El uso de la tecnología en el desarrollo profesional ha aumentado a la par que su presencia en los demás aspectos de nuestra vida.
Las innovaciones tecnológicas han supuesto un cambio en la sociedad y por tanto también la ha influenciado de forma evidente en la formación de los equipos de ventas con nuevos modelos y enfoques pedagógicos, aunque la realidad puede ser un tanto frustrante si lo comparamos con experiencias menos problemáticas a las que nos tienen acostumbrados otros productos digitales.
Nos referimos a la utilización de redes sociales como medio de comunicación habitual, el WhatsApp de forma continua, twitter, LinkedIn…etc. Cada individuo sus aplicaciones preferidas y para cada ocasión damos rienda suelta al nivel de privacidad que consideramos oportuno.
Aunque no nos cabe duda de que la evolución de la formación en los 20-30 últimos años ha implicado un cambio mucho más allá de la tecnología. Esta nueva revolución nos reserva aún muchas sorpresas y cambios, la formación hoy en el entorno digital consiste en aprovechar las herramientas digitales para crear entornos de aprendizaje que algunos lo llaman “omniaprendizaje”, concepto al que volveremos más adelante.
La situación actual de la formación y en concreto en la formación a distancia o e-learning en el ámbito laboral y particularmente en la industria farmacéutica no está siguiendo el mismo ritmo que las innovaciones tecnológicas en el resto de nuestras actividades cotidianas.
Pero nos hemos de preguntar, ¿cómo ha evolucionado la formación digital en este aspecto?
Centrándonos en la formación digital, si tomamos como ejemplo el colectivo conocido como “Millenials”, les es habitual no tomar apuntes en clase, se los encuentran colgados en las plataformas de la universidad o del colegio. Lo mismo les da hacer un curso de buceo que prepararse el examen de inglés de Cambridge, toda su necesidad de formación lo encuentran en la red.
Las matrículas ya no se pagan en ventanilla se pagan con la aplicación del banco y les es habitual hacer cursos desde el móvil o la Tablet. Los problemas de conexiones han desaparecido.
Pero para el resto, con unos años de experiencia más, la formación hoy en día nos parece casi milagrosa, el hecho de poder utilizar diferentes dispositivos para formarnos o formar, el hecho de mostrar a nuestros clientes toda la información necesaria para podernos explicar con muchos más medios nuestro producto, el poder asistir a un congreso en cualquier lugar del mundo o asistir a un aula virtual a la hora que más nos convenga ….y una larga lista de oportunidades que las nuevas tecnologías nos permiten , es una ventaja competitiva que nos permite una mejor y más variada comunicación.
Pero en el ámbito de la formación en la empresa, los pasos para llegar hasta este “Mobile learning “han sido un poco más lento, empezando por los recursos con los que contaban los departamentos de formación y la implicación de las organizaciones en sus inversiones para llevar a cabo dicha formación.
Para entender dónde estamos hoy no hay nada mejor como echar la vista atrás y analizar cómo hemos llegado hasta donde estamos.
Veamos los antecedentes de la formación en las empresas con un poco de historia desde que las conexiones de internet eran de 56Kbps.
1986- Las empresas comienzan a utilizar lo que se llamaba “Enseñanza asistida por ordenador” (EAO).La interactividad con el alumno era muy limitada, casi nula.
1990- Aparecen en el mercado los primeros cursos complementados con CD’s interactivos que permiten contenidos multimedia, ya que debido a la escasa potencia de las comunicaciones era muy difícil cargar o descargar archivos con imágenes o videos.
1995- Las empresas más tecnológicas comienzan a impartir formación “on line”. En las plataformas de formación se utilizaba el sistema AICC como sistema de seguimiento, no sencillo pero explicaba cómo se desarrollaban los cursos para que pudieran ser tutorizados.
