“Nuestro objetivo de crecimiento
Las fórmulas magistrales preparadas por los hermanos Rubió estaban destinadas en su gran mayoría a enfermedades de baja incidencia (sufridas por un número muy pequeño de personas) y, por tanto, no suponían un mercado importante para ninguna empresa farmacéutica. Esta filosofía social de comercializar productos nicho, fundamentales para determinados grupos de personas e imposibles de conseguir en nuestro país ha sido la línea de actuación que ha mantenido la empresa a lo largo de los años.
PM. -¿Por qué Rubió se ha especializado en este tipo de productos indicados en patologías de baja incidencia?
PM. –Suponemos que este tipo de actividad es apoyado, a nivel de ayudas, desde la administración sanitaria ¿esto es así?
PM. –¿Cuál es el portafolio actual de Rubió?
PM. –¿Qué balance hace de estos 35 años transcurridos? De los más de 30 productos que comercializamos, 14 son especialidades únicas en España, dirigidas a colectivos que, de otra manera, no dispondrían de tratamiento para sus patologías. La investigación de Rubió ha sido intensa a lo largo de estos 35 años y se ha visto plasmada en dos patentes de producto y 10 patentes de proceso, la primera de las cuales se consiguió en 1978, destinada a la producción de Etidronato. A lo largo de nuestra historia hemos considerado fundamental la inversión en Investigación y Desarrollo, por lo que hemos invertido el 10% de nuestro presupuesto en este capítulo, porcentaje mantenido al margen de otros procesos inversores de la empresa. Los dos campos donde Rubió ha investigado más profundamente son la nefrología y la artritis reumatoide. El primer producto de la empresa, Resincalcio, estaba destinado a tratar las hiperposatemia en los pacientes dializados, y se vio complementado más tarde por el Resinsodio y Royen (acetato cálcico), destinado a tratar la hiperfosfatemia en este grupo de pacientes. Por lo que respecta a la artritis reumatoide, en 1976 lanzamos Cupripén, en 1980 Miocrín y el presente año se ha lanzado Dolquine (hidroxicloroquina), que suponen un tratamiento imprescindible para esta patología.
PM. –Tenemos entendido que el capítulo de exportaciones ha sido clave en su desarrollo. ¿Podría ampliarnos un poco más los planes de Rubió en este sentido? En la actualidad, Rubió tiene presencia en los cinco continentes, incluído Australia y Nueva Zelanda, con especial peso en el continente americano. De hecho, es en este continente, concretamente en Canadá y Estados Unidos que la empresa tiene fijados sus objetivos de crecimiento. El producto más importante de exportación es el Rubifén, comercializado desde 1981 como tratamiento para la el déficit de atención y la Narcolepsia.
PM. –¿Estas nuevas instalaciones han supuesto una inversión importante? Estas nuevas instalaciones permiten reunir en un sólo centro todas las funciones de la empresa, desde la producción hasta la comercialización, potenciarán la apuesta en I+D y nos permitirán ofrecer un mejor servicio. Nuestra apuesta por el futuro se manifiesta también en la compra de equipamiento tecnológico de última generación que nos permitirá afrontar cualquier tipo de producción. La planta de fabricación esta preparada para fabricar formas sólidas orales, en especial comprimidos, comprimidos recubiertos, cápsulas y polvos y para acondicionar todo tipo de formas farmacéuticas. La calidad tecnológica que empleamos ha sido validada siguiendo los más estrictos controles de calidad internacionales del sector, como son las normativas GMP (Good Manufacturing Practice) e ICH (International Conference on Harmonization o Technical Requirements for Registration of Pharmaceuticals for Human Use).
PM. –¿Cuáles son los futuros lanzamientos de la compañía? Además de estos principios activos, también se lanzarán al mercado el Jaloplast, una línea de productos de ayuda a la cicatrización y que abarcará desde soluciones para línea hospitalaria hasta otras destinadas al consumo doméstico. Omesal, una nueva solución evacuante para gastroenterología. Cicatridina supositorios, un coadyuvante para la cicatrización. Secrecime, un producto que estimulará la creación salivar y Dolquine, un fármaco para el tratamiento de la artritis reumatoide y el lupus eritematoso, que ha supuesto una agradable sorpresa para la empresa por su buena acogida en el mercado.
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