Quizás la mayor revolución que haya sufrido nuestra sociedad en toda nuestra historia haya sido la de las nuevas tecnologías, ya que ha impactado en todas las áreas de nuestra vida, desde la forma en la que nos comunicamos, hasta la forma en la que trabajamos, sin mencionar el gran impacto económico que ha significado y su fuerte raíz en la estructura empresarial mundial.
Las nuevas tecnologías también han impactado en cómo nos relacionamos y sobre todo en cómo nos comunicamos. Tomemos como ejemplo uno de los avances tecnológicos y de comunicación más extendidos entre la población, el teléfono. Para nosotros hablar por teléfono, cualquiera que sea su variante (teléfono fijo, teléfono móvil, voz sobre IP, etc..) se ha convertido en algo normal y aunque no sepamos realmente cuál es su base tecnológica, lo cierto es que es una herramienta sin la cual nos sería bastante complicado poder desarrollar una vida normal. Utilizo este ejemplo, porque desde un simple televisor, hasta un ordenador o una PDA juegan un papel fundamental en nuestras relaciones, forma de trabajar, etc...
De esta consideración básica y obvia, lanzo la siguiente pregunta. ¿estamos realmente utilizando desde nuestras empresas los medios que tenemos a nuestro alcance para comunicar mejor? Mi opinión es que no y que aún queda mucho camino por andar.
La aplicación de las tecnologías, tanto por su novedad como por la gran cantidad de “aparatos” que aparecen en el mercado todos los días, nos desborda y nos cambia tanto los hábitos de nuestra vida en el hogar como la vida en el trabajo. Hay nuevos desarrollos tecnológicos que aunque existen, tardan bastante tiempo en implementarse, pero tarde o temprano se implantan. Ser el primero en incorporar las nuevas tecnologías a nuestra comunicación, es una estrategia ganadora que marca diferencias.
Uno de estos avances, que está al alcance de todos, pero que no todos, sobre todo en nuestro sector lo han “adoptado”, son las herramientas que nos permiten comunicar nuestros mensajes de compañía o de producto de una manera más eficaz, impactante y visual.
La comunicación hacia el exterior sigue siendo “plana” y en su gran mayoría el papel es el protagonista principal. El gran paradigma del marketing farmacéutico es que en un sector altamente tecnificado y con alta inversión en I+D, como el de la industria farmacéutica, seguimos presentando nuestros mensajes en formato papel, formato indispensable, aunque ciertamente no debería ser el único, o en formato digital pero sin ninguna o escasa interactividad.
Las nuevas tecnologías nos ofrecen múltiples posibilidades para no solamente llegar a un mayor número de público objetivo, sino que los mensajes tengan mayor eficacia. Los profesionales del marketing farmacéutico y de formación deben intentar dar un salto cualitativo en la información y estudiar cómo mejor transmitir un mensaje y cómo éste puede realmente marcar la diferencia frente a otras informaciones que le llegan al médico, farmacéutico o al propio delegado todos los días, y que en su gran mayoría sólo significan más volumen de datos que el profesional, ni tiene tiempo ni interés de procesar.
El médico y el farmacéutico, igual que cualquier persona dentro de nuestra sociedad, se ve continuamente asaltado por información, y es muy difícil poder procesar todos estos datos y sobre todo conocer cual de éstas informaciones es realmente la que les va a ser útil.
La comunicación en nuestros días ya no es sólo la palabra o el texto, sino que la comunicación visual y la interactividad gana cada día posiciones para poder comunicar mejor lo que se desea. Una presentación de impacto visual, con animaciones y locución sincronizada que apoye el contenido y por qué no, la posibilidad de que el público objetivo pueda interactuar.
Las aplicaciones multimedia en el ámbito médico y farmacéutico son de gran valor como herramienta de apoyo a la formación y a la información. Gracias al desarrollo de los contenidos en formatos digitales, podemos añadir múltiples funcionalidades a la hora de presentar los contenidos. Podemos hacer que la asimilación de los contenidos que se desean transmitir por parte de un comunicador o formador se realice de una forma más eficiente, gracias a la posibilidad de animar imágenes sincronizándolas a su vez con sonido, facilitando así las labores de formación o información. El formato digital también añade el valor de la posibilidad de procesar datos de una forma más eficiente que el tradicional formato impreso.
