Son muchos los expertos que ya han empezado a elaborar sus listas para triunfar en los medios digitales en este 2016. Inclusive, yo ya he elaborado alguna con el fin de marcar unas pequeñas pautas que nos sirvan de guía para este nuevo año. Sin embargo, una de las mayores dificultades a las que se enfrenta un negocio al comenzar el nuevo curso es intentar seguir una de ellas y que el resultado sea realmente satisfactorio, puesto que en realidad, el mayor problema al que se enfrenta es la elevada competencia que se genera entre empresas que hacen exactamente lo mismo, seguir esas pautas como si de un plan de vuelo se tratara.
Es un grave error, cometido por la mayoría el buscar en la panacea de las tendencias un recurso que diga lo que tienes que hacer, dónde lo tienes que hacer y cómo, pero si fuera tan fácil ¿todo el mundo triunfaría en internet no?
Las listas de tendencias que los profesionales elaboramos con gran esfuerzo y horas de estudio previas, no son más que una simple carta de recomendación con unos parámetros estadísticos para que cada empresa las adapte a sus propias características y capacidad, tanto operativa, como creativa.
Para poner un ejemplo sencillo e ilustrativo, no tenemos que ir muy lejos. Como todos los años desde hace ya unos cuantos, el 2016 será el año de los dispositivos móviles, e incluso hay quien habla ya de los emergentes wearables. Sin embargo, para una empresa cuyo público objetivo son gente de avanzada edad ¿será en efecto el año de los dispositivos móviles y los wearables? Pues en principio, salvo que hablemos de dispositivos sanitarios controlados por un tercero, es bastante probable que no.
En este sentido, la oficina de farmacia tiene, además de muchas posibilidades para enamorar a su consumidor, que buscar por todos los medios romper con las tendencias compartidas que poco o nada le favorecen. La oficina de farmacia es un negocio muy antiguo que poco a poco se ha quedado encasillado dentro de los mismos valores, los del dolor y su alivio. No obstante, las tendencias de vida saludable que ha comenzado a adquirir la población, junto con el elevado nivel de competencia que le ha surgido a la oficina de farmacia para satisfacerlas y la situación económica en la que se ven envueltas, hacen que sea una tarea pendiente para este sector el modernizarse y buscar apuntalar su imagen en unos valores diferentes, mucho más enfocados a cuidar la salud de sus clientes, en lugar de tratar sus dolencias.
Por lo tanto, es hora de que la oficina de farmacia comience a salirse de la norma, a buscar nuevos retos y a comenzar a hacer cosas diferentes. ¿Esto significa que tiene que obviar las tendencias que le trae el nuevo año? No, pero sí que tiene que retorcerlas en su propio beneficio e intentar algo nuevo, para darles a sus clientes algo que no hayan visto jamás, que les vuelva atractivos ante sus ojos y en definitiva, que les enamore y les haga querer más. Mejor aún, desear más.
Esa, es la única manera que tiene la oficina de farmacia de posicionarse en un futuro nuevo, mucho más rentable y esperanzador y sobre todo, con una perspectiva mucho más saludable, para todos.