El aumento del uso de las tecnologías durante el confinamiento está abriendo un escenario de posibilidades que, como se está empezando a ver, irá más allá de este periodo de crisis y se convertirá en el motor que impulse la transformación del futuro.
Según algunos estudios, estas tecnologías se espera que sigan teniendo un impacto positivo a nivel global en el sistema sanitario, siendo las soluciones de telemedicina las que mayor impacto generen, con un 65%, seguidas de las plataformas de seguimiento remoto de pacientes, con un 42%.
Es un hecho, el Covid-19 ha transformado la manera en la que vivimos y nos relacionamos con nuestro entorno, nuestras rutinas y nuestro día a día se han adaptado completamente durante estas últimas semanas para evitar un mayor contagio de la enfermedad y aún a día de hoy, seguimos en constante transformación.
A medida que nuestro mundo cambia, también lo hacen las tecnologías, que como hemos ido viendo durante estos meses, siguen avanzando a gran velocidad para atender las demandas de esta pandemia, facilitando el cumplimiento de las medidas de confinamiento y evitando, en la medida de lo posible, los desplazamientos innecesarios.
En este sentido, el aumento del uso de las tecnologías durante el confinamiento está abriendo un escenario de posibilidades que, como se está empezando a ver, irá más allá de este periodo de crisis y se convertirá en el motor que impulse la transformación del futuro, principalmente en el ámbito de la salud. Por ejemplo, gracias a estas herramientas ya se están recogiendo una gran cantidad de datos sobre el coronavirus que podrían ser la clave para conocer a fondo la enfermedad y estar preparados ante un posible rebrote.
A día de hoy, además, las herramientas digitales están ayudando a reducir la carga asistencial del sistema sanitario, facilitando la coordinación de los recursos, y posibilitando la recogida de datos de los pacientes, principalmente fuera de los hospitales. Por este motivo, se espera que este tipo de tecnologías sigan teniendo un impacto positivo a nivel global en el sistema sanitario, siendo las soluciones de telemedicina las que mayor impacto generen, con un 65%, seguidas de las plataformas de seguimiento remoto de pacientes, con un 42%, según un estudio de Research2guidance.
Este es solo el punto de partida, ya que esta crisis sanitaria se convertirá en un punto de inflexión que impulsará la adopción de estas herramientas más allá del Covid-19, facilitando, entre otros, los seguimientos con nuestro médico a través de plataformas de telemedicina, aplicaciones móviles para evaluación de pacientes… Estos aspectos ya se han recogido en diferentes estudios realizados durante estos días que demuestran que la telemedicina y las apps para seguimiento de pacientes, serán los campos que más crecerán después de este periodo. De hecho, un informe de Frost and Sullivan de Abril de 2020, confirma un crecimiento del 64% del mercado de la telemedicina, por encima del 32% previamente estimado para este año.
Para dar respuesta a estas necesidades, en Persei vivarium seguimos trabajando en nuestra plataforma para pacientes Caaring, que en las últimas semanas se ha adaptado de manera ágil a los retos que plantea esta pandemia. Esta plataforma está ofreciendo una herramienta de evaluación de pacientes con Covid-19, facilitando la recogida de datos fuera del hospital, y ayudando a obtener más información sobre la enfermedad. La plataforma ya está en uso en diferentes hospitales a nivel europeo, tratando de ayudar en la mejora de la situación actual y aliviar la carga hospitalaria que venimos viviendo desde hace semanas.
La crisis del coronavirus se ha convertido en el inicio de un futuro marcado por el uso de la tecnología. Debemos aprovechar el potencial que tienen estas herramientas a la hora de ofrecer resultados de alto valor, en un período corto de tiempo, aspecto fundamental en una situación como la actual. Nosotros seguiremos avanzando y adaptando nuestra tecnología para ponerla al servicio de profesionales sanitarios, investigadores e instituciones sanitarias, ayudando a aumentar el conocimiento del Covid-19, así como de otras patologías, y sobre todo, a mejorar la manera en la que están viviendo la enfermedad las personas afectadas.