El avance de nuevas tecnologías, junto con las recientes situaciones sanitarias que estamos viviendo, están dibujando un nuevo escenario de transformación digital en sanidad orientado por una parte a mejorar la experiencia del paciente y del clínico, y por otra a pasar de un modelo reactivo a uno de servicios personalizados, predictivos, preventivos y participativos.
Un conjunto de fuerzas de transformación
Los sistemas de salud de todo el mundo se enfrentan a un conjunto de fuerzas de transformación que están ejerciendo una considerable presión para incrementar el valor añadido en la prestación de servicios de salud y mejorar la atención que reciben los ciudadanos. Las fuerzas políticas que empujan a garantizar y mejorar los servicios asistenciales. Fuerzas sociales preocupadas por el envejecimiento de la población, la escasez de profesionales de la salud, la orientación a un consumidor cada vez más exigente y frente a una nueva generación de ciudadanos preparados para interactuar digitalmente. También están las Fuerzas económicas que suelen mostrar una contención presupuestaria de la administración pública, un aumento del coste de las pensiones y de la asistencia social, el auge del sector privado de sanidad y la eficiencia mejorable de los procesos asistenciales. Y, por último, nuevas Fuerzas tecnológicas que facilitan la generación y gestión de una enorme cantidad de datos.
Transformación Digital
El sector salud está inmerso en una transformación digital desde hace algún tiempo ya, la novedad está en la velocidad con la que están sucediendo los cambios. Principalmente debido al impulso del Big Data y a la accesibilidad a Internet por parte del paciente. A ello hay que añadir el desarrollo del IoT y los wearables. Cada dos años el número de aplicaciones de salud asociadas a wearables se duplica. De manera parecida ocurre con los bio-sensores.
El uso de estas tecnologías, unido a la aparición de aplicaciones móviles o servicios como la telemedicina, la monitorización digital de los pacientes o la medicina personalizada; está posibilitando disponer de información en tiempo real tanto de la salud como de la calidad de vida, y establecer un nuevo modelo de relación médico-paciente y prevenir enfermedades. O lo que es lo mismo, está transformando la atención médica.
Ello nos lleva a predecir el futuro reciente del sector salud. La mayoría de los contactos médico-paciente se realizarán de manera remota. La video-consulta se irá haciendo habitual. El ciudadano tendrá información de su salud y de sus posibles enfermedades. El paciente estará inmerso en su autocuidado participando en su proceso clínico, allí donde se encuentre (principalmente en su domicilio). El hospital atenderá mayoritariamente urgencias, tratamientos y pruebas especializadas.
La transformación digital debe aplicarse a todos los niveles asistenciales, la información debe ser compartida, accesible y siendo fundamental la coordinación entre los actores públicos, privados y la ciudadanía. La gestión de los datos es uno de los pilares de este proceso, y es necesario avanzar para que sean de calidad, para que se realice un tratamiento adecuado de los mismos y para implicar a los gestores y profesionales sanitarios. Aplicar adecuadamente la tecnología de inteligencia artificial sobre estos datos es vital para obtener las ayudas clínicas y automatización deseada en sanidad.
El paciente como centro de su salud
Se hace necesaria la integración de tecnologías y servicios que faciliten la transformación digital hacia un modelo más centrado en el paciente y orientado a la M4P. Aportando soluciones y servicios que ayuden a mejorar en tres áreas fundamentales. En primer lugar, la experiencia del usuario, su empoderamiento, teniendo en cuenta la necesidad de la interoperabilidad y la creación del ecosistema de aplicaciones compatibles con los estándares de Sanidad. En segundo lugar, la implantación de la medicina de precisión, facilitando el puente entre genómica y M4P. Y en tercer lugar, utilizar modelos basados en el incremento de la productividad y la eficiencia operacional.
Estrategias, planes y proyectos de principales organizaciones sanitarias
En general los planes de los organismos y entidades sanitarias están dirigidos a la transformación digital hacia una sanidad digital personalizada en dos áreas principales:
Empoderamiento del paciente.
Salud digital monitorizada.Mediante soluciones de acompañamiento en domicilio para cada individuo ante su problema de salud, y para facilitar el seguimiento por parte del profesional mediante un sistema de alertas de atención. Sistemas que mejoran la experiencia de paciente y la eficiencia del sistema sanitario.
Se trata de que el paciente esté en contacto con su médico de manera remota, en cualquier momento y de manera automática, haciendo que la información se encuentre disponible en tiempo real sin necesidad de citas superfluas. Ello hace responsable y partícipe al paciente en su proceso clínico.
Con estas soluciones, puede realizarse un seguimiento automático de las distintas fases del proceso clínico en cuestión y sus acciones, avisando al personal clínico de cualquier eventualidad.
Estos sistemas han de ser colaborativos, conseguir que el paciente participe en su proceso de cuidado y que se sienta informado sin dudas sobre el proceso.
Medicina de precisión. Medina genómica individualizada.
Mediante soluciones de medicina genómica personalizada con la integración de múltiples datos ómicos, clínicos y ambientales, que permitan la creación de mapas topológicos de salud individuales para mejorar el tratamiento médico y desarrollar estrategias preventivas para preservar la salud de los ciudadanos.
Sistemas que contemplen el proceso completo: generación del dato, almacenamiento, interpretación, integración, generación de conocimiento y ayuda a la toma de decisión clínica.
Sanidad líquida. SmartHealth
La sanidad del futuro es el resultado de una apuesta hoy por la transformación digital de la sanidad orientada a la experiencia del paciente y el profesional, y a la medicina de precisión. Un resultado en el que, teniendo en cuenta el actual escenario demográfico, la escasez de recursos y que la sociedad es cada vez más digital; tengamos una medicina realmente centrada en el paciente. El nuevo modelo de atención sanitaria pasa de lo genérico y reactivo, a lo personalizado y preventivo, haciendo que los tratamientos dejen de ser de talla única.
La evolución permite el cambio de un profesional con información parcial, a uno que trabaja en colaboración con el resto de la organización y con terceras entidades sanitarias, que cuentan con disponibilidad de toda la información y ayudas posibles, con inmediatez, calidad y seguridad. Facilita servicios sanitarios orientados a promover la salud y el autocuidado de las personas, utilizando sistemas colaborativos médico-paciente bajo un formato 24x7 y allá donde se encuentre el usuario, utilizando las nuevas tecnologías y canales de comunicación.
Las últimas circunstancias y acontecimientos han sido palancas para que el entorno sanitario haya visto la necesidad de transformarse de manera más acelerada de la prevista, para alcanzar una mayor eficacia, tanto a nivel preventivo, como en el diagnóstico y terapéutico. La incorporación de la medicina personalizada, y el empoderamiento del paciente son los elementos fundamentales para lograr esta transformación, y el peso de las tecnologías se vuelve imprescindible para poder conseguirlo.
España cuenta con uno de los mejores sistemas de salud del mundo, pero es necesario impulsar soluciones de alto valor que garanticen la correcta custodia y explotación del dato junto a la Inteligencia Artificial, adquirir innovadoras capacidades digitales, interconectar los sistemas de información y lograr un ahorro importante de costes sostenido en el tiempo. Para ello, hay que trabajar pensando en todos los agentes implicados en la salud: la administración, aseguradoras, profesionales, ciudadanos, industria farmacéutica, tecnología médica, genética y la biotecnología.