La nueva Comisión Europea y el Informe Dragui: Implicaciones para el sector biotecnológico
Desde Luzán 5 habéis puesto en marcha el estudio 'Médic@s competentes en el Horizonte 2030'. ¿Con qué propósito nace este proyecto?
Pretendemos invitar al mundo médico a reflexionar y a anticiparse con tiempo suficiente a las nuevas realidades que vendrán a medio plazo y que marcarán el contexto en el que los clínicos de la próxima década deberán desarrollar su labor. Por eso, estamos involucrando en el proyecto a médicos, sociedades científicas, visionarios, universidades… queremos en definitiva contar con los agentes implicados en la formación del médico para concluir con un informe profundo del camino que debe recorrer el médico del hoy para convertirse en el médico del mañana.
La investigación ya ha comenzado, ¿qué primeras conclusiones sacas sobre el profesional sanitario del 2030?
El médico de la próxima década deberá tener un perfil multidisciplinar para que definitivamente el paciente pase a ser el centro del sistema. Deberá desarrollar competencias que hoy por hoy quedan en un segundo plano como la comunicación, el liderazgo, el trabajo en equipo o la inteligencia emocional. Todo ello, al tiempo que continúa desarrollando y actualizando sus conocimientos y habilidades clínicas e investigadoras. Igualmente, el médico deberá ser promotor de la salud y corresponsabilizarse y comprometerse con la gestión del sistema sanitario.
No cabe duda de que la ciencia avanza a gran velocidad, la sociedad se transforma también rápidamente y la pandemia ha impulsado aún más todos estos cambios. ¿Podría decirse que estamos ante una de las eras más transformadoras para el médico?
Es probable que sí. La pandemia del COVID-19 nos ha recordado la medicina es ante todo una profesión humanista, donde verbos como cuidar, acompañar, aliviar han vuelto a tener sentido. Igualmente, la pandemia nos ha empujado a abrazar los avances tecnológicos como telemedicina o teleconsulta, que seguro impactará en la manera en que se prestará la asistencia sanitaria. A esto se sumarán nuevas realidades como el big data, la inteligencia artificial, la realidad virtual... Asistimos a la mayor revolución tecnológica de la historia de la humanidad y la profesión médica no es ajena a este momento histórico.
¿Cómo debería cambiar el sistema sanitario para acompañar la transformación competencial del médico?
El sistema debería transformarse radicalmente simplemente para atender a la premisa más importante que, como he señalado anteriormente, es poner al paciente en el centro del sistema. Esto implica empatizar con ese paciente que acude a consulta para que se resuelva su problema de salud cuanto antes, con seguridad y eficacia, y que, en el proceso, se le trate con respeto y atención.
Son objetivos difícilmente alcanzables teniendo en cuenta la saturación de los clínicos y la falta de medios…
Puede ser, pero el médico no debería escudarse en los fallos del sistema para no intentar dar la mejor atención profesional que esté en su mano. "Es que no tengo tiempo para atender a tantos pacientes" es algo que se escucha a menudo. La clave es intentar, en el tiempo de que se dispone, hacerlo con la mejor calidad posible. Escuchar activamente al paciente mientras habla, mirarle a los ojos o llamar al paciente por su nombre, no consume tiempo y aporta gran valor a una consulta.
Y ¿van a hacer una autoevaluación y examinar cómo debe cambiar la formación?
Por supuesto. En nuestro caso tenemos que seguir poniendo al médico en el centro y adaptarnos a sus nuevas necesidades. La formación será diferente sin duda y la manera de enfocar este aprendizaje debería hacerse desde la base, continuando con la formación especializada y después con el desarrollo profesional continuo. Son tres periodos diferentes, pero en algún momento deberían dejar de enfocarse como etapas estancas.
Tenemos que ser capaces de formar desde la universidad a médicos con la mirada ya puesta en el momento social y tecnológico en el que les toque ejercer su profesión. Esa mirada de futuro desde el momento actual es sin duda una de las claves de la formación médica de la próxima década. La formación de los años 30 comienza hoy.
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