La Inteligencia Artificial (IA) lidera la transformación digital de la salud al hacer realidad la medicina de precisión o predictiva. La posibilidad de convertir el dato desestructurado (en formato texto libre) de las Historias Clínicas Electrónicas (HCE) de los pacientes en bases de datos para acelerar la investigación ha permitido establecer una red de investigación clínica federada que posibilita trabajar con millones de datos. Las actuales herramientas de Inteligencia Artificial permiten revisar millones de historias clínicas; triplicar la cantidad de pacientes detectados; y hacerlo en una décima parte del tiempo.
El sector sanitario siempre ha estado por detrás de otros, como el bancario, en el aprovechamiento de los datos para mejorar los servicios. A pesar de contar con millones de datos digitalizados de pacientes, la investigación, la salud pública y la medicina predictiva no han podido explotarlos como podrían debido a las trabas legales de manejar información sensible cuya soberanía corresponde al paciente y, por extensión al centro de salud al que se cede; y a las trabas técnicas, la ausencia de una estandarización del registro, la interoperabilidad.
Sin embargo, la pandemia ha supuesto un cambio de ciclo que ha obligado a buscar soluciones imaginativas para superar los obstáculos. Y una de ellas, aunque ya existía anteriormente, ha sido la investigación clínica federada, que ofrece la posibilidad de recoger los datos no estructurados a través de tecnologías de Inteligencia Artificial como el procesamiento de lenguaje natural, con el fin de conectar al hospital con sus datos. Además, otro de los grandes beneficios que tiene la investigación clínica federada es la posibilidad de compartir resultados de búsquedas entre diferentes centros de investigación sin tener que compartir el dato, que permanece en todo momento custodiado de forma segura dentro del hospital.
Ante los estragos que ocasionaba el covid19, autoridades, gestores, profesionales sanitarios e investigadores vieron, más que nunca, la necesidad de contar con resultados rápidos que analizaran millones de datos de pacientes para conocer cómo mejorar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento ante un virus que iba mostrando diferentes caras. Ningún centro, por sí solo, podía disponer de tal cantidad de datos ni ningún equipo investigador, por numeroso que fuera, disponía de capacidad de procesarlos. Enseguida se vio ineludible que los investigadores de diferentes partes del mundo pudieran colaborar y se ayudaran de las posibilidades de la Inteligencia Artificial y el procesamiento del lenguaje natural para analizar tal cantidad de información de manera urgente y extraer recomendaciones que pudieran salvar la vida de millones de personas.
Desde la Unión Europea también se vio la importancia de conseguir más estudios de manera más rápida a través de la investigación clínica federada y por eso ha impulsado el proyecto EHDEN, que busca la creación de una red federada de datos médicos a nivel europeo para acelerar la investigación clínica. El proyecto promueve una colaboración público-privada para que los hospitales europeos formen parte de esta red federada de datos.
Los datos clínicos se caracterizan por estar en diferentes formatos, muchos de ellos no estructurados, lo que dificulta que los hospitales realicen investigación clínica en conjunto. Es por este motivo que nace EHDEN, red en la que participa IOMED Medical Solutions, la cual impulsa la existencia de un modelo de datos común que facilite el acceso a la información y el uso de los mismos, además de la colaboración entre centros de investigación a nivel europeo.
Un informe sobre la red de datos federada creada por EHDEN afirma que la estandarización de datos ha permitido avances metodológicos, potenciar la colaboración global y la generación de evidencia del mundo real para mejorar los resultados de los pacientes. La investigación clínica federada establece un formato estandarizado que es común para todos los centros para el almacenamiento de todos los datos clínicos que tienen los hospitales.
El número de datos utilizados en cada investigación debe ser el mayor posible. Así lo refleja EHDEN en los objetivos de red federada de datos. Esta organización tiene como objetivo que pymes y hospitales se asocien para armonizar más de 100 millones de historias clínicas.
El objetivo de la investigación clínica federada va de la mano de la iniciativa promovida por EHDEN, facilitar y acelerar los procesos de investigación y que cualquier profesional médico pueda realizar estudios. La red de datos federada de EHDEN ha permitido que entre tan solo cinco investigadores se realice un estudio sobre la predicción de mortalidad 90 días después de un reemplazo total de rodilla. Se emplearon datos de más de 190.000 pacientes. En España se ha conseguido recopilar la información médica de 51.292 pacientes con visitas a Dermatología en los últimos seis años en seis hospitales españoles. Se trata del estudio Dermaclear, que ha analizado a pacientes con enfermedades inmunomediadas crónicas como la psoriasis, urticaria crónica, hidradenitis supurativa y/o dermatitis atópica, para entender mejor las necesidades no cubiertas de los pacientes y el impacto de las mismas en el sistema sanitario.
Una décima parte del tiempo
Se calcula que en estos estudios entre el 70% y el 80% de los datos se obtienen gracias al uso de Inteligencia Artificial. Esto implica que estas herramientas permiten triplicar el número de datos disponibles para un proyecto de investigación clínica. El sistema permite leer toda la información de un hospital entero en unas pocas horas. El proceso de recogida de datos mediante Inteligencia Artificial dura una décima parte del método tradicional.
La investigación es una necesidad creciente ante los retos de la sanidad, como la presión asistencial, la cronicidad y el envejecimiento de la población. La sociedad europea está envejecida lo que supone una mayor carga económica en salud. Se estima que un paciente consume el 80% de su gasto sanitario total en sus tres últimos años de vida. En España hay 2,4 millones de personas de más de 80 años y otras 400.000 de más de 90 años, de las cuales un 45% presenta algún tipo de patología crónica. Además, la esperanza de vida también va ligada a las enfermedades crónicas otro de los factores que presionan al sistema sanitario.
Al mismo tiempo, la inversión en salud de las CCAA se vio recortada en un 11,2% en los primeros años de la última década, con un fuerte impacto en la reducción del presupuesto destinado a las TICs de salud (1,275 del gasto sanitario público). Aunque los últimos datos presentados por el Ministerio de Sanidad cifran en un 6,6% del PIB el gasto en sanidad pública, estamos lejos de las cifras que se manejan en otros países europeos como Alemania (10,6%), Francia (9,3%), Suecia (9,7%) o Dinamarca (8,8%).
Esa situación ha llevado a un círculo vicioso: no se investiga porque no hay recursos pero sin investigación no se mejora la asistencia sanitaria. El resultado es que la mayoría de los ensayos clínicos están concentrados en solo cuatro comunidades autónomas: Cataluña, Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana, según los datos del Registro Español de estudios clínicos (REec).
La investigación clínica federada supone un cambio del modelo, una democratización de la investigación que permite publicar a centros sanitarios pequeños sin apenas recursos. En España ya hay 16 hospitales que cuentan con ella gracias a la tecnología desarrollada por IOMED, y se espera que en los próximos meses se sigan sumando más. En los próximos meses veremos una multiplicación y aceleración de hallazgos en el diagnóstico y tratamiento en diferentes patologías.