En estos meses, impulsados por la urgencia y la necesidad de establecer un modelo seguro, se empezaron a implementar en las unidades de atención especializada de los hospitales las llamadas telefónicas para realizar los seguimientos a los pacientes, así como el uso de diferentes herramientas tecnológicas.
Durante la pandemia del COVID-19 hemos sido testigos de cómo las unidades y servicios de atención especializada de los hospitales se veían obligados a reorganizarse para seguir garantizando la continuidad asistencial, al mismo tiempo que trataban de evitar nuevos contagios entre sus pacientes, como ya mencionamos en nuestro artículo: How healthcare apps are contributing to the fight against COVID-19.
Uno de estos casos es el de la Farmacia Hospitalaria, especialización farmacéutica encargada de seleccionar, preparar, controlar y dispensar los medicamentos y productos sanitarios a los pacientes atendidos en el hospital, así como conseguir una utilización apropiada, segura y coste-efectiva de los mismos, como se define en el documento: “El valor de la Farmacia Hospitalaria” de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).
Entre las medidas que ha puesto en marcha esta especialidad durante la pandemia para asegurar su actividad, evitando las visitas innecesarias a los hospitales, destaca la Telefarmacia, es decir, la dispensación no presencial y seguimiento adecuado de estos pacientes a través de la tecnología. La implementación de este nuevo modelo ha sido uno de los grandes retos a los que se ha enfrentado esta especialidad durante estos meses, el cual ha supuesto un gran avance, como mencionaba la Dra. Olga Delgado, Presidenta de la SEFH, en el coloquio: “Gestión de la farmacia hospitalaria en el Covid-19”.
Para su implantación se ha contado con el respaldo del “Documento de posicionamiento de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria sobre la Telefarmacia”, el cual se ha convertido en un marco común para el uso adecuado de este sistema, y en donde se establece que la Telefarmacia debe ir siempre acompañada de la consulta telemática o teleconsulta por parte del especialista en Farmacia Hospitalaria, asegurando así el correcto seguimiento individualizado de estos pacientes tras la recepción de la medicación.
Así, tras varios meses de uso de este sistema en diferentes centros de España, comienza a proliferar la necesidad de mantenerlo en el tiempo, gracias a los buenos resultados obtenidos. De hecho, según el estudio ENOPEX sobre la opinión de los pacientes con respecto a la Telefarmacia, el 95% ha mostrado una opinión favorable al respecto y el 97% considera que podría convertirse en un servicio complementario a la dispensación presencial.
De esta manera, la tecnología está abriendo un nuevo escenario de posibilidades al convertirse en el soporte para realizar el seguimiento a distancia de estos pacientes. Adicionalmente el despliegue de estas soluciones facilita la recogida de información relativa a la adherencia terapéutica, calidad de vida, experiencia del paciente y otros datos de gran interés relacionados con el impacto de las terapias en vida real... minimizando además las visitas hospitalarias no necesarias.
Estos datos nos demuestran, una vez más, que la tecnología en el ámbito de la salud ha llegado para quedarse. Ahora debemos seguir trabajando para que el impulso que se ha cogido durante estos meses ayude a que las medidas implementadas se mantengan a lo largo del tiempo, de manera más eficiente y segura.