La Formación Médica Continuada pretende incrementar el conocimiento y destreza práctica de los profesionales para que puedan brindar a sus pacientes la mejor atención posible. Su coste de financiación es importante y en gran medida es asumido por la industria farmacéutica. La colaboración constructiva entre médicos y laboratorios farmacéuticos motivada por el interés científico puede ser ética, imparcial y mutuamente beneficiosa.
Una correcta formación es importante para cualquier ejercicio profesional de calidad, y es especialmente esencial en el caso del profesional sanitario.
La manera de adquirirla es variada, así como los lugares donde se desarrolla, y generalmente sigue un sistema secuencial (Figura 1):
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Formación de Grado: su objetivo es la obtención del título (generalmente Licenciatura) que permite el ejercicio profesional correspondiente. Se lleva a cabo en la Universidad.
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Formación de Postgrado: para lograr un cierto nivel de especialización posterior a los estudios de grado. Al igual que con ellos, se obtiene una titulación académica en la Universidad.
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Formación Continuada: seguida por el profesional después de los estudios anteriores, su objetivo principal es mantener, mejorar o ampliar las aptitudes profesionales.
Según la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS): “La formación continuada es el proceso de enseñanza y aprendizaje activo y permanente al que tienen derecho y obligación los profesionales sanitarios, que se inicia al finalizar los estudios de pregrado o de especialización y que está destinado a actualizar y mejorar los conocimientos, habilidades y actitudes de los profesionales sanitarios ante la evolución científica y tecnológica y las demandas y necesidades, tanto sociales como del propio sistema sanitario.”
La necesidad de una formación médica continuada (FMC) responde al ritmo vertiginoso de innovaciones y avances en la ciencia en un entorno cambiante y competitivo, que exige una continua actualización en conocimientos y habilidades, tanto teóricas como prácticas, para garantizar la idoneidad del profesional y ofrecer así a los pacientes la mejor atención posible. Es el aprendizaje continuo a lo largo de la vida profesional para mantener un nivel óptimo de competencia que facilite el ejercicio diario de la medicina, que puede ser adquirida mediante diversas modalidades (Tabla 1).
Inconvenientes actuales de la Formación Médica Continuada
Adicionalmente a las dificultades de motivación, otros problemas importantes de la FMC son la falta de tiempo de los profesionales y la dificultad para evaluar si las actividades desarrolladas son realmente útiles (Tabla 2). La mayoría de ellas son eminentemente teóricas, y se perciben como poco interesantes para ayudar en la práctica diaria; muchos profesionales suelen acudir a un curso de FMC sólo cuando le puede suponer un cambio (nueva técnica, actitud terapéutica distinta, etc).
Por otra parte, la FMC es cara y la inversión pública que realiza hasta el momento el Sistema Nacional de Salud es insuficiente. La aportación procedente de la industria farmacéutica es clave, relevante y especialmente necesaria cuando faltan fuentes de financiación alternativas u oficiales, siempre manteniendo la independencia, eficacia, imparcialidad, ética y transparencia en sus acciones.
Esponsorización de actividades de Formación Médica Continuada por la Industria Farmacéutica
Según palabras del Dr. Pardell (1946 - 2008), Director del Sistema Español de Acreditación de la Formación Médica Continuada (SEAFORMEC): “…la esponsorización comercial de la FMC es una realidad incuestionable, sin la cual el mundo formativo se vería enormemente mermado, en detrimento del profesional, el sistema sanitario y la población. “
La IF invierte numerosos recursos en investigación y desarrollo de fármacos y nuevos productos; como cualquier empresa privada, tiene el deber de ser rentable y el legítimo derecho de promocionar estos productos y presentar el resultado de investigaciones y estudios científicos a los médicos. En este sentido, es consciente de que las actividades formativas constituyen una oportunidad excelente para interactuar con ellos de forma estrecha. Por lo tanto, además de contribuir a potenciar las aptitudes de la comunidad médica con evidente repercusión positiva en la sociedad en su conjunto, la FMC también puede ser relevante para dar a conocer los avances en un área determinada, patología, características y/o beneficios de un determinado producto, por lo que puede alinearse con la estrategia de Marketing y servir honestamente como herramienta comercial.
