El rápido y continuado progreso de los conocimientos médicos, de las nuevas tecnologías y, por otra parte, la insuficiencia de los recursos públicos, provocan que la formación médica continuada siga siendo una necesidad no satisfecha para nuestros profesionales sanitarios.
En los últimos años el entorno de la promoción médica para la industria farmacéutica ha sido muy cambiante. Por un lado las legislaciones europeas, nacionales e incluso regionales hacen que esté muy regulado y, por otro la propia evolución de los mercados, la contención del gasto farmacéutico, el uso racional de los medicamentos y el papel cada día más relevante de otros “stakeholders” mucho más allá de los médicos modifican los objetivos de nuestro trabajo.
Cualquier acción que realice una empresa farmacéutica debe cumplir un principio ético fundamental de prevenir o mejorar la salud de la población, no sólo de los pacientes/enfermos. No se concibe ninguna acción cuyo resultado final no sea una mejora en la salud.
En las últimas dos décadas los conocimientos sobre la fisiopatología de las enfermedades han sido constantes, han representado un salto de gigante hacia el futuro que hoy nos sitúa en el tratamiento individualizado, orientado por biomarcadores de respuesta y de evolución de la enfermedad. Se han desarrollado nuevos medicamentos con acción sobre dianas recientemente descritas. La propia tecnología médica ha hecho posible que hoy dispongamos de métodos diagnósticos y formas de administrar los medicamentos que garantizan su acción específica sin grandes riesgos para los pacientes. Hoy tenemos la posibilidad de modificar el curso de las enfermedades y aún más relevante de prevenirlas o diagnosticarlas de forma precoz.
Todo este desarrollo médico ha ido de la mano del avance de la tecnología de la información, gracias a ella se ha difundido el conocimiento a gran velocidad, las revistas médicas han dejado el formato clásico en papel para estar disponibles casi en tiempo real, un artículo original relevante puede consultarse on-line casi de inmediato tras ser aceptado, las guías de tratamiento de publican on-line y se actualizan tantas veces como sea necesario, finalmente hasta los libros clásicos por los que estudiamos comienzan a ser reliquias en nuestras estanterías. ¿Qué profesional sanitario no dispone de un Smartphone desde el que consultar lo último publicado sobre un tema medico de interés?
El progreso de la ciencia médica, las nuevas tecnologías y la insuficiencia de los recursos públicos dedicados a esta función hacen que la formación médica continuada siga siendo una necesidad no satisfecha para nuestros profesionales sanitarios.
La necesidad de formación médica continuada en España
La demanda de formación médica continuada (FMC) en nuestro país por parte de los profesionales sanitarios sigue siendo grande. Me gustaría resaltar que la FMC no es exclusiva de los médicos especialistas o de atención primaria, es muy necesaria para otros profesionales sanitarios como los enfermeros y los farmacéuticos tanto hospitalarios como comunitarios.
En nuestro país con un potente Sistema Nacional de Salud que brinda cobertura universal, el estado sigue dedicando insuficientes recursos a cubrir las necesidades de FMC. El principal proveedor de FMC son las empresas farmacéuticas.
Alianzas con las Sociedades Científicas
Muchas Sociedades Científicas han identificado las necesidades concretas que tienen sus miembros y han comenzado en los últimos años a incrementar su contribución para suplir las mismas. En este sentido una alianza razonable y que redunda en el beneficio de todos para una FMC de calidad es la que existe entre una Sociedad Científica y una Empresa Farmacéutica. La Sociedad cuenta con el conocimiento y magisterio en la especialidad y tema concreto, la Empresa Farmacéutica también cuenta con un amplio dominio en sus especialidades, tiene expertos en el desarrollo de sus productos, en investigación básica, en desarrollo de dispositivos, etc.
Entre ambos se debe identificar y definir la necesidad concreta, el programa a desarrollar. Es muy relevante que al definir un curso de FMC éste responda realmente a una necesidad médica, bien sea competencial o de conocimientos en un área concreta.
Finalmente para desarrollar estas actividades hay que poder asumir su coste, en este sentido la colaboración y patrocinio de las empresas farmacéuticas es clave.
Figura 1. Ejemplo de curso de FMC puesto en marcha entre Real Academia Nacional de Medicina de España, las 3 Sociedades Científicas de Atención Primaria y una Empresa Farmacéutica
Fuente: http://www.ranm.es/images/pdf/actos/20131130_Actualizacion.pdf
Uso y abuso de la multi-canalidad
El desarrollo de las nuevas tecnologías de la información hace posible utilizar diferentes canales para los programas de FMC. En este mismo número con seguridad encontraréis información sobre novedosos canales de comunicación, altamente eficaces desde el punto de vista tecnológico.
Quiero llamar la atención sobre la tendencia actual a realizar todas las actividades on-line, no olvidemos que en un país como el nuestro la comunicación directa cara-a-cara es muy relevante. Limitar e incluso excluir en un programa de FMC, la posibilidad de sesiones presenciales o interactivas puede terminar reduciendo el resultado formativo final. Por ello lo más práctico en estos momentos es disponer de un programa que conjugue varios canales de comunicación, poniendo la tecnología al servicio de la formación y no viceversa. La tecnología debe utilizarse de forma amigable y accesible para que el usuario final del programa de FMC disfrute del mismo y no lo perciba como una pesadilla.
Para finalizar, es preciso señalar que la inversión que hacemos en el diseño de un programa de FMC al utilizar la multi-canalidad aumenta las posibilidades de que lleguemos, por el mismo coste, a un mayor número de profesionales sanitarios...
Figura 2. Ejemplo de portal formativo multicanal dirigido a farmacéuticos comunitarios
Fuente: http://farmaciadeservicios.es/
Figura 3: Ejemplo de portal formativo multicanal dirigido a médicos especialistas
Fuente: http://www.univadis.es/e-learning#?f0=-1
Papel del Medical Science Liaison en un programa de FMC
Ya en esta misma revista en Noviembre de 2010 resaltamos el papel del MSL en la FMC. La experiencia y rol de un MSL en la comunicación personal médico a médico le hace una pieza clave para la FMC.
El MSL está involucrado en la identificación de las necesidades de FMC ya que en su contacto directo con los profesionales sanitarios conoce de sus demandas y de los expertos en cada tema. Colabora en el diseño de los mismos, mantiene contacto con los profesores/ponentes, y finalmente da seguimiento en su territorio a la ejecución de los diferentes programas.
Un buen programa de FMC es un instrumento vivo, por mucha plataforma tecnológica que tenga detrás, no se ejecuta solo. Requiere y muy activamente de la contribución y seguimiento del equipo de Medical Affairs.
Concluiré insistiendo en la responsabilidad que tenemos todos al contribuir de forma ética a la FMC, en ningún caso una empresa farmacéutica debe utilizarla como instrumento promocional directo o medio de incentivo con un fin comercial. La contribución que hagamos a una mejor formación de nuestros profesionales sanitarios redundará en una mejor atención a la población y esto significa que trabajamos más allá de los profesionales sanitarios, trabajamos para millones de personas.