El papel de los pacientes y sus asociaciones en la toma de decisiones sanitarias sigue en constante evolución. El incremento de su capacidad de decisión y participación refuerza su posición como interlocutores estratégicos dentro del ecosistema sanitario.
Pero, como profesionales sanitarios que trabajamos en la industria farmacéutica ¿realmente nos esforzamos por tener en cuenta la voz del paciente en nuestro día, independientemente de nuestra área de trabajo e influencia?
Esa pregunta me la hice a mí misma hace ya algún tiempo y empecé a investigar…
La declaración Alma Ata de la Organización Mundial de la Salud en 1978 puso de manifiesto el derecho y deber de la ciudadanía de participar individual y colectivamente en la planificación y aplicación de su atención sanitaria. También insta a la acción a organizaciones sin ánimo de lucro, como las asociaciones de pacientes.
En 2017 se publicó la Declaración de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias (RedETS) sobre la implicación progresiva de pacientes en proceso de evaluación sanitaria en la que se reconoce la experiencia y valor único que pueden aportar los pacientes, cuidadores y asociaciones.
Mirando hacia el ámbito de mi trabajo diario, la farmacovigilancia (FV), y dada la relevancia que los pacientes individuales tienen en el reporte de reacciones adversas, la labor de las asociaciones como embajadoras de la seguridad de los pacientes es sin duda una oportunidad de desarrollo en el ámbito de la FV que merece la pena explorar.
En Noviembre 2021, desde la International Society of Pharmacovigilance (ISoP) se formalizó el Grupo de Especial Interés ISoP Patient Engagement para promocionar la participación de pacientes y asociaciones en el proceso de Farmacovigilancia.
Un estudio multicéntrico realizado en 2022 por Rabia Shahid et al. muestra que una baja educación en salud está directamente relacionado con el aumento de visitas hospitalarias. La educación a pacientes favorece que puedan tomar acción para prevenir los riesgos asociados al uso de medicamentos y así obtener unos mejores resultados en salud. (Impact of low health literacy on patients’ health outcomes: a multicenter cohort study)
Con el objetivo de conocer las necesidades y oportunidades de colaboración en esta área, durante los pasados meses de mayo y julio de 2023, desde Roche Farma España, y como parte de un proyecto global, se realizó una encuesta a diez asociaciones nacionales y regionales para entender de primera mano cuál era el conocimiento actual de los pacientes.
Las respuestas obtenidas contaban con representatividad de distintas áreas terapéuticas: oftalmología, oncología, enfermedades hematológicas, patologías hepáticas y asociaciones transversales.
Las respuestas recogidas pusieron de manifiesto que, en una escala del 1 al 5, prácticamente la mitad valoraron como < 5 su grado de conocimiento sobre la terminología relacionada con Farmacovigilancia. En torno al 70% de ellas nunca habían reportado ningún efecto adverso y un 22% de ellas desconocen cómo hacerlo o cuáles son las vías de reporte disponibles.
Todas las asociaciones participantes mostraron interés en colaborar en futuros proyectos y aumentar su conocimiento en el tema. Además, dos asociaciones nacionales enfocadas en las áreas de oftalmología y patologías hepáticas, fueron seleccionadas para actuar como “Embajadoras en seguridad de los pacientes”, organizando reuniones individualizadas con cada una de ellas para identificar y definir sus necesidades particulares.
Nuestra experiencia nos ha enseñado que, para colaborar con asociaciones es fundamental aprovechar la experiencia que ya tienen los departamentos de pacientes dentro de la Industria y diseñar conjuntamente la colaboración desde el principio. Es importante identificar y definir correctamente desde el inicio las necesidades reales de los pacientes, adaptarnos a su nivel de conocimiento e idiosincrasia de la asociación con un lenguaje adecuado, así como ofrecer un diálogo continuo para resolver cualquier duda y manejar correctamente sus expectativas durante la colaboración.
Para promover la participación de pacientes es necesario crear más recursos formativos específicos orientados a seguir educando en salud más allá de la patología. La FV es a menudo un área desconocida para los pacientes y los resultados de nuestra encuesta refuerzan la necesidad de formación y visibilización de la misión de la farmacovigilancia y el papel activo de la ciudadanía en el reporte de reacciones adversas para mejorar el conocimiento sobre los medicamentos.
La participación de pacientes y asociaciones va más allá, los pacientes tienen mucho que aportar en otros aspectos clave como es el diseño de las medidas de minimización de riesgos. Existe una oportunidad para las unidades de FV de diseñar recursos validados con y para los pacientes en torno a su rol en la monitorización del perfil beneficio/riesgo para garantizar que todos y cada uno de los pacientes tengan una experiencia segura con sus tratamientos.