Por ello, la FMC ha constituido históricamente un vínculo clave y mutuamente conveniente entre la industria farmacéutica y los profesionales sanitarios, tomando especial relevancia en el pasado mediante el patrocinio de congresos, stands, reuniones y simposios. Incluso hoy en día, los congresos y reuniones de sociedades médicas y las distintas acciones organizadas por cada laboratorio farmacéutico representan la mayoría de actividades formativas médicas presenciales que se llevan a cabo en España. Sin embargo, tanto el entorno como la regulación han cambiado, por lo que este modelo está evolucionando a una relación distinta con adquisición de nuevas metodologías.
Aspectos controvertidos
El problema más evidente que puede plantearse cuando la IF patrocina una actividad formativa es la desconfianza o falta de credibilidad por parte de los médicos. No sería ilógico pensar que si una empresa apoya una actividad de formación médica o reunión científica, ya sea directa o indirectamente, el contenido puede perder objetividad.
Por ello, las relaciones formativas entre la industria, los profesionales de la salud y las asociaciones médicas deben ser éticamente intachables y transparentes en su desarrollo.
Hoy en día, las actividades educativas y promocionales de la industria están sujetas a regulaciones estrictas como el actual Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica aprobado en 2014 por la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica (Farmaindustria), que determina un nuevo Sistema de Autorregulación de la IF en España. Este Código incorpora los principios previstos en:
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Directiva 2001/83/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 6 de noviembre de 2001, por la que se establece un código comunitario sobre medicamentos para uso humano.
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Ley 29/2006, de 26 de julio, de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios.
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Ley 3/1991, de 10 de enero, de Competencia Desleal.
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Códigos de la Federación Europea de las Asociaciones e Industria Farmacéutica (EFPIA) de Interrelación con Profesionales Sanitarios, de Interrelación con Organizaciones de Pacientes y de Transparencia.
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Código de la Federación Internacional de la Industria del Medicamento (IFPMA).
El nuevo Código aborda fundamentalmente tres áreas:
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Promoción de medicamentos de prescripción.
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Interrelación con Profesionales Sanitarios y con Organizaciones Sanitarias.
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Interrelación con las Organizaciones de Pacientes.
Este Sistema de Autorregulación desea potenciar la confianza en la industria farmacéutica por medio de la transparencia en sus acciones, determinando el acceso público, por ejemplo, a información sobre relaciones de la IF con Organizaciones de Pacientes y a las Transferencias de Valor realizadas a Profesionales y Organizaciones Sanitarias.
En cuanto a las actividades de FMC sometidas a Acreditación, en España (al igual que en la mayoría de países del entorno) se acepta la esponsorización comercial de las mismas siempre que se cumplan las normativas pertinentes (pero no se podría acreditar una actividad organizada por la IF). En este sentido se contempla, entre otros puntos, la regulación de la utilización de logos de marcas comerciales, garantizar la independencia y objetividad del programa formativo y hacer efectiva la declaración de un posible conflicto de intereses entre los médicos profesores-ponentes de las actividades formativas y el patrocinador comercial (Tabla 3). Las invitaciones a las actividades formativas acreditadas sí pueden ser realizadas por la red de ventas del laboratorio patrocinador.
Como conclusión, podemos destacar que la IF puede y debe ayudar a los médicos, en la medida de sus posibilidades, a recibir una FMC independiente, veraz, objetiva e imparcial. De esta manera, no sólo se logra un impacto positivo inmediato, evitando confusiones, sino que se establece un vínculo a largo plazo de mutuo respeto y confianza.
Bibliografía
Código de Buenas Prácticas de la Industria Farmacéutica. Farmaindustria; 2014.
Pardell H, Gómez-Asorey C. ¿De quién es responsabilidad la formación continuada de los médicos?. Aten Primaria. 2006;37(6):350-4
Pardell H. Esponsorización comercial de la formación médica continuada y conflicto de intereses. Med Clin (Barc). 2006; 127: 222-6
Pallarés L. La acreditación de la formación médica continuada en el Sistema Nacional de Salud. Boletín de FMC/DPC. 2006 (en prensa).
Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de ordenación de las profesiones sanitarias. BOE nº 280, de 22 de noviembre de 2003.
Pardell H, director. Industria farmaceútica y formación médica continuada. Barcelona: Ediciones MAYO S.A.; 2003.