La pandemia de COVID-19 supuso un punto de inflexión para el sector biotecnológico, demostrando su capacidad de respuesta ante emergencias sanitarias. Durante los años 2020 y 2023, la Asociación Española de Bioempresas, AseBio, lideró un esfuerzo colectivo que permitió desarrollar soluciones innovadoras y eficaces, posicionando la biotecnología como un motor clave para la recuperación económica y la salud pública. Este artículo reflexiona sobre estos momentos decisivos y cómo se alinean con las prioridades estratégicas de la Comisión Europea para legislatura 2024-2029.

Los años 2020 y 2021 se caracterizaron por la necesidad de enfrentar una emergencia global sin precedentes. Como dice el proverbio chino: “Cuando soplan vientos de cambio, unos levantan muros y otros construyen molinos de vientos”. Esto fue precisamente lo que hizo AseBio. La crisis del coronavirus brindó la oportunidad de demostrar que invertir en biotecnología es invertir para proteger la vida de las personas. Desde AseBio, se puso la biotecnología al servicio de la hoja de reconstrucción del país.
La organización reaccionó con agilidad ante una situación crítica que tuvo consecuencias devastadoras en la pérdida de vidas humanas y en el tejido social y económico. Todos los socios de AseBio trabajaron a contrarreloj, reorientando su actividad para que empresas, hospitales y centros de investigación pusieran a disposición de los pacientes 170 soluciones para combatir el coronavirus, desarrollando pruebas de diagnóstico, tratamientos y vacunas contra el SARS-CoV-2. Nunca en la historia se había visto un tiempo récord de 11 vacunas aprobadas globalmente y casi 400 en desarrollo, gracias a la biotecnología.
Esta respuesta dejó claro que invertir en salud es invertir en futuro. Los recursos dedicados a la gestión de la pandemia han permitido estar mejor preparados para futuras emergencias. Además, el sector biotecnológico español demostró una gran capacidad de resiliencia, con el 90% de sus empresas manteniendo su actividad y plantilla durante el estado de alarma. El sector agroalimentario también mostró su capacidad de respuesta, asegurando el abastecimiento de alimentos durante el confinamiento, gracias a una cadena de valor eficiente.
Todo este esfuerzo colectivo tuvo un efecto positivo en 2022 y 2023 en el reconocimiento social del sector y en el posicionamiento del sector biotecnológico en la agenda pública. Destaca la participación de AseBio en el Congreso de los Diputados en la Comisión para la Reconstrucción Social y Económica tras la COVID-19, donde se expuso cómo y por qué invertir en ciencia e innovación es crucial para la capacidad futura del país ante emergencias sanitarias y para impulsar un crecimiento económico más verde y sostenible.
La pandemia impulsó notablemente el sector, con un incremento del 50% en la inversión privada en 2020 y un récord de financiación en 2021, superando los 180 millones de euros. La inversión en I+D del sector también se recuperó con fuerza, alcanzando cerca de 1.038 millones de euros, lo que representa más del 6% de la inversión nacional total en I+D.
Mirando hacia el futuro, las prioridades estratégicas de la Comisión Europea para 2024-2029, como la promoción de un entorno favorable para la innovación y el apoyo a industrias competitivas, se alinean perfectamente con las lecciones aprendidas durante la pandemia. La presidenta Ursula von der Leyen ha enfatizado la necesidad de que Europa se convierta en un polo de innovación, trayendo bienestar y progreso a la región, especialmente en tiempos de incertidumbre geopolítica. En este contexto, el informe Draghi destaca la biotecnología como un pilar estratégico fundamental para la autonomía y competitividad de Europa.
El informe también subraya la importancia de aumentar la inversión en I+D, así como la creación de una EU Biotech Act que proporcionaría un marco regulatorio específico para apoyar el crecimiento del sector. Esta ley es esencial para fomentar la innovación y la colaboración entre los Estados miembros, permitiendo que la biotecnología desarrolle todo su potencial. Además, se recomienda optimizar la gestión de los ensayos clínicos y fortalecer las alianzas internacionales para mejorar la posición de Europa en el comercio internacional de productos farmacéuticos.
La creación de un ecosistema de innovación robusto no solo beneficiará a los pacientes, sino que también atraerá talento y recursos a la región. La industria farmacéutica en Europa no solo invirtió 46.200 millones de euros en I+D en 2022, sino que también generó más de 2,3 millones de empleos. Este crecimiento en el sector muestra cómo un aumento en la inversión en I+D puede tener un impacto significativo en la economía y en el empleo, especialmente en el sector de la salud. Es imperativo que se tomen medidas decisivas para garantizar que los pacientes se beneficien de los avances en la medicina y que Europa se posicione como un referente en los avances proporcionados por el sector biotecnológico y farmacéutico.
En definitiva, los años entre 2020 y 2023 fueron momentos intensos en los que todo el equipo de AseBio y la comunidad biotecnológica en España, Europa y el resto del mundo se volcaron en que la innovación en forma de soluciones llegara a la población en un tiempo récord. La experiencia adquirida y el impulso recibido durante la pandemia son la base sobre la cual se debe construir un futuro más seguro y próspero, alineado con las ambiciones de competitividad y sostenibilidad de la Comisión Europea. Invertir en ciencia y en innovación, así como en el sector biotecnológico, es esencial para enfrentar los desafíos actuales y futuros, y es el camino hacia un progreso que beneficie a toda la sociedad. Este compromiso no solo asegura la salud de los ciudadanos, sino que también promueve la sostenibilidad del planeta. Solo a través de un firme apoyo a la investigación y el desarrollo, Europa podrá consolidar su liderazgo global y asegurar un futuro lleno de oportunidades y bienestar para sus ciudadanos.
Ana Polanco y Elisa Díaz son autoras de 'Biotecnología, soluciones para la salud del futuro y el bienestar del planeta' publicado por la editorial LID. Ana Polanco fue Presidenta de AseBio durante 2020-2023.