Una intervención médica normalmente conlleva un proceso previo y posterior a su realización. La parte previa tiene como objetivo la preparación del paciente, la recopilación de información por parte del equipo médico y la cumplimentación de toda la documentación necesaria. Por otro lado, la parte posterior conlleva un seguimiento del paciente, y la indicación de una serie de recomendaciones que el mismo paciente debe cumplir para su recuperación.
Hoy en día, y cada vez en mayor medida, la tecnología está presente en nuestras vidas. Nos ayuda a facilitar y optimizar procedimientos y labores de la vida diaria de una manera más eficiente. En el ámbito sanitario, esta optimización de procesos tiene aún más impacto y relevancia para profesionales médicos y pacientes por lo que ¿Por qué no utilizar esta tecnología para mejorar todo el procedimiento asociado a una intervención médica?
La eficiencia de estos procesos es un elemento clave para garantizar un resultado óptimo en el paciente y es en esto donde el uso de herramientas tecnológicas puede desempeñar un papel fundamental.
¿Cómo puede aportar un valor diferencial la tecnología en este tipo de procesos?
En primer lugar, en la fase previa a la intervención, la tecnología puede ayudar a llevar a cabo todo el proceso de entrega y recogida de documentación del paciente (materiales, consentimiento informado…) centralizando toda esta información en un mismo dispositivo.
Además, y lo que es aún más importante, esta tecnología permite una correcta preparación del paciente de cara a la intervención, a través del envío de tareas en el momento adecuado, así como materiales educativos en formato digital más fáciles de seguir, como por ejemplo, mediante videos. Y no se trata únicamente de una cuestión de comodidad, ya que según el artículo “The benefit of a preoperative respiratory protocol and musculoskeletal exercise in patients undergoing cardiac surgery”, una correcta preparación preoperatoria permite una recuperación más rápida, e incluso una disminución del dolor, como se indica en otro estudio: “The effect of preoperative exercise on upper extremity recovery following breast cancer surgery: a systematic review” sobre cirugía de cáncer, mostrando así la importancia de realizar esta preparación de la manera más adecuada posible.
Por otro lado, una vez realizada la intervención, la tecnología también desempeña un papel clave recogiendo información sobre el estado del paciente tras el procedimiento, facilitando el seguimiento del médico a distancia, y proporcionando un plan de cuidados personalizado, acelerando el proceso de recuperación.
En este sentido, la monitorización remota del paciente ya está proporcionando una mayor eficiencia económica, como se puede observar en la publicación: “Health Economic Analysis of Postoperative Video Telemedicine Visits to Patients' Homes” en la que los pacientes en seguimiento post-intervención mediante telemedicina ahorraron 888$ por visita y su satisfacción se mantuvo alta durante los 6 años que duró el estudio.
Por todo ello, en Persei vivarium, a través de nuestra plataforma digital para el seguimiento de pacientes, Caaring®, podemos ofrecer programas adaptados para acompañar al paciente antes y después de su intervención médica, aportándole materiales educativos validados por el médico y tareas en el momento adecuado, que ayuden a su correcta preparación y recuperación.
Ya hemos visto que la tecnología tiene un gran potencial en las intervenciones médicas, e incorporarla antes y después de la misma será clave en el futuro inmediato, mejorando los resultados obtenidos y favoreciendo la eficiencia sanitaria. Facilita procesos, optimiza recursos, ayuda a la recuperación y permite paliar uno de los grandes retos de la sanidad actual: la carga asistencial.