Llevo 25 años trabajando en la Industria Farmacéutica en actividades de Investigación Clínica y Medical Affairs y colaborando con los Departamentos de Desarrollo de Negocio, Regulatorio y Marketing/Comercial con diferentes productos y áreas terapéuticas y todavía veo la importancia de estar bien informado y al día en la Industria Farmacéutica. Al referirme a esta Industria engloba a todas las compañías que investigan, desarrollan y comercializan productos relacionados con la salud.
Me remonto a principios de los años noventa para ilustrar con una anécdota la importancia de estar bien informado. En ese momento era el Responsable de Farmacovigilancia de una compañía nacional y una de mis funciones era conocer el perfil de seguridad de los competidores. En aquella época el mundo de las páginas webs estaba aún en la sala de partos y, por ello, decidí subscribirme por correo ordinario a todos los Boletines de Farmacovigilancia de los países desarrollados a través de sus Centros Oficiales de Farmacovigilancia. Un día recibí el Boletín de Farmacovigilancia de Australia en donde describía 15 reacciones adversas graves e inesperadas de un competidor de la compañía nacional. Esa información fue muy relevante para la estrategia y posicionamiento del producto de la compañía nacional respecto a este competidor.
Esa anécdota me lleva a formular dos preguntas entorno a cómo se gestiona la información de la Industria Farmacéutica. La primera: ¿los profesionales de la Industria farmacéutica están bien informados?. Y la segunda: ¿los profesionales de la Industria farmacéutica leen? La respuesta en ambas cuestiones sería: dependiendo del departamento. La realidad es que los departamentos que mejor están informados son I+D (preclínica y clínica) y Medical Affairs, seguido de Desarrollo de Negocio, Regulatorio y, el peor con diferencia, el encargado de Marketing y Comercial. En este último departamento he podido comprobar, después de mis años en el sector, que los profesionales leen muy poco. Lo curioso de eso es que es una contradicción dedibo a que su plan de marketing debe estar basado en la información real y actualizada.
¿Se valora que un profesional en la Industria Farmacéutica este bien informado? En general no. Mi respuesta está basada en mi experiencia en diferentes compañías farmacéuticas, de productos sanitarios y de biotecnología. Sin embargo, aunque este poco valorada, considero que es imprescindible para el trabajo diario y la planificación de los temas. Sea como sea, cada profesional de la Industria farmacéutica debe ser autosuficiente a la hora de recabar información y de las fuentes de donde la obtiene. Por ello, es muy recomendable tener claros algunos puntos. En primer lugar, es importante seleccionar aquellos temas que queremos estar informados. Por ejemplo, en el caso de Medical Affairs de un producto que se va a comercializar en atención primaria, los temas serían:
1.- Información técnica/regulatoria/marketing/publicaciones de los Competidores.
2.- Indicación /enfermedad.
3.- Target- líderes de opinión- sociedades científicas - congresos.
4.- Pacientes- asociaciones de pacientes.
5.- Comités de Evaluación – Posicionamientos terapéuticos .
6.- Redes sociales.
7.- Información de los procedimientos/decisores de las Comunidades Autónomas.
En segundo y último lugar, una vez ya tenemos los temas claros, hay que buscar las mejores fuentes de información o las que se puedan encontrar en función de los recursos de la compañía farmacéutica. No debemos olvidar en este punto que el aspecto económico es transcendental ya que las mejores bases de datos o revistas son de pago lo que va a condicionar la información que se pueda recibir aunque no es excusa la falta de presupuesto para no estar bien informado. Pues bien, las fuentes de información las divido en dos grupos: proactivas y pasivas. Por un lado, las proactivas son las que se seleccionan los temas que interesan y se busca la fuente de información que nos va enviando todo lo referente a aquellos temas de forma periódica y en los plazos que se ha escogido. Por el otro lado, en cambio, las pasivas son las que se van a buscar directamente a la fuente de información cuando se considere necesario. Así pues, las proactivas conllevan claramente muchas más ventajas y, por eso, son las que recomiendo mientras que las pasivas solo para temas puntuales.
Sin embargo, uno de los aspectos que me he encontrado respecto a la obtención de información es que muchos profesionales van a otros departamentos a preguntarles, ya sea para buscar asesoramiento interno o información sin haber indagado antes por su cuenta o profundizado sobre el tema que van a tratar. Es cierto que es más fácil y cómodo preguntar que leer, reflexionar y hacer valer nuestro criterio propio. Que mejor que ilustrar con tres ejemplos la importancia de estar conectado con la realidad para no dejar nuestro criterio en manos del azar.