Pero los medios digitales no sólo nos ayudan a mejorar la transmisión del mensaje, sino que como se ha comentado anteriormente, son de gran ayuda a la hora de manejar datos. El poder de las herramientas multimedia frente al tradicional papel, es la de poder realizar búsquedas por los parámetros que se deseen, como puede ser una palabra, un autor, o un tema. Cuanto mayor es el contenido, más valor tiene esta función; en definitiva es una herramienta de eficiencia, que permite poder encontrar lo que se busca en menos tiempo, ahorrando esfuerzo y trabajo a la persona que lo utiliza, para así poderse dedicar a otras tareas. Simplemente con imaginarse una base de datos de casos clínicos con imágenes en el cual haya más de 1000 casos clínicos, el poder obtener con un solo clic todos los casos relacionados con una palabra en menos de tres segundos, es algo imposible si no se tuviera un soporte digital.
A lo largo del año se realizan múltiples sesiones clínicas, diversas reuniones científicas, congresos internacionales, reuniones de ciclo, seminarios profesionales, cursos de mejora profesional, reuniones de ventas, ruedas de prensa, etc... y en la gran mayoría de estos eventos, la multimedia interactiva ocupa un lugar residual, aunque dichos eventos estén dirigidos a comunicar un mensaje.
Hasta ahora hemos hablado de lo que más se está realizando, pero nos olvidamos de lo que representan los desarrollos multimedia. Significan comunicación, funcionalidad, impacto, valor y como no, liderazgo en la innovación.
Queda un gran camino hasta desarrollar plenamente la introducción de las herramientas multimedia en el sector médico farmacéutico. Cuando lancemos un mensaje, además de comunicarlo, debemos diferenciarnos frente a los competidores, debemos impresionar y sobre todo transmitir.
Todo el mundo utiliza en nuestros días herramientas como Powerpoint como apoyo a cualquier presentación. Creo firmemente que el reto de los profesionales relacionados con el marketing y la comunicación debe ser el de dar un salto más allá. Avanzar y que no sólo se apoyen en un “pantallazo” con cuatro líneas y un gráfico. Utilicemos la tecnología multimedia, que avanza a pasos agigantados cada día que pasa. Establezcamos criterios de calidad en la comunicación, donde se establezca la nueva forma de presentar, con animaciones de impacto, relacionados con vídeos y sean las personas que presentan los auténticos protagonistas, transmitiendo de forma adecuada los mensajes más importantes y aclarando cualquier duda que pueda surgir en una presentación.
Apoyemos más nuestras acciones de comunicación y marketing en los medios interactivos que permiten a las personas que reciben los mensajes, conocer mejor los contenidos presentados, utilicemos la imagen a través de juegos, simuladores, animaciones, o incluso escenificaciones virtuales, para poder reforzar el texto o lo que se transmite por audio.
Si el contenido es de alto valor y la forma de transmitirlo es innovador y original, será el propio público objetivo el que demandará ese formato. De lo contrario, si los elementos multimedia que ofrecemos no tienen la suficiente calidad, entonces no sólo no llegaremos a él, sino que estaremos cerrando un importante camino a las nuevas formas de comunicar e interactuar.
Mi propuesta de comunicación para este año 2006 es ¡calidad, calidad y calidad! Ah... y por supuesto innovación y originalidad.
Debemos pasar de la exposición del mensaje a la transmisión efectiva de éste, apoyándonos en todas las técnicas a nuestra disposición para poderlo conseguir.
Utilicemos las herramientas multimedia en todo aquello que sea importante y donde se necesite impactar, o simplemente comunicar más eficientemente. Peguemos ese salto cuando un departamento de comunicación de un laboratorio organiza una rueda de prensa o un evento con periodistas, con animaciones que den la bienvenida a los periodistas y complementando el material que se les entrega con herramientas que sean de utilidad en su trabajo; peguemos ese salto en el lanzamiento de productos, apoyados por material científico presentado de forma que facilite al médico obtener la información que él desea conocer; peguemos ese salto en la formación del personal de un laboratorio, a través de herramientas audiovisuales que faciliten y aceleren la comprensión.
Peguemos ese salto y no tengamos miedo a lo nuevo.