“Deberíamos retomar la visión integral del enfermo para proporcionar una atención médica de mejor calidad”
¿Cuáles son los objetivos principales de la Sociedad Catalana de Reumatología?
La Societat Catalana de Reumatologia (SCR) es una sociedad plural y muy cohesionada, con una larga tradición científica, muy consciente del impacto que tienen las enfermedades reumáticas en la calidad de vida de los pacientes.
Es una entidad sin ánimo de lucro con un objetivo fundamental: aumentar el conocimiento de las enfermedades reumáticas con el fin de mejorar la salud de nuestros ciudadanos.
¿A cuántos reumatólogos aglutina y cuáles son las 3 tareas más importantes que desempeña?
La SCR cuenta con más de 70 años de historia, está en continuo crecimiento, se renueva día a día y se proyecta hacia el futuro, incorpora a los jóvenes reumatólogos que van acabando la residencia. Y le cuesta desprenderse de los reumatólogos jubilados. A día de hoy aglutina a algo más de 300 socios.
Entre las tareas que desempeña está impulsar y dar a conocer la investigación que llevan a cabo los reumatólogos catalanes y asegurar una formación continuada. La SCR concede becas anualmente para que se puedan desarrollar proyectos de investigación. Es importante destacar el elevado nivel científico de los diferentes grupos de trabajo que dan sentido a la sociedad, grupos de trabajo que representan todas y cada una de las parcelas de la especialidad. La SCR está además a disposición de las autoridades sanitarias catalanas y de las asociaciones de pacientes, a quien asesora de una forma muy profesional y empática.
¿Cuáles son los avances más novedosos que se han dado en reumatología a raíz de la pandemia del Covid?
Durante la pandemia la reumatología como especialidad ha estado muy presente. Por un lado, la mayoría de los fármacos que se han ido probando, con más o menos éxito, han sido fármacos antireumáticos, algunos clásicos, como la Hidroxicloroquina y otros más nuevos como el Tocilizumab o el Baricitinib. Esto es así porque en un momento concreto de la enfermedad por el SARS- CoV-2 se produce una cascada inflamatoria parecida a estados inflamatorios de algunos reumatismos.
Por otro lado, se ha dado a conocer la versatilidad de la especialidad. Hemos estado visitando a pacientes en planta de hospitalización atendiendo al enfermo de COVID, hemos ayudado en la gestión y organización interna de nuestros centros de trabajo y a la vez hemos tratado de no desatender a nuestros pacientes reumáticos. Hemos dado respuesta a sus inquietudes como enfermos crónicos que son, tanto en el momento más duro de la pandemia, como cuando reiniciamos de forma progresiva nuestra actividad ambulatoria y también hemos estado presentes en la gestión de las vacunas.
Finalmente, como especialidad moderna e innovadora que es, la Reumatología se ha adaptado al momento, ha integrado la telemedicina allí donde ha sido necesaria, mediante visitas telefónicas o por vídeollamada, entre otras modalidades.
¿Cuáles son los retos a los que se enfrentan los reumatólogos en su día a día?
Los retos a los que se enfrenta el reumatólogo son muchos y diversos. El reumatólogo pretende mejorar la atención al paciente mediante decisiones clínicas acertadas, en muchas ocasiones compartidas y consensuadas. Existe una base formativa muy sólida en los hospitales catalanes que forman reumatólogos.
El reumatólogo de hoy en día no deja de estudiar, son muchos los avances en etiopatogenia, desarrollo clínico y terapéutica en enfermedades reumáticas.
Deberíamos retomar la visión integral del enfermo para proporcionar una atención médica de mejor calidad, iniciada en la prevención, sobre todo en algunas enfermedades tan prevalentes como la osteoporosis o la artrosis, entre otras. Debemos centrar nuestros esfuerzos en al diagnóstico precoz para mejorar el pronóstico de los enfermos y adecuar la terapia más precisa en el momento más oportuno. Además, el reumatólogo moderno no debe perder de vista el sistema de salud que atiende a nuestros enfermos, tenemos la obligación de ayudar a que nuestro sistema sea eficiente. Por último, el reumatólogo ha tendido a subespecializarse, pero es básico que no pierda de vista la visión global y general de la especialidad para dar cabida a todos los pacientes reumáticos.
¿Cuáles son las principales preocupaciones de los reumatólogos en cuanto a sus pacientes: que consigan un diagnóstico precoz, que tengan adherencia a los tratamientos, etc.?
La reumatología es una especialidad volcada en la investigación. Los últimos veinte años han sido una verdadera revolución. Conocemos mejor la etiopatogenia de muchas enfermedades reumáticas y esto ha permitido probar con éxito nuevos tratamientos. A día de hoy disponemos de infinidad de tratamientos que han cambiado el pronóstico de los enfermos con reumatismos crónicos. Tenemos muy presente además trabajar en la prevención de las enfermedades reumáticas, así como en el manejo global y en ocasiones multidisciplinar que tanto hemos visto que favorece al paciente. Conseguir un diagnóstico precoz para poder ofrecer un tratamiento precoz y siempre que se pueda personalizado es nuestro gran objetivo como reumatólogos.
Obviamente perseguir una adherencia correcta de los fármacos que prescribimos es también nuestro propósito, e invertimos nuestro tiempo en ello, con la ayuda de enfermería.
¿Por qué es tan importante la investigación, se necesitan nuevos tratamientos? ¿En qué patologías es más necesaria la I+D?
La investigación es necesaria en medicina en general. Sin la investigación no se consiguen avances. En reumatología se investiga de forma incesante la etiopatogenia de las dolencias reumáticas, se investiga la diversidad clínica entre pacientes con una misma enfermedad, se investigan los tratamientos más eficaces e inocuos. Además nos interesa mucho como clínicos, la experiencia, aquello que recogen los registros.
Se necesitan nuevos tratamientos, claro, pero en muchas de las enfermedades reumáticas inflamatorias, como la artritis reumatoide, donde ha habido un avance inmenso en terapéutica, yo diría que ahora nos toca ordenar, necesitamos personalizar los tratamientos que tenemos a día de hoy. Perseguimos esa medicina de precisión. En cambio, en otras enfermedades reumáticas, como las enfermedades osteodegenerativas, necesitamos tratamientos que puedan frenar la evolución de la enfermedad.
Con todos los tratamientos perseguimos siempre mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.