenido 100% digitales a eventos híbridos, en los que, aunque predomine lo presencial, habrá un papel importante de la tecnología digital para complementar, reforzar o monitorizar el aprendizaje. En un futuro cercano, lo presencial y lo online están llamados a coexistir, interactuar, e incluso mezclarse e hibridarse, aportando cada uno los beneficios de cada formato.
Pero, ante la pregunta ¿volverá la formación médica a ser exclusivamente presencial? Debemos realizar una reflexión colectiva y replantearnos cuál es el verdadero foco de atención. No debemos perder de vista que la metodología de formación debe ser un mero canal al servicio del aprendizaje del estudiante, quien debe ser el indiscutible protagonista de su aprendizaje. Y esto solo puede lograrse ofreciendo una mayor cantidad de opciones, formatos, recursos, posibilidades y dando libertad de elección al usuario final para que elija el itinerario de formación que más se ajuste a sus necesidades.