La sequedad vaginal es una condición en la que la mucosa de la vagina no produce suficiente lubricación natural. Esto puede causar incomodidad, irritación, dolor durante las relaciones sexuales, y otros síntomas asociados. Es común en mujeres durante la menopausia debido a la disminución de los niveles de estrógenos, pero también puede afectar a mujeres más jóvenes por otras razones, como cambios hormonales, ciertos medicamentos, estrés, o el uso de productos irritantes.
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Por qué es importante una buena hidratación
La sequedad vaginal aumenta el riesgo de infecciones, ya que cuando la mucosa vaginal no tiene suficiente lubricación natural, la barrera protectora de la vagina se ve comprometida, lo que facilita la irritación y la aparición de pequeñas fisuras en el tejido. Estas pequeñas lesiones pueden ser una puerta de entrada para bacterias, hongos y otros patógenos, incrementando la probabilidad de infecciones como vaginitis o infecciones urinarias.
Además, la falta de humedad altera el equilibrio natural del pH y de la flora vaginal, lo cual es esencial para mantener la protección contra organismos potencialmente dañinos.
Por eso, mantener una adecuada lubricación vaginal es importante no solo para la comodidad y salud sexual, sino también para la prevención de infecciones.
Causas
Una de las causas principales es la disminución en los niveles de estrógenos a partir de la menopausia, ya que los estrógenos son hormonas esenciales para mantener la salud y la lubricación de la mucosa vaginal.
Durante la menopausia, los ovarios reducen significativamente la producción de estrógenos, lo que provoca cambios en los tejidos vaginales.
La falta de estrógenos hace que las paredes vaginales se vuelvan más delgadas, menos elásticas y produzcan menos lubricación natural. Esta reducción en la lubricación puede llevar a sequedad, irritación, y a veces dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).
Tratamiento
El tratamiento debe realizarse a nivel tópico para ayudar a mejorar rápidamente los síntomas y proteger y reparar la mucosa, y debería combinarse con un tratamiento oral, para aumentar su efectividad.
A nivel local, el tratamiento puede incluir geles íntimos hidratantes y protectores de la mucosa, lubricantes a base de agua, hidratantes vaginales que mantengan intacta la barrera cutánea y calmen picor y molestias y, en algunos casos, terapia hormonal si es adecuado.
Las cremas hidratantes vaginales suelen contener ácido láctico para acidificar el pH y evitar infecciones a la vez que calman, activos calmantes como la camomila, el aloe vera, la centella asiática y agentes hidratantes como el ácido hialurónico, el pantenol o la vitamina E.
A nivel oral, el omega 7, específicamente el ácido palmitoleico, es conocido por tener varios beneficios para la salud, incluida la mejora de la hidratación y la salud de la piel y las mucosas. Es un ácido graso que se encuentra en fuentes como el aceite de espino amarillo y algunos pescados.
En el contexto de la sequedad vaginal, se ha observado que el omega 7 puede ayudar a mejorar la lubricación de las mucosas y promover la salud vaginal. Algunos estudios sugieren que el consumo de suplementos de omega 7 podría ayudar a aliviar la sequedad vaginal y otros síntomas relacionados al apoyar la función de las membranas mucosas.
Los probióticos pueden ser útiles para prevenir y tratar ciertas infecciones vaginales ya que inhiben patógenos, producen sustancias antimicrobianas y acidifican el medio, mejorando la salud vaginal en general.
Estos son microorganismos beneficiosos de la familia de los Lactobacillus, que ayudan a mantener el equilibrio natural de la flora vaginal y a regular el pH, lo que protege contra infecciones como la vaginosis bacteriana y las infecciones por hongos.
En el caso de la sequedad vaginal, aunque los probióticos no actúan directamente como un tratamiento para la falta de lubricación, sí pueden ser beneficiosos al mejorar el entorno vaginal y reducir la posibilidad de infecciones, que son más comunes en mujeres con sequedad vaginal.
Conclusión
La sequedad vaginal es un síntoma asociado a múltiples causas, y muchas veces no se le da la importancia debida, ya sea por falta de información, por vergüenza, o porque tenemos interiorizado que es algo normal, y es algo que tiene solución y es fácil de tratar y mejorar con los productos que hay actualmente en el mercado.
Una buena hidratación de piel y mucosas es fundamental para mantener nuestras barreras en perfectas condiciones, evitando infecciones y molestias que pueden afectar negativamente a nuestra salud.