Hay varias formas de abaratar los estudios de mercado. En este
artículo explico una de ellas.
La idea es hacer microestudios de mercado con cada producto de la empresa que queramos cambiar de rumbo y hacerlo antes de tomar la decisión de virar a babor o a estribor para llegar a nuestros objetivos.
Con estos mini cambios realizados en función de las conclusiones del microanálisis, se consiguen muy buenos resultados con unas condiciones muy económicas en este periodo de crisis.
Se pueden utilizar varias técnicas para conseguir la información en la que nos vamos a basar para realizar el informe final.
Lo mejor es usar técnicas cualitativas, porque estos estudios se fundamentan en opiniones de diversos grupos de población. Sirven muy bien para entender el comportamiento del público (sus sensaciones, sugerencias y opiniones postventa,…) los primeros meses después del lanzamiento, cuando aún se está a tiempo para cambiar cosas puntuales pero muy valoradas.
La parte menos económica será la que realicen los externos a la empresa, ya que habrá que negociar con ellos su bonificación.
La parte más económica son nuestros propios empleados, que por la participación se les puede dar un viernes libre, tardes libres,..
Este tipo de estudios enfocados al mundo de la salud se pueden utilizar tanto para medicamentos éticos como para los publicitarios.
Cuando sea ético se hará con las enfermeras y cuando sea publicitario utilizaremos los farmacéuticos no titulares, los auxiliares, las redes de venta y los empleados de oficina del laboratorio.
Los métodos a utilizar son los estudios observacionales y cuestionarios personales en oficinas de farmacia (de las que más venden nuestros productos) y a las enfermeras de los centros de salud y hospitales.
Este trabajo lo hará la red de ventas, se encargarán de explicar la aplicación online para realizar el test y el estudio observacional.
Nuestros empleados, tanto los de oficina como la red de ventas sólo harán los cuestionarios personales.
La aplicación online la desarrollará el departamento de informática del laboratorio con las preguntas y siguiendo el orden que determine cada jefe de producto.
Tendrá varias características importantes, entre ellas la de que a medida que los partipantes rellenan las encuestas, se puedan utilizar los datos en tablas o de forma gráfica. Con la posibilidad de hacer segmentación o filtro de la información que más nos interese en cada momento.
La razón de querer que participen en estos estudios nuestros empleados, es aprovechar la logística de tener ya a todos los empleados conectados por red, el hecho de ser una muestra variada (en cuanto a edad, nivel cultural, poder adquisitivo,..) y perfectamente posible de estudiar.
También la seriedad y la motivación extra que pondrán en los cuestionarios, ya que ese estudio valdrá para que mejoren esos productos y con ello su empresa.
La participación de estos profesionales sanitarios en concreto, es la de que son los que están en contacto directo todos los días con los pacientes, ya sea por recetas o también por consulta directa.
Ya que está demostrado con el paso de los años, que los pacientes hablan más sinceramente con los auxiliares, farmacéuticos y enfermeras, haciéndoles sugerencias y críticas interesantes para nuestro sector.
Los auxiliares, los farmacéuticos y las enfermeras son grupos de profesionales sanitarios con muchas ganas de compartir sus conocimientos adquiridos a lo largo de su experiencia y sólo necesitan que se les pregunte y se les escuche.
Los estudios se harán por farmacia o por centro de salud y hospital, pero pueden participar todos los que quieran formando una muestra similar a la de los empleados de oficina del laboratorio.
Por tanto, este tipo de microestudios muy específicos son los idóneos para obtener una opinión importante a la hora de tomar decisiones y además son económicos, que en esta época es lo que se demanda.