El progreso tecnológico lleva impulsando nuevas e importantes soluciones desde hace años, pero la situación generada por la pandemia de la COVID-19 ha propiciado una aceleración de los procesos de digitalización en muchos campos, entre ellos el de la salud.
En Kyowa Kirin, donde la innovación y la integridad son dos valores fundamentales, nuestra experiencia nos permite afirmar que las nuevas tecnologías nos están permitiendo 'desburocratizar' los procesos y hacerlos más ágiles gracias a nuevas herramientas y plataformas, todo ello está repercutiendo positivamente en pacientes y profesionales sanitarios.
Una importante reflexión en este ámbito es la de las soluciones basadas en Inteligencia Artificial (IA) y Chatbot, que pueden llegar a abrir una ventana de oportunidades. Me gustaría detenerme en reflexionar como el uso de la IA generativa puede ayudar al desarrollo de nuevo fármacos.
El primer paso sería el del descubrimiento activo, a través de modelos de inteligencia artificial, como las redes antagónicas generativas (GAN) y los codificadores automáticos variacionales (VAE), que pueden aprender de los datos de medicamentos existentes y generar nuevas moléculas con propiedades optimizadas.
Una vez que se ha identificado un candidato potencial, los modelos de IA pueden generar variaciones del compuesto principal y predecir sus propiedades, acelerando el desarrollo de candidatos a fármacos más efectivos y seguros. El screening virtual de grandes bibliotecas de compuestos podría facilitar la identificación de moléculas que interactúan con un objetivo o proteína específicos, priorizando estos compuestos para una mayor validación experimental, ahorrando tiempo y recursos.
Con todo ello, podemos pasar al diseño de fármacos novedosos, mediante técnicas de refuerzo, donde los modelos de IA pueden proponer nuevas estructuras químicas optimizadas para actividades biológicas específicas.
Además, la inteligencia artificial generativa puede ayudar en el diseño de fármacos multiobjetivo o terapias combinadas para múltiples mecanismos de enfermedades o en la identificación de combinaciones farmacológicas sinérgicas. Por otro lado, la absorción, distribución, metabolismo, la toxicidad y la eficacia de los fármacos también se pueden llegar a predecir con modelos construidos por IA generativa.
Con todo, debemos ser cautelosos porque el uso de la inteligencia artificial generativa en el desarrollo de fármacos aún está evolucionando y las predicciones generadas requieren una validación experimental exhaustiva antes de que puedan considerarse fármacos potenciales. Los sistemas de IA como ChatGPT son herramientas cuyo uso e impacto dependerá de cómo se implementen y regulen. Desde mi posición como directora digital en Kyowa Kirin, considero que sería importante promover el desarrollo, la implementación y el uso responsable de la inteligencia artificial, con el fin de maximizar los beneficios potenciales y mitigar los riesgos.