La cantidad de dispositivos médicos que hoy pueden conectarse en las diferentes áreas de un hospital ha generado un gran volumen de datos que los profesionales sanitarios tienen que manejar y controlar en su día a día. Un reto para el que la inteligencia artificial (IA) se ha posicionado como el mejor postor.
La IA nos está permitiendo recoger, procesar y analizar enormes cantidades de información que proceden de diferentes tecnologías sanitarias de una manera mucho más rápida, convirtiéndose así en un aliado del profesional sanitario en la toma de decisiones para mejorar la atención a los pacientes y para la administración y gestión sanitaria en cuanto a mejorar la eficiencia de los procesos.
Y es que los beneficios de la inteligencia artificial aplicados al entorno de la salud son ya una realidad constatada que, no solo se traduce en una mejora de la práctica clínica y del diagnóstico del paciente, sino que también permite optimizar los recursos y la reducción de costes. Las virtudes de esta nueva herramienta para la salud podemos resumirlas en tres puntos clave: (1) la integración de un gran volumen de datos de fuentes muy variadas, en combinación con la evidencia científica generada por los clínicos; (2) la rapidez del procesamiento y análisis de estos datos en tiempo real; y (3) la identificación de variables y patrones ocultos y su asociación con outcomes clínicas que facilita nuevas líneas de investigación. Por todo ello, la IA se configura como una herramienta imprescindible para el futuro de la investigación y la práctica clínica para avanzar hacia lo que llamamos medicina predictiva.
En salud, la prevención es un área fundamental para anticipar y trazar planes que prevengan enfermedades y anticipen problemas sanitarios. Y para avanzar en este sentido resulta fundamental seguir impulsando la transformación de nuestro sistema sanitario mediante la colaboración público-privada y el intercambio de conocimiento y experiencia.
Better Care, un aliado para la investigación en salud a partir del big data
En este ámbito es en el que llevamos trabajando en Better Care desde hace más de doce años: la IA y la interoperabilidad de datos en el entorno sanitario. Centramos nuestros esfuerzos e investigación en las posibilidades de conectividad entre los distintos dispositivos y sistemas médicos para la adquisición, el procesamiento y el análisis de datos clínicos. Para ello, colaboramos con gestores hospitalarios y distintas especialidades sanitarias que intervienen en un hospital y diseñamos soluciones tecnológicas basadas en IA que den respuestas a las necesidades reales de la gestión sanitaria y la práctica clínica.
Y de este empeño nació nuestra suite de integración de datos, BC Link, una solución tecnológica capaz de centralizar todos los datos de distintos dispositivos médicos (y compatible con todos los fabricantes) conectados a un paciente en una sola plataforma, procesarlos, interpretarlos y almacenarlos para el seguimiento del estado del paciente, la toma de decisiones del equipo sanitario, la formulación de hipótesis médicas e incluso la predicción de posibles eventos críticos.
Por estos motivos, BC Link supone un importante salto cualitativo para poder optimizar el trabajo de gestión y práctica clínica del hospital. Previamente, el personal del equipo sanitario tenía que revisar de forma individual cada dispositivo periódicamente y anotar los datos de forma manual.
Actualmente nuestra tecnología opera ya en numerosos hospitales de España, Portugal, Suecia, Finlandia, Francia, Alemania, Luxemburgo, Bélgica, Grecia, Canadá, Brasil y Argentina, con diferentes licencias y módulos de BC Link en función de las necesidades de cada centro.
A partir de BC Link, en Better Care continuamos investigando y desarrollando nuevas aplicaciones e innovaciones incrementales al servicio de la gestión hospitalaria y la práctica clínica para mejorar los resultados en salud de los pacientes. En este sentido, nuestro software permite conectar, integrar y analizar los datos de pacientes monitorizados en una base de datos con dos variantes de almacenaje. Por un lado, facilita el almacenamiento de los datos de hasta 96 horas para el uso clínico diario que proporciona apoyo para la toma de decisiones del equipo médico, además del análisis predictivo de la evolución del paciente mediante el estudio retrospectivo de la información para generar hipótesis y predecir posibles eventos críticos.
Por otro lado, posibilita el almacenamiento de big data a largo plazo para nutrir estudios clínicos y para desarrollar e implementar nuevos modelos de inteligencia artificial. Gracias a ello, desde Better Care estamos explorando diferentes líneas en el campo de la medicina predictiva con una fuerte inversión en I+D. Estamos trabajando en nuevos indicadores que permitan anticiparse a los cambios que se produzcan en las constantes vitales de los pacientes monitorizados en el hospital en los próximos minutos. De manera que los profesionales sanitarios que traten al paciente puedan detectar y anticipar cualquier variación imprevista en su evolución clínica minutos antes de que se produzca con el objetivo de mejorar sus resultados en salud, reducir el tiempo de estancia en UCI, etc.
Uno de nuestros últimos hallazgos en esta línea, que ha sido publicado en la revista Critical Care Medicine, versa sobre la monitorización continua del paciente crítico intubado y análisis mediante IA para la detección temprana de asincronías paciente-ventilador y cuyos resultados respaldan el empleo de IA como herramienta de apoyo para el clínico, para adecuar la ventilación mecánica a las necesidades del paciente y mejorar su pronóstico.
Otro caso de ejemplo es nuestro análisis sobre cómo dar respuesta a un evento crítico muy habitual en UCI como es la autoextubación, que consiste en que es el propio paciente quien se arranca el tubo deliberadamente, con el consiguiente empeoramiento de su pronóstico. Gracias al conocimiento y la experiencia en el análisis de datos en el entorno hospitalario y la calidad del dato que genera BC Link, estamos profundizando en el análisis de diferentes patrones para realizar una aproximación a la predicción de este evento crítico, proporcionando el soporte necesario para que el equipo sanitario pueda evitarlo.
La IA y el Big Data ha abierto un mundo de posibilidades y desde Better Care vamos a seguir profundizando en sus usos potenciales para aportar soluciones que contribuyan a resolver las necesidades actuales y futuras. Si bien, para su implementación adecuada en el sistema sanitario será necesario un cambio de paradigma, en el que la ciencia de los datos pase a ser herramienta fundamental en el día a día de los profesionales sanitarios. En este sentido, la IA nunca debe verse como un sustituto del médico, sino como un aliado de éste para aumentar sus capacidades de integración, información e interpretación. Además, para la integración progresiva y exitosa de este cambio de paradigma, el diálogo público-privado es esencial y, desde Better Care, tenemos plena predisposición a la colaboración.