Para empezar, vuelvo a la década de los noventa. En aquel entonces los Product Managers estaban bien informados, trabajaban más cerca de la realidad, creaban las ideas, estrategias y posicionamiento de los productos. Buscaban y seleccionaban agencias para que implementaran sus ideas. Un procedimiento que ha ido cambiando y, ahora en la actualidad, las agencias tienen la información y el conocimiento de la realidad. Por este motivo, diferentes agencias proponen sus ideas al Product Manager y éste debe decidir la agencia y la idea. Las acertará si está más cerca de la realidad y con la información actualizada.
Un segundo ejemplo sería con los protocolos y procedimientos de los ensayos clínicos. Actualmente el conocimiento lo tiene la CRO (Contract Research Organization) y no en los departamentos médicos. Además, la CRO está al día de toda la legislación y normativa vigente de los ensayos clínicos. Por eso, es impresdindible estar bien informado para poder seleccionar bien a la CRO y gestionar eficazmente todos los temas con la CRO porque esto te permitirá contrarestar, tener criterio y opinar sobre las propuestas de la CRO. No olvidemos que tanto las agencias como las CROs quieren hacer bien su trabajo y con profesionalidad. No obstante, son empresas privadas y su objetivo es que en la cuenta de resultados brille siempre el verde.
El tercer ejemplo se refiere a la relación de los profesionales de la Industria Farmacéutica, especialmente la de los departamentos médicos con los médicos asistenciales y/o líderes de opinión. Es sabido que un porcentaje elevado de profesionales sanitarios no están en los primeros puestos en la utilización de las nuevas tecnologías de la información para estar al día. Sin embargo, los médicos asistenciales son los que saben más a nivel práctico de las enfermedades y de los pacientes, pero les cuesta estar actualizados. No es que no quieran, pero con la presión asistencial no disponen de tiempo. Por eso, si los profesionales de los departamentos médicos están al corriente de las patologías y los tratamientos que le interesan a un médico asistencial se puede iniciar una colaboración proporcionándole esta información.
La Industria Farmacéutica es quien conoce mejor los productos y ese conocimiento hay que saberlo usar de cara al médico asistencial. Es muy importante que la información sea actual para que el médico asistencial pueda valorarla. Es el caso de la Dra. Möller, jefe de la Sección de Rehabilitación del Centro de Atención Primaria de Drassanes en Barcelona. Para ella una de sus fuentes de información es la industria farmacéutica, especialmente lo que se refiere a los nuevos tratamientos. La Dra. Möller asegura que "la industria farmacéutica me debería facilitar la información científica de los últimos avances en los tratamientos de una forma no sesgada. Por eso, es muy importante para mí recibir información de los últimos resultados en los ensayos clínicos y metaanálisis publicados de sus productos, así como los informes de evaluación por parte de las agencias evaluadoras, ya que no tengo tiempo para buscarlos por la presión asistencial y la de coordinación del equipo".
A modo de conclusión, recomiendo que antes de iniciar el trabajo diario siempre se intente estar bien informado y dedicar unos 20-30 minutos a esta actividad. También a revisar el correo electrónico de las alertas que se reciben cada día de las páginas webs que nos hemos subscrito. Además, es interesante abrir páginas webs de noticias que dan información general de lo que ha pasado o va pasar en la Industria Farmacéutica.
Asimismo, sugiero que se comparta la información con otros profesionales del mismo departamento o de otro, es decir, si hay algún tema importante y que les puede interesar se les debe enviar. En general, no se valora mucho el envío de esta información y se recibe poco feedback del receptor con lo que hay pocos comentarios o debate sobre la información que se recibe. Esto es debido a que no se da importancia a estar bien informado y se lee poco en general.
Y una ultima recomendación: independientemente del presupuesto de la compañía destinado a las bases de datos/revistas, que todos los profesionales de la Industria farmacéutica seleccionen los temas que necesitan y busquen las mejores fuentes de información para que estar bien informados y actualizados en los temas seleccionados. Lo más importante: que leáis, comentéis, compartáis y discutáis profesionalmente todos los temas.