Los estudios clínicos electrónicos, también denominados e-trials, o e-clinicals, siguen su marcha imparable, después de unos años de titubeo, en los que las experiencias negativas y la nebulosa incierta de las empresas tecnológicas, retrasaron su implantación. Esta situación ha cambiado radicalmente. El tiempo y la necesidad de hallar elementos facilitadores en el campo de la investigación biomédica, a la vez que adaptados a las nuevas tecnologías, ha permitido a los e-trials ocupar el lugar que se merecen, es decir, como pieza clave y fundamental para el presente y futuro inmediato de la investigación biomédica.
Los e-trials ya no son meras páginas web donde existe la traslación electrónica de un cuaderno de recogida de datos. Se han convertido en los verdaderos sistemas de información de los estudios, que nos permiten no sólo introducir datos, sino consultarlos, analizarlos y realizar informes personalizados. Ya se han convertido en una herramienta esencial para el médico.
Para el desarrollo de los e-trials ha jugado un papel importante la confluencia entre las necesidades de los departamentos médicos y los departamentos de marketing, buscando una solución que gestione mucho mejor su inversión en I+D a la vez que mejore y potencie la imagen de liderazgo en nuevas tecnologías.
Hasta la fecha los profesionales de la investigación (médicos, biólogos, farmacéuticos…), han visto cómo se les proveía de múltiples herramientas tecnológicas, software de toda clase. Estos programas han facilitado su tarea, pero a la vez han añadido la dificultad implícita de aprender los distintos sistemas de información. Se han creado verdaderas islas de información, totalmente confinadas del resto del trabajo del profesional. Esta dificultad supera en muchas ocasiones los beneficios de las tecnologías, es decir, estamos situando al investigador al servicio de la informática, en vez de la informática al servicio del investigador.
Los programadores y los proveedores de sistemas deben estar al servicio del usuario, deben cumplir los requerimientos que los investigadores reclaman, y no crear un software en un laboratorio de informática, uno de los errores habituales. Las empresas de software dirigido al desarrollo de los e-trials, y si se quiere, de una forma más genérica, al e-health, quizá no han sabido dar respuesta a las necesidades del sector: un software robusto, seguro, a la vez que sencillo y utilizando un lenguaje natural para el usuario. La obsesión de los provee-dores de software no debe ser la de lanzar programas con cada vez más funcionalidades, sino facilitar el trabajo del profesional en su tarea diaria.
En este contexto, el concepto americano de "seamless computing" aparecido en el último trimestre del pasado año, basado en una informática que no se ve, transparente, en un software que brilla por su sencillez, parece ser un concepto a seguir. El usuario no tiene ganas de aprender un nuevo sistema, un nuevo programa que le solucionará su tarea diaria, porque el efecto es que se la complica, cada vez existen más y más sistemas de información. Simplifiquemos el proceso. Hagamos que las cosas pasen a pesar del software, que no se necesite un manual para utilizarlo, que siempre se tenga en pantalla aquellas, y sólo aquellas, funciones que se necesiten en ese punto concreto de la aplicación.
El mismo concepto se puede aplicar, por ejemplo, a las bases de datos. El concepto de base de datos única y centralizada parece tener fecha de caducidad. ¿Acaso tenemos nuestros contactos y citas sólo en nuestro PC? Probablemente los tengamos en el PC, en la PDA, en el móvil…Lo importante es tener el teléfono de la persona que necesito llamar en el momento que lo necesito, o saber la hora exacta de una cita cuando estoy terminando la anterior. Todos mis artilugios deben "hablarse" para que ello sea posible, de una forma transparente, invisible, pero útil. La informática debe estar al servicio del usuario, y no al revés. Las bases de datos deben estar sincronizadas, la información debe fluir entre ellas, no limitarse a un repositorio único de único acceso por un canal también único. Simplemente, dejemos que el software se ocupe de ello. La única clave para conseguirlo es la innovación, estar volcados en la I+D para que ello sea posible. Es muy difícil mantener el grado de satisfacción de nuestros clientes si no invertimos en conocer sus necesidades, y en llevarlas a cabo utilizando ya no sólo las nuevas tecnologías, sino las más innovadoras tendencias. En este sentido, las tecnologías 3G, los móviles inteligentes, serán probablemente las áreas a investigar.
Las necesidades de los laboratorios farmacéuticos están cambiando. Cada vez se tiene más claro cuál es el negocio real de un laboratorio, y qué tareas o funciones no lo son en absoluto. Probablemente en los próximos años asistiremos a una transformación todavía más profunda del concepto de outsourcing, que tiene que ir indefectiblemente ligado a la calidad del proveedor. El laboratorio busca delegar, que el proveedor sea capaz de aligerar la carga de trabajo, y no una tarea suplementaria de control de calidad del mismo. En este contexto cada vez más y más competitivo, buscamos especialistas, expertos, fiables…y que no se noten.