Nada es permanente a excepción del cambio. La diferencia es que ahora la velocidad es vertiginosa. Ya no son sólo cambios, sino verdaderas transformaciones para las que es preciso estar preparados para adaptarnos.
Desde hace ya un tiempo, es frecuente que escuchemos que estamos en un entorno VUCA. Como imagino muchos sabréis, sus siglas en inglés quieren decir Volatility, Uncertainty, Complexity y Ambiguity (Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad y Ambigüedad).
Aunque parece un concepto novedoso, debemos recordar que su origen se sitúa en la década de los 90 y fue acuñado por el ejército americano para designar el mundo para el que debían prepararse, teniendo en cuenta que el cambio no es ya sólo continuo, sino que la celeridad es mucho mayor, por lo que es más imprevisible, complejo y difícil de interpretar.
Esto que vivió el ejército en la guerra de los años 90 es lo que estamos viviendo en todas las áreas de nuestro mundo que, como sabemos, siempre es cambiante, tal y como ya dijo el filósofo griego Heráclito (544aC-484aC): “Nada es permanente a excepción del cambio”. La diferencia es que ahora la velocidad es vertiginosa. Ya no son sólo cambios, sino verdaderas transformaciones para las que es preciso estar preparados para adaptarnos.
Dado que no podemos plantearnos la posibilidad de rechazar este cambio, puesto que es evidente que no depende de nosotros, es necesario aceptarlo y adaptarnos y es muy recomendable no optar por vivir la situación como amenazante, sino como una gran oportunidad que, a buen seguro, nos permitirá desarrollar nuevos talentos.
¿Es fácil adaptarse? Incluso para las personas que abrazan el cambio y que siempre muestran una actitud positiva para participar de forma activa en situaciones en las que se requieren iniciativas y propuestas diferentes, no siempre resulta sencillo.
Para ayudarnos en este contexto, debemos partir de la idea de que es un cambio de paradigma, por lo que es preciso desaprender algunos conceptos para poder incorporar nuevos. Ello nos ha de permitir afrontar las situaciones desde una perspectiva diferente.
Según Bob Johansen, autor del libro 'Los líderes hacen el futuro', el entorno VUCA debe gestionarse, por contraposición, desde otro VUCA:
a) Abordar la Volatilidad (VOLATILITY) y la hiperconexión de variables con Visión de Futuro (VISION).
b) Afrontar la Incertidumbre (UNCERTAINTY) con Entendimiento, Conocimiento, Comprensión y Empatía (UNDERSTANDING).
c) Frente a la Complejidad (COMPLEXITY), buscar la Claridad, Simplicidad y Sencillez en la ejecución (CLARITY).
d) Superar la Ambigüedad (AMBIGUITY) con Agilidad, valorando que la capacidad de reacción ante lo que sucede es más importante que la propia planificación (AGILITY).
No podemos olvidar que, si bien es preciso adquirir conocimientos para potenciar nuestra parte cognitiva, hay que poner especial énfasis en desarrollar algunas de nuestras competencias.
Y, ¿cuáles podemos considerar como imprescindibles?
En mi opinión, y tal y como hemos mencionado, creo que la flexibilidad y la adaptabilidad son vitales para poder abrir nuestras percepciones y de esta forma trabajar de forma eficaz en entornos cambiantes y con personas diferentes y también aceptar cambios en la organización y en el propio puesto de trabajo.
Potenciar la agilidad en la toma de decisión, saber buscar y recopilar la información precisa de forma más colaborativa para poder determinar, en la medida de lo posible, cuál es la predictibilidad. Es decir, en qué medida podemos anticipar el resultado de nuestras acciones.
Ser creativo para dar un enfoque innovador a los problemas, aportando soluciones 'thinking out of the box' que permitan ejecutar los trabajos de forma distinta o bien ser activo para explorar nuevas vías.
No podemos olvidar la importancia de trabajar en equipo, tener un genuino interés por conocer y valorar las aportaciones de los demás. Poner el focus en el éxito del equipo y fomentar la cooperación y no la competición entre sus integrantes.
La resilencia como capacidad totalmente indispensable para poder crecer ante las dificultades. Es preciso valorar de forma positiva las propias capacidades y tener la confianza de que podemos gestionar la situación enfocando los temas de forma positiva y afrontando los posibles fracasos o frustraciones con serenidad.
Somos conscientes de que a veces no es fácil para la propia persona identificar y desarrollar todo su potencial. Además, tenemos que añadir la velocidad con la que es preciso incorporar nuevas habilidades, lo que aumenta su dificultad. Es por ello que el coaching ayuda a las personas a desarrollar las habilidades que el mundo VUCA requiere y en consecuencia contribuye a que éstas puedan afrontar los cambios sin miedos y con una perspectiva positiva.
Debemos tener presente que, como dijo Alvin Toffler: “Los analfabetos del siglo XXI no serán los que no sepan leer y escribir, sino los que no puedan aprender, desaprender, y reaprender de nuevo”.