
Durante mucho tiempo se ha abordado el tema sobre los efectos benéficos que existen entre los alimentos y el colesterol, tanto para la producción del colesterol “bueno” como el efecto benéfico para la disminución del colesterol “malo”, hablamos de HDL y LDL, en esta ocasión nos enfocaremos en el LDL, dentro de mi formación he visto y comprobado que a pesar de ser temas ampliamente estudiados de tenemos muy poca información para los pacientes que acuden con la duda de ¿Qué puedo comer que me ayude a bajar el colesterol? Y es suma importancia que comprendan que no por el hecho de tomar un medicamento, por si solo hará todo el trabajo, es un factor importante el tratamiento médico, pero hay que recordar que el tratamiento nutricional (dieta y ejercicio), juega un papel indispensable para obtener un mejor resultado en los pacientes.
Para continuar es importante establecer de forma sencilla que se le conoce como dislipidemia a la elevación de algún lípido en la sangre en este caso hablaremos del colesterol específicamente que forma placas de ateroma en las paredes arteriales que impiden o disminuyen considerablemente el flujo sanguíneo, evidentemente no significa que por un estudio de laboratorio que nos salga con colesterol LDL elevado ya tengamos alteraciones cardiovasculares, de hecho es el motivo principal por el cual no tomamos en consideración que son pequeñas alarmas que son medibles y nos podrían dar un aviso para modificar ciertos hábitos alimentarios.
Pero a todo esto ¿Qué son los fitoesteroles? Bueno, los fitoesteroles o esteroles vegetales son moléculas del tipo esteroide que inhiben la absorción del colesterol, por lo que se les conoce desde años atrás como los alimentos que tienen efecto hipocolesterolemiante, el colesterol de misma forma es un esterol, pero la diferencia es que esta presente en animales y en los humanos.
Diversos estudios y guías clínicas de relevancia mundial han realizado estudios para poder unificar la cantidad recomendada de fitoesteroles en la dieta habitual, considerando que tendría que existir una disminución considerable dentro del grupo de productos de origen animal. La recomendación mas utilizada para hacer uso benéfico de este esterol es la que determina la Sociedad Europea de Arteriosclerosis (EAS) y la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) las cuales recomiendan la inclusión de 1,5 a 2g/día, junto con la modificación de la distribución nutrimental, como la de grasas saturadas < 7% de las calorías diarias, grasas trans < 2% y del colesterol de la dieta < 200mg/día.
Los fitoesteroles se encuentran en los siguientes alimentos que se presentan en esta tabla:

Conclusiones
El consumo diario de alimentos enriquecidos con fitoesteroles en cantidades de 1,5 a 2 g/día tiene un efecto positivo en la disminución de las concentraciones plasmáticas de c-LDL alrededor del 10% por lo que como se comentó al inicio puede ser considerado como un complemento de los cambios del estilo de vida en los sujetos con riesgo cardiovascular.
La combinación de fármacos y fitoesteroles debería ser considerada como una estrategia funcional para lograr la disminución de las concentraciones de c-LDL y disminución del riesgo cardiovascular.
La inclusión de alimentos ricos en esteroles vegetales debería considerarse como parte fundamental de los planes de alimentación, para prevenir enfermedades cardiovasculares y en pacientes que tengan ya una ECV disminuir el riesgo de complicaciones relacionadas a las dislipidemias.
Importante considerar que se debe de acudir con un especialista en nutrición para que junto con su médico tratante encuentren la mejor opción para cada persona, recuerden que todo tratamiento es personalizado y varia de acuerdo a las necesidades dietéticas.
Referencias
Fuster, V. P. (2018). Utilidad de los esteroles vegetales en el tratamiento de la hipercolesterolemia. Nutrición Hospitalaria.
Jordi Merino, L. M. (2014). Recomendaciones para la utilización clínica de los alimentos enriquecidos con fitoesteroles/fitoestanoles en el manejo de la hipercolesterolemia. ELSEVIER.
José Félix Meco López, V. P. (2017). La utilización de los esteroles vegetales en la práctica clínica: de la química a la clínica. ELSEVIER.