El fomento y el cuidado de la salud bucal, sus factores de riesgo y las patologías sistémicas que están relacionadas resulta ya indispensable dentro de la agenda de las políticas sanitarias ya que supone un asunto crítico de salud que requiere un abordaje multidisciplinar. El motivo es la relación cada vez más consolidada que existe entre las enfermedades bucales y patologías tan relevantes como lo son, entre otras, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o incluso el Alzheimer.
Durante el VII Simposio Dentaid-Sepa celebrado este año en Madrid, destacados expertos de diversas especialidades abordaron un tema clave: Cuidar la salud bucal es fundamental en todas las etapas de la vida del ser humano, desde el periodo gestacional y hasta los momentos más avanzados de la vida. En cada etapa de la vida una mejor salud de la boca impacta en una mayor calidad de vida.
En edades avanzadas es crucial una evaluación detallada del paciente y una comprensión de su nivel de fragilidad, dado que las estrategias de salud, prevención y tratamiento varían considerablemente. Investigaciones como la de Tanka, T. et al. (2018) han demostrado la fuerte correlación entre un estado bucal deficiente y el incremento en la mortalidad entre las personas mayores. Por ello, la prevención de la fragilidad bucal desde etapas tempranas es fundamental para un envejecimiento saludable.
En adultos, la relación entre la salud bucal y la salud general ha sido ampliamente confirmada por la evidencia científica. Patologías como la periodontitis, por ejemplo, no solo se considera la sexta complicación de la diabetes, sino que también aumenta el riesgo de ictus isquémico en 2,8 veces y el riesgo de desarrollar demencia en un 1,7. En una revisión publicada en 2021, por Viaña, F et al se menciona un estudio de cohorte retrospectivo en el que se evalúo la influencia de la periodontitis en los cambios de los niveles de hemoglobina glicosilada en pacientes con diabetes mellitus tipo II. Se encontró que el avance de la enfermedad periodontal se producía con el incremento de los niveles de hemoglobina glicosilada; lo cual quiere decir que con el mejoramiento del estado periodontal y eliminando los agentes infecciosos del periodonto pueden mejorar los niveles séricos de hemoglobina glicosilada en estos pacientes con diabetes mellitus tipo II.
En la edad pediátrica, la prevención y la higiene bucal son críticas y de ahí la importancia de acometer un abordaje multidisciplinar desde el embarazo hasta el desarrollo del niño. Asimismo, se ha demostrado que hay factores que influyen en la dentición y microbiota del bebé como el tipo de parto a término o por cesárea. Estudios, como el de Kaan et al. (2021), indican que el entorno microbiano oral se establece desde el útero, lo que subraya la importancia de un ecosistema bucal materno saludable. Factores como el modo de nacimiento, la alimentación y la exposición a medicamentos influencian la microbiota oral del bebé, afectando su desarrollo inmunológico y su salud general a largo plazo.
Finalmente, resulta crucial concienciar a pacientes y cuidadores sobre la importancia de mantener una buena salud bucal, la higiene y el seguimiento regular por especialistas. La ministra de Sanidad, quien intervino con unas palabras en nuestro simposio, pudo enfatizar la relevancia que toma la salud bucal en el marco de las políticas sanitarias.