En aquellos días aciagos del confinamiento, pude gracias a mi profesión compartir risas, llantos y preocupaciones con muchos farmacéuticos, técnicos y personal de la oficina de farmacia. Se adaptaron rápidamente a la situación en absolutamente todos los ámbitos, instalando las medidas de seguridad necesarias para garantizar la seguridad de sus clientes, resolviendo dudas en primera línea de fuego, dando apoyo moral y psicológico a los vecinos de su barrio.
La situación provocó entre otras cosas, que dentro del marco asistencial que les caracteriza, tuvieran que hacer llegar a los pacientes de riesgo y ancianos directamente su medicación a sus domicilios e incluso alguna farmacia organizó redes de voluntarios para este fin.
Doblaron turnos, se quedaron sin personal, desgraciadamente muchos enfermaron y desarrollaron graves secuelas, algunas de estas historias, nunca aparecieron en las noticias. En mi memoria un técnico de farmacia que acudía en transporte público a su farmacia todos los días, con una ciudad desértica y mucho miedo en cada uno de los desplazamientos.
Ya nadie duda del papel de vital importancia que cumplen las farmacias en la sociedad, en situaciones de crisis y en nuestro día a día. La crisis sanitaria ha sacado a relucir su mayor valor diferenciador y no es otro que ese talante social y humano que caracteriza su labor asistencial.
Decía Albert Einstein, que la crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos. Es en la crisis donde nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias.
La crisis provocada por el Covid-19 ha transformado la farmacia y su gestión, adelantando estrategias de cambio anunciadas al momento presente. Se hace patente que la tan consabida transformación digital de la oficina de farmacia ha pasado de ser una posibilidad futura, a algo de extrema necesidad, para adaptarse a las necesidades de los pacientes y la población en general.
La digitalización es algo cultural, actualmente vivimos en un entorno de continuo cambio y es importante acercar el consejo farmacéutico también a las redes.
Los hábitos de la población en materia de consumo han cambiado en esta crisis, pero ¿han venido para quedarse?
Las redes sociales se han convertido en el mejor escaparate y seña de identidad para muchas farmacias, impulsando todas las categorías de productos, brindándoles la oportunidad de crear marca personal y eliminando barreras geográficas.
Nunca fue más fácil hacer llegar el consejo farmacéutico a cualquier rincón del mundo.
¿Y qué ocurrió en materia formativa? ¿Se ha quedado atrás en este desarrollo digital?
Evidentemente no, ha habido una importante transformación, aumentando las plataformas e-learning y otras herramientas formativas digitales, en diversas categorías. Aunque este desarrollo digital ya tenía presencia antes de la crisis, en mi opinión, se ha acelerado debido a la misma.
Tras las numerosas formaciones on-line que he llevado a cabo debido al desempeño de mi profesión, he podido constatar la sorpresa de muchos equipos ante la inesperada cercanía de este medio.
Reseñar que el material visual con el que cuentan las plataformas y acompañan la presentación, favorecen el aprendizaje. Biológicamente somos seres visuales, procesamos las imágenes mil veces más rápido que los textos. Según la pirámide de William Glasser, recordamos el 50% de lo que vemos y oímos frente a un 10% de lo que leemos. Quizás ese sea también el secreto del éxito de las redes sociales, ya que esas imágenes que atrapamos en nuestra retina son capaces de despertar emociones, mucho más rápido que otros medios.
Para concluir, me gustaría destacar otra de las grandes ventajas que tienen este tipo de formaciones digitales, son totalmente a la carta y Ad Hoc, lo que permite optimizar el tiempo y los recursos de las oficinas de farmacia.
No debemos olvidar que en estos momentos, la formación cobra especial relevancia, ya que nos va a ayudar a la reactivación de las diversas categorías de farmacia. Un equipo formado, motivado y bien direccionado, es sinónimo de equipo ganador.
No quiero finalizar este artículo, sin expresar mi más sincero agradecimiento a todos los equipos de farmacia, por la labor que estáis desarrollando. Siempre os digo, que sois los que dais sentido a mi trabajo.
Todos buscamos esa cruz verde esperanza cuando nos encontramos mal y a todos nos acompaña la misma sensación de reconocimiento de vuestra labor al salir de la farmacia.
Muchas gracias hoy y siempre.