El mundo de la farmacia no es ajeno a las nuevas tecnologías, como muestra el proyecto impulsado por la Comunidad de Madrid y el COFM.
El año 2022 ha llegado a las farmacias españolas con un nuevo proyecto que pretende dejar atrás una práctica de toda la vida. Se trata del uso del cupón precinto que viene impreso en los envases de los medicamentos, y que los farmacéuticos deben recortar a la hora de la dispensación. La nueva propuesta consiste en escanear el código en lugar de manipular el envase, apostando por las nuevas tecnologías y el uso del identificador único digital. De esta forma, “podemos dejar a un lado el cúter, una práctica tediosa que nos quita tiempo que podemos dedicar a mejorar nuestra atención y consejo a las personas que acuden a la farmacia preocupadas por su salud o bienestar” señala Javier Baquero, farmacéutico titular y fundador de Liceo de Farmacia.
De momento este avance se encuentra en fase de prueba, y son tan solo 6 las farmacias que lo han implantado a modo de piloto. El proyecto ha comenzado en boticas de Madrid, pero el objetivo es llevarlo más adelante al resto de Comunidades Autónomas. Así, poco a poco, el sector farmacéutico va digitalizando sus procesos para agilizar y facilitar la labor de los profesionales.
Pero las nuevas tecnologías pueden ayudar de diversas formas a quienes se encuentran detrás del mostrador, un claro ejemplo de ello es la formación. Este sector se caracteriza por una constante evolución y cambio, evidenciando la necesidad que tiene el personal de la farmacia de formarse continuamente. La aparición de nuevos tratamientos, principios activos, efectos adversos o patologías, reflejan que los avances científicos van de la mano del conocimiento y la preparación de los profesionales. Por otro lado, la creciente oferta online y de grandes superficies hace cada vez más necesaria la formación de los profesionales de farmacia para poder dar una atención personalizada y de calidad que fidelice a las personas que acuden a la botica.
También está cambiando la forma de consumir formación. Si lo común hasta ahora eran las clases o ponencias presenciales de larga duración, cada vez son más los que apuestan por la vía online. La comodidad, el no tener que desplazarse, y disponer de clases a demanda, son algunas de las ventajas del e-learning, que además se ha consolidado en los últimos años a raíz de la pandemia del COVID-19. Según los datos de Forbes, en el e-learning la tasa de retención de los conocimientos aprendidos aumenta entre un 25-60% en comparación con la formación tradicional.
Un ejemplo de esta nueva tendencia dentro del sector es Liceo de Farmacia, una plataforma online dedicada a la formación del profesional tanto en el área de mostrador como de gestión. “Sabemos que la necesidad de formación es constante y que el tiempo que deja para eso la atención del mostrador es poco, por eso ayudamos cada día a las farmacias a formar a sus equipos con contenidos audiovisuales en formato de píldoras que puedan consumir en unos 15 minutos al día y que activen comportamientos nuevos y positivos para la farmacia y el usuario” apunta Jose Lozano, CEO de Liceo de Farmacia.
La tendencia del e-learning viene de la mano de otros factores como el de la gamificación, que como explica Rubén Morato de Liceo de Farmacia “no sólo hace el aprendizaje más ameno y divertido sino que aparte ayuda a que se absorban mejor los conocimientos y que perduren durante más tiempo”. Un estudio de la Universidad de Colorado apunta que este método basado en la gamificación mejora un 9% la retención de conocimientos, un 11% el aprendizaje de conceptos factuales (aquellos que sólo pueden memorizarse, como por ejemplo las fechas, nombres o fórmulas), y un 14% la adquisición de habilidades.
Sin duda las nuevas tecnologías ya están aquí y las farmacias deberán adaptarse a los cambios, intentando sacar todo el provecho posible de las herramientas que surgen si quieren sobrevivir en un mercado cada vez más competitivo.