2000- Con la entrada del nuevo siglo, las grandes empresas incorporan el aprendizaje on-line entre sus colaboradores pero con un gran cambio, se adapta el sistema de seguimiento SCORM, un nuevo reto para la formación que permite guiar al alumno de forma más sencilla. Todavía son contadas las empresas farmacéuticas que han incorporado estos sistemas de aprendizaje.
A partir de aquí van sucediendo cambios tecnológicos a gran velocidad, que dan como resultado la situación donde nos encontramos hoy.
La banda ancha es una revolución en la industria de la capacitación, ya que permite contenidos más interactivos con el alumno, los alumnos puedes estudiar on line mecanismos de acción de fármacos mediante la “literatura virtual” que es una explicación simultánea, con audio e imágenes para que cada vendedor tenga acceso a la información y poder estudiar de forma individual los folletos que presentarían a sus clientes.
Estos sistemas de formación solo eran accesible a través de plataformas de formación de pago, IBM tenía un sistema de formación LMS con un desarrollo muy limitado y poco difundido. Las empresas que se lanzaban a utilizarlas, eran contadas.
Aunque el hecho de poder compartir cursos de formación muy primarios, con otros formadores de la misma empresa nos hacía sentirnos tremendamente avanzados, fueron los “e-room” las herramientas que nos permitían estos logros.
Unos años más tarde la plataforma Moodle es liberada y sigue siendo una de las más populares plataformas de código abierto, disponibles en línea. Los usuarios sólo tienen que descargar el software a su PC para empezar a aprender.
Los departamentos de sistemas de las organizaciones se hacen imprescindibles ya que son ellos los que determinan la viabilidad o no de cada una de las herramientas con las que contarán tanto los alumnos como los gestores o administradores de las plataformas.
Ha este nuevo avance tecnológico de las plataformas de código abierto, hemos de añadirle los nuevos desarrollos de las herramientas de autor, estas herramientas hacen más competentes a los departamentos de formación, ya que empiezan a desarrollar cursos de formación por si mismos.
Otra de las grandes innovaciones de gran repercusión en la formación, no es tan lejana, ocurrió en 2008 con el desarrollo de las nuevas versiones web adaptadas a cualquier dispositivo habitual. Esta modalidad de formación conocida como M-learning (Mobile learning) es una gran hito en la formación porque se acoge a los principios básicos del éxito de la formación, en lo que se refiere a la adaptación al usuario.
Con la “gamificación” como herramienta de formación individual y de grupo. Es uno de los mejores métodos para fidelizar a las redes de ventas. Con ello se consigue que las sesiones de formación sean muy interactivas e innovadoras, refuerza el impacto de los mensajes considerados más estratégicos, mantiene la atención de la audiencia, motiva a los asistentes a aprender lo explicado y lo más importantes consigue una participación bidireccional que da voz a las redes de ventas sobre la comprensión de los mensajes principales, comparte know-how de entre los asistentes.
Pero en los últimos avances en formación en las empresas ya no nos obsesionamos con los avances tecnológicos, hoy el objetivo es que los alumnos participen, disfruten y vean la formación como una herramienta que colabore con su desarrollo.
Este modelo de aprendizaje de formación se acerca a lo que llaman el omniaprendizaje, todavía es más una aspiración que una realidad, pero consiste en el empeño continuo, dirigido por los participantes y basado en datos donde cada alumno mediante herramientas digitales desarrolle no solo de sus conocimientos, sino que su aprendizaje abarque la actividad diaria en contextos diferentes y la puesta en práctica de lo aprendido, contrastando experiencias con el resto de los participantes y compitiendo entre ellos.
Para que ocurra dicha transición se requiere coraje de la dirección de la empresa, que se aparte de antiguos procedimientos y experimente con nuevos modelos de aprendizaje más acorde con todas las posibilidades que nos ofrece hoy el mundo digital.
Para terminar, creo que con estos nuevos medios de formación, alcanzado el nivel óptimo de conectividad y superadas todas las barreras tecnológicas, la formación conseguirá que el talento se quede en la organización.