Las cosas serían mucho más fáciles si pudieses dar la respuesta exacta a sus necesidades. Y, aunque pueda parecer difícil, en realidad no lo es tanto. Un poco de sentido común y contar con expertos en el tema son las mejores herramientas para conseguirlo.

Algunos dicen que preguntar es de sabios. Otros dicen que es de ignorantes. Nosotros preferimos pensar que preguntar indica que somos inteligentes, sagaces, astutos, hábiles y sobretodo, que estamos preparados. Porque preguntando se obtienen respuestas. Y esas respuestas son información. Y la información es poder. Y el poder bien gestionado y con sentido común, es éxito. Así que, siguiendo esta secuencia, llegamos a la conclusión de que preguntar es una de las claves del éxito.

Sin embargo, no todo vale en el arte de preguntar. Y menos en estos tiempos que corren en los que los códigos externos, regulaciones internas, timings y presupuestos no suelen estar de nuestro lado. Por esta razón, si te estás planteando realizar algún tipo de encuesta para obtener información, ten en cuenta los siguientes consejos para optimizar la inversión, el tiempo y obtener los mejores resultados:

1. Empieza dedicando tiempo a pensar en los objetivos de la encuesta: ¿qué quieres saber?
2. Intenta adivinar cuáles serán los resultados y actúa en consecuencia a ellos: ¿qué crees que va a salir?
3. Plantéala como una herramienta de interés para diferentes departamentos (marketing, ventas, médico, comunicación, etc…): dale una visión 360º.
4. Haz de la encuesta una acción de valor en sí misma: es un proyecto integral con entidad e identidad propia.
5. Por supuesto, da a conocer sus resultados: explótala mediáticamente.
6. Pero ve más allá y da valor a esos resultados con una publicación científica: tendrás una herramienta de mayor rigor.
7. Siempre que puedas, planifica diferentes oleadas para ver los cambios que experimenta tu target: podrás medir los resultados.
8. Descubre cómo las nuevas tecnologías han simplificado tiempos y costes: te sorprenderá lo sencillo que es ahora.
9. Intenta ir de la mano de alguna sociedad de pacientes o científica: te dará imparcialidad.
10. Y confía siempre en los expertos en el tema para que te ayuden: te asegurarás el éxito.

Creemos en las encuestas (de tipo observacional, de opinión, de percepción, etc...) por su favorable perfil riesgo/beneficio: es una herramienta de gran versatilidad y facilidad para poner en marcha gracias a la cual se puede obtener una gran cantidad de información que, más allá de ser útil por sí misma, puede tener usos tan dispares como ser el gancho para convocar a los medios de comunicación a una rueda de prensa, o ser los contenidos en bruto a partir de los cuales redactar un artículo para publicar en una revista científica.

Como dicen que del dicho al hecho hay un trecho, aquí te sugerimos algunas situaciones en las que una encuesta te puede ser de mucha utilidad para “leer el pensamiento” a tu target, esperamos que te sean de inspiración:

* Para conocer los comportamientos, las necesidades, las preocupaciones o expectativas de los pacientes ante cualquier enfermedad.
* Para valorar los conocimientos o las percepciones de un colectivo profesional ante cualquier reto terapéutico.
* Para dibujar el flujo de pacientes en el tratamiento de una determinada patología: cómo van y vienen de primaria, al especialista, a enfermería, etc…
* Para saber qué pasa en un momento concreto en relación a una población concreta.
* Para hacer el seguimiento de una situación: por ejemplo, antes, durante y después del lanzamiento de un nuevo fármaco.

Una última reflexión antes de acabar. Es probable que a medida que has ido leyendo el artículo, hayas pensado que “esto de las encuestas” no es nada nuevo… y seguramente razón no te falte. Sin embargo, poco tienen que ver las encuestas que se hacían hace unos años con las que se hacen ahora: las nuevas tecnologías han irrumpido con fuerza simplificando la metodología y reduciendo considerablemente tiempos y costes. Por esta razón, aún no siendo algo nuevo, las encuestas actuales son una herramienta renovada y totalmente válida.

Y para muestra de que conocemos de lo que hablamos y de que –por ejemplo- podemos saber cómo nos comportamos, aquí va nuestro botón: sabemos que mientras tú has terminado de leer estas líneas, hay otros ocho que hace rato que se fueron, en realidad solo se leyeron el titular¹. Así que gracias por haber estado aquí. El resto de la muestra se lo ha perdido.

^{₁ Brian Clarke. http://www.copyblogger.com/magnetic-headlines/}