En los últimos años las nuevas tecnologías no solo se han abierto paso en videojuegos, televisión o la gran pantalla: han traspasado esta última y se han asentado en un ámbito tan complejo como es el de la ciencia y la salud.
Las grandes farmacéuticas, empresas biotecnológicas y del sector científico e innovación ya no quieren comunicar con un spot convencional y lineal: se han dado cuenta de que la ciencia debe avanzar de la mano de la tecnología y hacer uso de sus grandes beneficios. Ahora ya no sólo preocupa qué se cuenta, sino cómo se cuenta.
Porque seamos realistas, todo aquello que tiene que ver con la salud, en muchas ocasiones explicarlo es, como mínimo, complejo.
Animación 3D: el mejor método para comunicar
Para esto está la animación 3D, en todas sus variantes: imágenes, infografías, vídeos…
Pero son estos últimos los que más tienen que aportar.
Además de aumentar la comprensión del espectador y de ser tremendamente visuales,lo que crea un espacio de mayor comprensión del espectador y una mayor retención, estos vídeos tienen otras características a su favor que hacen que las empresas cada vez los demanden más, como su gran rentabilidad y la capacidad de reutilización para marketing y redes sociales.
Realidad Virtual: inmersión y aprendizaje
Pero no es el único método. La llegada de Meta, en referencia al Metaverso y el mundo NFT, pone de manifiesto una realidad que lleva años fraguándose: la virtual. Y es que esta tecnología ha ido creciendo en el mundo gamer, y en el ámbito médico; pero no es el único sector donde la vemos.
La Realidad Virtual se ha colado también en uno de los pilares fundamentales, la enseñanza. Las Universidades, como la Universidad de Montpellier (Francia) o de Berna (Suiza), han empezado a apostar por la Realidad Virtual: sus alumnos de enfermería y medicina practican con órganos y cadáveres virtuales, lo que permite ensayar diferentes procesos una y otra vez, proyectando una experiencia de realidad virtual en múltiples pantallas para el aprendizaje en grupo e individual; o incluso realizar intervenciones virtuales antes de una real, para discernir posibles complicaciones. Esta integración de la Realidad Virtual en el espacio de simulación garantiza que la innovación complementa las estructuras educativas existentes y tradicionales.