La información contenida en el CMBD (Conjunto Mínimo Básico de Datos) Hospitalario puede ser de utilidad en los estudios de mercado y de farmacoeconomía realizados por la industria farmacéutica.
La industria farmacéutica basa su estrategia de selección de productos y ventas en el análisis del mercado sanitario, en base a datos objetivos que permiten identificar su situación y necesidades.
En muchas ocasiones, estos datos proceden de estudios realizados en otros países y que se extrapolan al entorno español o europeo, debido a déficits sectoriales de conocimiento o a limitaciones en el acceso a información existente en nuestro país. Es frecuente, por ejemplo, utilizar estudios realizados en EEUU para inferir la incidencia de patologías o condiciones clínicas específicas en España u otros países europeos.
Sin embargo, existen fuentes de información en nuestro país que permiten aproximarnos con elevada fiabilidad a la incidencia o prevalencia de enfermedades o condiciones clínicas concretas, especialmente aquellas que cursan con un ingreso hospitalario.
En España, de igual manera que en la mayoría de países de nuestro entorno occidental, los centros hospitalarios registran desde principios de 1990, por normativa ministerial, el denominado Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD) de cada paciente atendido en cada hospital del país, especialmente los de carácter público. En los últimos años, además de los episodios de ingreso hospitalario convencional, se registran también los episodios de Cirugía sin Ingreso y, más recientemente, los de Hospital de Día.
El CMBD contiene información muy valiosa para conocer la realidad sanitaria de una población, ya que además de recoger los datos demográficos habituales (edad, sexo, localidad de residencia), registra el diagnóstico que ha motivado el ingreso (diagnóstico principal), los factores de riesgo, comorbilidades y complicaciones que presenta el paciente durante el ingreso (diagnósticos secundarios), algunas técnicas diagnósticas relevantes y las intervenciones terapéuticas, sobretodo de tipo quirúrgico, que han sido utilizadas para tratar al paciente (los procedimientos). Finalmente, en el CMBD consta la fecha de ingreso y de alta del paciente, así como su circunstancia de ingreso (urgente, programada) y la circunstancia de alta del paciente (alta a su domicilio, defunción, traslado a otro hospital, etc…). Los diagnósticos y los procedimientos recogidos se codifican siguiendo la Clasificación Internacional de Enfermedades, en su modificación clínica (CIE-9-MC).
Además de la caracterización clínica de los episodios de hospitalización mediante la CIE-9-MC, muy útil para enfermedades o trastornos específicos, en ocasiones es recomendable utilizar un sistema de clasificación de pacientes que reduce la enorme cantidad de categorías que muestra la CIE-9-MC. En la mayoría de países occidentales se utilizan los Grupos Relacionados con el Diagnóstico, un sistema de clasificación de pacientes que agrupa toda la posible constelación de situaciones clínicas de los pacientes ingresados en un hospital en unas 500 a 800 categorías, según la versión de GRD utilizada. Los GRD fueron desarrollados para el pago prospectivo de los episodios de hospitalización a los hospitales en EEUU, por lo que cada GRD, además de tener un significado clínico, constituye una categoría de consumo de recursos similar (grupos iso-consumo). Sin embargo, en otros países como España, los GRD se han utilizado como un sistema estandarizado que permite conocer la casuística atendida por los hospitales y ajustar los indicadores de eficiencia y calidad por la complejidad y gravedad de los pacientes, aunque mediante la aplicación de los costes estándar americanos o los elaborados de forma experimental en nuestro país, pueden obtenerse aproximaciones a los costes hospitalarios de los distintos tipos de procesos hospitalarios atendidos.
La naturaleza sensible de los datos del CMBD conlleva garantizar la confidencialidad de los mismos, aplicándose las regulaciones de la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD), por lo que el proceso se realiza sin identificación posible del paciente. Por otro lado, el hecho de que las bases de datos del CMBD no sean de dominio público, implica que la utilización del CMBD para todo tipo de estudios debe respetar también la confidencialidad y anonimato de los centros hospitalarios.
Sin embargo, estas restricciones no impiden que pueda obtenerse información muy valiosa para el conocimiento de la realidad del mercado sanitario en España. Puede estimarse la frecuentación hospitalaria para cualquier tipo de diagnóstico o intervención quirúrgica, así como su asociación a determinadas complicaciones, las estancias que consumen y sus costes estándar, además de su mortalidad y tasas de reingreso. Estos parámetros pueden estimarse por servicio clínico, tipo de hospital (por ejemplo, hospitales generales u hospitales docentes) o por agrupaciones territoriales (ver gráficos adjuntos). Como ejemplo, el Ministerio de Sanidad y Consumo publica periódicamente estadísticas de frecuentación hospitalaria por GRD por comunidades autónomas.
Por otro lado, también puede estimarse el coste de cualquier proceso hospitalario (por servicio clínico, tipo de hospital y territorios), así como el potencial impacto de ahorro económico aportado por un nuevo producto en base al cálculo de estancias y complicaciones evitables.
En la Atención Hospitalaria el déficit más notable en cuanto a la información sobre su actividad, es la ausencia de información sobre las características clínicas de los procesos atendidos ambulatoriamente en las consultas externas. Es de esperar que en los próximos años los avances en las tecnologías de la información permitan registrar los datos clínicos de los pacientes atendidos en este importante dispositivo asistencial.
En estos últimos años se visualiza un avance en el registro de los datos clínicos de los contactos realizados por los usuarios en los centros de Atención Primaria. La implantación progresiva de la historia clínica informatizada permite ser optimistas en cuanto a la posibilidad de conocer con detalle las características clínicas de los episodios de Atención Primaria con el consiguiente enriquecimiento del conocimiento de la realidad sanitaria de nuestro país.